Alberto Fernández tiene excelente relación con Juan Manzur, Gustavo Bordet, Omar Perotti, y Sergio Uñac, y cuenta con ellos para consolidar su próximo gobierno. Sin embargo, la noche de los festejos tuvo un cierto sabor agridulce para los gobernadores de Tucumán, Entre Ríos, San Juan y Santa Fe: cuando se iban a sacar la foto triunfal junto a su amigo Alberto, no pudieron subir al escenario y se quedaron afuera de la imagen histórica que recorrió la Argentina y el mundo.
Fernández llegó hoy a Tucumán para compartir la nueva asunción de Manzur como gobernador y tiene previsto encontrarse con Bordet y Uñac, que entienden cómo funciona el peronismo cuando se alista para regresar al poder. Los tres gobernadores asumen que el presidente electo tiene que hacer equilibrio, pero les pareció extraño no poder compartir junto a los ganadores.
Antes de ese momento inesperado en el bunker de Colegiales, todo era alegría en el Frente de Todos. Había dirigentes políticos de todos los sectores del peronismo. Estaban divididos por pisos. En el segundo estaban solos en una de las habitaciones Alberto Fernández y Cristina Kirchner, y en otro sector estaban Axel Kiciloff, Máximo Kirchner y Wado de Pedro, entre otros.
Después llegaron gobernadores del PJ, sindicalistas y otros legisladores. Había que bajar a dar el discurso de la victoria. Bajaron todos y cuando en el pasillo rumbo al escenario cantaban ¨Vamos a volver¨ y ¨Presidente, Alberto Presidente¨ de golpe se cortó el paso. Abajo del escenario se quedaron varios. Y de la alegría pasaron casi en un instante al fastidio, según confiaron a Infobae algunos de los presentes.
Se quedaron abajo los cuatro gobernadores del PJ que habían ido a festejar con la fórmula ganadora: Sergio Uñac (San Juan), Omar Perotti (Santa Fe), Juan Manzur (Tucumán) y Gustavo Bordet (Entre Ríos), y el secretario general de la CGT, Héctor Daer, entre otros dirigentes del peronismo.
En el escenario, además de las fórmula presidencial, estaban el flamante gobernador bonaerense electo Axel Kicillof y su vice Verónica Magario, Sergio Massa y Malena Galmarini, los diputados Máximo Kirchner, Wado de Pedro, Luana Volnovich, Andrés ¨el Cuervo¨Larroque, Leandro Grosso, y Estela de Carlotto. Además subieron Estanislao, el hijo de Alberto Fernández, y Fabiola Yañez, pareja hace cinco años del presidente electo. Nadie más. Y nadie se hizo cargo de quién había dado la orden de cortar en Estela de Carlotto la subida al escenario de la victoria sobre Mauricio Macri.
En ese momento, ninguno de los presentes le transmitió a Alberto Fernández el malestar, lo comentaron entre ellos. Tampoco subieron al escenario los hombres de confianza del futuro presidente, como Santiago Cafiero, los integrantes del grupo Callao que aunque no eran candidatos tuvieron mucho que ver en el camino del ex jefe de Gabinete hacia la Casa Rosada. Tampoco los ex gobernadores bonaerense Felipe Solá y Daniel Scioli pudieron subir.
Todos querían festejar y saludar a la fórmula ganadora. Sólo pudieron hacerlo después del discurso de la victoria algunos de ellos pero sólo con Alberto Fernández. A Cristina Kirchner al menos los gobernadores del PJ que viajaron especialmente para el festejo no pudieron saludarla. La ex presidente llegó de Río Gallegos y cuando llegó al búnker fue directo al segundo piso a encontrarse con Alberto Fernández y estuvo a solas casi hasta el momento de bajar a dar los discursos, sin juntarse con el resto de los dirigentes. Por supuesto, entraron por momentos Kicillof, su hijo Máximo y Wado de Pedro.
Después de los festejos Fernández se quedó un rato saludando a algunos de los dirigentes que lo habían ido a felicitar. Pero no mucho. Eran muchas emociones juntas. Pensaba además en cómo iba a encarar la reunión que tuvo hoy en la Casa Rosada con Macri. Ya tenía decidido la comisión para encarar la transición con Santiago Cafiero, Wado de Pedro, Vilma Ibarra y Gustavo Béliz. La decisión estaba tomada. Ya habían mantenido reuniones en la veda electoral en las que Alberto Fernández dialogó largamente con la comisión que ahora coordinarán a otros dirigentes, mientras el presidente electo termina de definir el gabinete con el que asumirá el 10 de diciembre.
Los gobernadores del PJ tiene gran expectativa en el gobierno de Alberto Fernández y pretenden tener espacios en el futuro gobierno, como todos los sectores del PJ, y suelen decir que el presidente electo les prometió que va a gobernar con los gobernadores peronistas como aliados.
Con la vicepresidenta electa la relación de los gobernadores peronista es más distante y algunos especularon que la decisión de no pudieran subir al escenario fue del sector dilecto de ella: de los dirigentes de La Cámpora.
En Tucumán, Manzur, Bordet y Uñac se encontraran con el presidente electo para conversar sobre la transición y fijar una agenda de trabajo que incluirá a los gobernadores peronistas. Fernández entiende a su socios políticos, y los gobernadores al presidente electo: tiene que aglutinar a todo el PJ a 42 días de llegar a Balcarce 50.