“Fue un acto transgrieta”, definió un encumbrado camarista federal la jura como nuevo fiscal general de la Ciudad de Juan Bautista Mahiques, este martes al mediodía en el coqueto Salón Dorado del Teatro Colón, que se vio desbordado por unos 250 invitados, en su mayoría del mundo judicial, pero también político.
Llamó la atención no solo la cantidad de miembros de la Justicia porteña y funcionarios de la Ciudad –incluidos los integrantes del Tribunal Superior de Justicia–, sino también el número de jueces y fiscales federales, así como funcionarios nacionales. Solo faltó un representante de la Corte Suprema, ya que si bien estaba previsto que estuviera Horacio Rosatti, a último momento no pudo asistir porque el acuerdo de ministros se prolongó más de lo esperado. La otra ausencia fue la del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que “se quedó festejando su cumpleaños –era hoy– y su reelección”, según explicaron en su entorno. En su lugar estuvo el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli.
La cantidad de invitados que no paraban de llegar demoró el inicio de la ceremonia, que comenzó a las 13. Emocionado, antes de subir al estrado para jurar, Mahiques estuvo sentado en primera fila con su hijo de cuatro años, Bautista, en brazos. Antes de acercarse para la jura tuvo que cruzar hacia el otro sector del salón donde estaba su mujer, Victoria, para dejárselo.
La presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Inés Weinberg de Roca –fallida candidata de Mauricio Macri a procuradora general –fue la encargada de tomarle juramento sobre el estrado. Estaba acompañada por los restante integrantes del TSJ: Luis Francisco Lozano, Marcela de Langhe y Santiago Otamendi; el secretario judicial del Tribunal, José Luis Mandalunis; el ex fiscal general de la Ciudad Martín Ocampo, quien renunció en marzo último y cuyo lugar pasó hoy a ocupar hoy Mahiques; el actual ministro de Justicia de la Nación y también ex fiscal general de la Ciudad, Germán Garavano; y Santilli, en representación del Ejecutivo porteño.
A la hora de firmar el acta, se coló y subió al estrado su hijito Bautista, que también quiso plasmar su firma en el libro. Lo siguió su primita de seis años, Julia, con un peluche de Pequeño Pony que no soltaba, mientras trataba de abrazar a su tío en medio las felicitaciones y saludos de los miembros de TSJ. A pedido del propio Mahiques, también se acercó a firmar el acta su padre Carlos “Coco” Mahiques y la ex integrante del TSJ porteño Ana María Conde, hoy jubilada, quien estaba sentada en primera fila desde temprano.
Mahiques estuvo acompañado por toda su familia: además de su padre, estuvo su madre, su abuela de 90 años, y sus tres hermanos, uno de los cuales, Ignacio, es fiscal de Instrucción y fue uno de los que –como fiscal ad hoc- acusó junto al fiscal federal Gerardo Pollicita, a la ex presidenta Cristina Kirchner en las causas conocidas como “obra pública” y “Hotesur”.
Referentes del presidente electo
El dato político más relevante fue quizás la ubicación en primera fila y al lado del propio Mahiques, de Marcela Losardo, socia en su estudio del electo presidente, Alberto Fernández, y uno de los nombres que suena más fuerte para el Ministerio de Justicia a partir del 10 de diciembre. En un breve diálogo con Infobae, la propia Losardo aseguró que “todavía es muy temprano para hablar de nombres” y se resistió a que la mencionen como una posible futura integrante del próximo Gabinete.
Lo cierto es que muchos la saludaban como si ya lo fuera. El diputado nacional del PRO y miembro del Consejo de la Magistratura Pablo Tonelli, tras presentarse y darle la mano, le dijo: “Espero que podamos trabajar juntos en un futuro cercano”, a lo que Losardo le respondió que “no sabía” donde iba a estar en el futuro.
En principio, es factible que sea una de las personas encargadas de llevar adelante la transición en esa cartera, aunque aún no fue nombrada “oficialmente” por Alberto Fernández para esa tarea, según pudo saber Infobae de fuentes del Ministerio de Justicia, donde todavía no comenzó ese proceso.
Losardo se había sentado en un primer momento en una de las filas de atrás, pero luego le avisaron que le habían reservado un lugar estratégico al lado del “jurante”, que no fue ocupado ni aún cuando el Salón Dorado se vio desbordado de la cantidad de invitados del mundo judicial y también político. De hecho, a medida que iban llegando más asistentes, los organizadores intentaban agregar algunas sillas en los laterales de las primera filas, y hasta algunos de los invitados asignados en los primeros lugares cedían sus asientos a otros invitados distinguidos. Sin embargo, la silla que tenía asignada la posible futura mano derecha de Fernández en temas judiciales, no se ocupó hasta que llegó esta abogada que capturó la atención de muchos de los presentes.
