Si el Frente de Todos repite la contundente victoria que logró en las Primarias del 11 de agosto en todo el país, a partir del 10 de diciembre habrá una reconfiguración del Congreso Nacional que será claramente a favor del peronismo en general y del kirchnerismo en particular.
Sin embargo, una apabullante victoria de Alberto Fernández sobre Mauricio Macri no le permitirá al espacio del ex jefe de Gabinete ser mayoría en ninguna Cámara sin tejer alianzas, algo que de todos modos no se espera que sea difícil ya que muchos bloques existentes y nuevos candidatos responden a gobernadores que ya mostraron afinidad a la fórmula Fernández-Fernández.
Diputados
Renueva 130 de sus 257 integrantes. Aquí, el bloque que hoy se llama Frente para la Victoria renueva 39 de las 65 bancas que tiene y con los resultados de las PASO llegará a 100. Pero producto de la unidad del peronismo que se dio a nivel nacional, varias bancadas que existen en la Cámara pasarán a ser parte del nuevo espacio que, suponemos, mantendrá el nombre de Frente de Todos. Esto incluye al menos 9 del bloque Justicialista, 3 del Frente Renovador-UNA y 2 de Red por Argentina, lo que le daría una representación de 114 diputados.
Sumado a esto, habrá que estar atentos a eventuales alianzas con otros bloques menores que, dependiendo el tema que se debata, podrían votar con el Frente de Todos y lo ayudarían a alcanzar el quórum propio. Los apuntados serán el Frente Cívico por Santiago, Córdoba Federal, Unidad Justicialista, el Frente de la Concordia Misionero o el Movimiento Popular Neuquino.
Por el lado de Cambiemos hay otras incógnitas que deberán develarse, más allá de cómo quedará conformado el interbloque. Para empezar, tendrán que definir si permanecen unidos cuando dejen de ser oficialismo y si el nombre será Juntos por el Cambio. Y luego las autoridades. Para una bancada que pasará a ser oposición y buscará ser competitivo de cara al 2021, esto es fundamental.
Pero, en rigor, el Gobierno pone en juego 46 de 110 escaños y, con los resultados de las PASO, quedaría en 107. Si bien se van nombres de peso como Nicolás Massot y Emilio Monzó, ambos dejarán representantes en el bloque, lo cual será clave para definir qué rol elige adoptar la bancada. Permanecerá Mario Negri y se suma Alfredo Cornejo, ex gobernador de Mendoza, de las pocas provincias que venció al peronismo este año. De lo que articulen ellos saldrá la nueva postura, que oscila entre apertura y diálogo con el Frente de Todos o cerrada y combativa, como se desarrolló en el último tiempo.
Por su parte, Consenso Federal quedará un poco relegado debido a la enorme polarización. A pesar de esto, como buena noticia tendrá que no perderá ninguna de las cuatro bancas que pone en juego y hasta podría sumar una más. De esta forma, estaría en condiciones de formar un bloque de nueve integrantes ya que algunos justicialistas como Eduardo “Bali” Bucca, Pablo Kosiner y Andrés Zottos pasarían a ser parte de la bancada.
Todo indica que el Frente de Izquierda y de los Trabajadores no logrará incorporar a Myriam Bregman, candidata por la ciudad de Buenos Aires, y finalmente solo llegará a la Cámara Néstor Pitrola, que juega en territorio bonaerense. Así, el bloque permanecerá siendo de tres con Nicoñás del Caño y Romina del Plá.
Senado
Se eligen 24 en 8 provincias: Chaco, CABA, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego. Por su funcionamiento y composición, la unidad peronista que tejieron todos estos meses Alberto Fernández y Cristina Kirchner tendrá en este recinto mayor impacto para un futuro gobierno del Frente de Todos.
De base, el bloque kirchnerista duro aumentará considerablemente de 9 a 20 integrantes ya que pone en juego solo tres escaños y, acorde al resultado de las Primarias, ganaría 14. Y aquí es cuando entra en juego la cercanía que Alberto se encargó de consolidar durante la campaña con los gobernadores para acercarse a una posible mayoría de 37 senadores.
Por ejemplo, se da casi por descontado que serán aliados del Frente de Todos Claudia Ledesma Abdala de Zamora y José Neder de Santiago del Estero, Eugenia Catalfamo de San Luis y los tucumanos José Alperovich y Beatriz Mirkin. Lo mismo ocurriría con gran parte de lo que hoy es Argentina Federal, donde se ubican Omar Perotti, Dalmacio Mera, Guillermo Snopek, Inés Blas, José Mayans y el cordobés Carlos Caserio, entre otros. Y con los pampeanos Norma Haydée Durango y Daniel Aníbal Lovera y el chubutense Mario Pais.
A toda esta estructura habría que sumarle el dato de que Cristina Kirchner pasaría a ser la presidente del cuerpo en reemplazo de Gabriela Michetti, lo cual le dará un lugar de negociación y poder mayor a la hora de impulsar medidas y juntar voluntades.
En la vereda de en frente, Juntos por el Cambio no tendría una mala cosecha si repite los resultados. Actualmente tiene 24 bancas y quedaría en 27 ya que renueva cuatro y ganaría siete. El problema que tiene es que no tiene mucho margen para sumar aliados (algunos candidatos son Carlos Reutemann de Santa Fe o Alberto Weretilneck, candidato en Río Negro) y su piso sería también su techo. Además, la unidad del peronismo lo dejaría con las manos atadas para imponer temas.