A uno de los que tuvieron que hacerle lugar en la segunda fila donde estaban ubicados los integrantes del Consejo de la Magistratura de la Nación, fue al secretario de Legal y Técnico, Pablo Clusellas, que llegó sobre la hora. Al secretario de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, le agregaron una silla de último momento en un extremo. No tuvo la misma suerte José Torello, asesor presidencial e integrante de la llamada “mesa judicial” que siguió la jura de pie, a un costado.
En esa cotizada primera fila del salón absolutamente colmado estaba otros dos referentes de la oposición: Eduardo “Wado” de Pedro, diputado kirchnerista que se convirtió en uno de los hombres de mayor confianza del flamante presidente electo, y Juan Manuel Olmos, amigo de Alberto y habitué de las oficinas de la calle México sede de su equipo de campaña, que lidera la agrupación del PJ porteño Nuevo Espacio de Participación.
Un integrante de la Justicia Federal, en diálogo con Infobae, prefirió definir a ambos dirigentes más que como “opositores”, como “articuladores”. De hecho De Pedro es reconocido por ser uno de los interlocutores entre el equipo de Fernández y el Gobierno de Macri.
De Pedro fue invitado a la jura no solo por este rol, sino además como miembro del Consejo de la Magistratura de la Nación, desde donde entabló un muy buen vínculo con Mahiques. El flamante procurador general de la Ciudad fue el representante del Poder ejecutivo Nacional en ese organismo desde diciembre de 2015, lugar de donde lideró las estrategias del Gobierno en temas vinculados a la Justicia.
“Son amigos, se conocen desde hace tiempo porque ambos son de Mercedes”, explicó otro consejero que compartió reuniones con ambos en el último año. El abrazo y la foto que se sacaron juntos después de la jura fue una de las más festejadas, como símbolo de que se podía sortear la grieta.
Ademas de De Pedro dijeron presentes casi todos los integrantes del actual Consejo, encabezados por su presidente el juez Ricardo Recondo, sus colegas Alberto Lugones y Juan Manuel Culotta, los diputados Tonelli y Graciela Camaño, y los abogados Marina Sánchez Herrero y Juan Pablo Más Vélez. También estuvieron los ex consejeros y abogados Miguel Piedecasas y Adriana Donato, el juez Luis Cabral y el académico Jorge Candis.
Fuerte presencia de jueces federales
Entre los que primero llegaron al Teatro Colón estaban los integrantes de la Cámara de Casación Penal Federal, el máximo tribunal penal del país, encabezados por su presidente “Coco” Mahiques, a quien se lo veía radiante ya que el que juraba era el segundo de sus cuatro hijos, y a quien acompañaban el vicepresidente de ese Tribunal, Daniel Petrone, Liliana Cattuci, Diego Barroetaveña, Eduardo Riggi y el secretario del cuerpo, Juan Montesano Rebón. Poco después , se les sumaron sus colegas Mariano Borinsky, Guillemo Yacobucci y Javier Carbajo. Por último, se sentó en la fila que tenían asignada los camaristas cerca del estrado, Juan Carlos Gemignani, desplazado de la presidencia de Casación en mayo último por una denuncia de violencia de género.
Otro de los primeros en llegar fue el juez José Michilini, del Tribunal Oral federal (TOF) Nro.1, quien deberá llevar adelante los juicios orales contra la vicepresidente electa Cristina Kirchner por la causa de dólar futuro y del Memorándum con Irán, ambos aún sin fecha. Otros integrantes de los TOFs no pudieron acercarse al Colón porque estaban con audiencias por distintos juicios como suele ser habitual los martes en los Tribunales de Comodoro Py. Sí estuvo María Gabriela López Iñíguez, jueza que integra el TOF 4 que está juzgando a Lázaro Báez, sus hijos y su entorno por lavado de dinero.
De los jueces penales federales de primera instancia de la Capital, se los pudo ver a Ariel Lijo, Julián Ercolini, Daniel Rafecas, María Eugenica Capuchetti y Marcelo Martínez De Giorgi, así como a los fiscales Carlos Rívolo, Raúl Pleé, Eduardo Taiano y Ramiro González.
Al Teatro Colón también se acercó para felicitar a Mahiques, el procurador general de la provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand; el ministro de Justicia bonaerense, Gustavo Ferrari; el ministro de gobierno porteño, Bruno Screnci Silva; y el director nacional de Migraciones, Horacio García.
Al finalizar la ceremonia, un grupo de los más cercanos al flamante fiscal y su familia se fueron a celebrar a un hotel de la calle Posadas.
Fotos: Maximiliano Luna
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