Si bien el Presidente Mauricio Macri saltó a la escena pública cuando decidió competir para jefe de Gobierno porteño por primera vez en 2003, para luego acceder a ese cargo cuatro años después, hay varios aspectos de su vida personal y política no conocidos . De cara a las elecciones en las que busca dar la batalla para ser reelecto en la Casa Rosada, Infobae realizó un repaso de varios de ellos.
1. Discriminado en el Newman
En el exclusivo Colegio Cardenal Newman al que fue la primaria y secundaria, sus compañeros de clase alta lo discriminaban al comienzo por el origen italiano de su padre y lo consideraban “hijo de un tano cocoliche”. Sin embargo, fue el único de sus hermanos que terminó sus estudios en ese colegio bilingüe de curas irlandeses de la zona norte, elegido por un sector tradicional de la sociedad de alto poder adquisitivo. El Presidente forjó varias de las amistades que hoy integran su círculo íntimo y de confianza en el Gabinete.
2. Sus ausencias como diputado nacional
Macri fue electo en 2005 diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires en representación de Propuesta Republicana, una alianza que había conformado con el economista Ricardo López Murphy. Durante 2006, alternaba su actividad como legislador con la presidencia de Boca Juniors y fue criticado por su esporádica presencia en el recinto. En 2007, en campaña para ser jefe de Gobierno porteño, estuvo ausente en todas las sesiones y votaciones. Se defendió afirmando que el Congreso “es un sitio en el que no se debaten ideas, las leyes son paquetes cerrados que envía el oficialismo y los legisladores son solo levantamanos”.
3. Multas a los funcionarios por llegar tarde
Como jefe de Gobierno porteño, Macri sancionaba a los ministros de su gabinete que llegaban tarde a las reuniones. El monto de la multa variaba según la gravedad de la tardanza. Él mismo se encargaba de recolectar el dinero en persona y lo recaudado era destinado a entidades de bien público. En su entorno aseguran que se trataba de una vieja práctica que aplicaba en la Fundación Creer y Crecer, think tank del PRO.
4. Problemas de dicción
Por consejo de su fonoaudióloga, Macri tuvo que morder lapiceras y lápices para mejorar su dicción, uno de los principales problemas que tenía en sus discursos. Fue por consejo de su asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba. También tuvo que re-entrenar su entonación y su postura, y sacarse el bigote para ablandar su imagen política.
5. Armonizadora budista
El Presidente tiene una armonizadora budista que lo ayuda a equilibrarse. "Hace unos años, cuando al entrar en política me encontré este mundo de la agresión en el que el enemigo es aquel que piensa distinto de parte del kirchnerismo, un colaborador me propuso por qué no incorporaba una armonizadora budista, que me iba a hacer bien. Y me hizo mucho bien. Me ayudó a conocerme a mí mismo mucho más, a liberar energías. La armonización me hizo mucho bien. Es una líder budista que te ayuda a reflexionar y después te genera a través de los cuencos tibetanos y de los gongs una capacidad de adentrarte en vos mismo y de conectarte con áreas tuyas de tu cerebro que tal vez no utilizás”, contó en una entrevista con la periodista Magdalena Ruíz Guiñazú.
6. Terapia grupal con empresarios y políticos
El actual Presidente asistió a sesiones de terapia grupales con el coach polaco Alberto “Tito” Lederman para trabajar el “lado emocional del poder”. Este discípulo del epistemólogo argentino Gregorio Klimovsky es uno de los más requeridos por empresarios y dirigentes políticos para trabajar la expansión de sus empresas o proyectos políticos. De sus sesiones participaron varios dirigentes del PRO, según reveló la periodista Laura Di Marco en su libro Macri.
7. La influencia de la filósofa de origen ruso
Sus ideas están fuertemente influidas por la filósofa de origen ruso Ayn Rand, que promovió la intransigencia de las creencias individuales, el elogio de lo que llama “egoísmo racional” y desarrolló un sistema filosófico conocido como objetivismo”. Rand defendía el individualismo y el capitalismo laissez faire, argumentando que es el único sistema económico que le permite al ser humano vivir como tal, es decir, haciendo uso de su facultad de razonar. Esta escritora de origen judío, nacionalizada estadounidense, es autora de las novelas La rebelión de Atlas y El manantial, dos textos que impactaron fuertemente a Macri.
8. Sus libros favoritos
Además de los libros de Ayn Rand, entre sus favoritos también están Esta noche, la libertad, una biografía de Gandhi de Dominique Lapierre y Larry Collins; Cometas en el Cielo, la novela del afgano Khaled Hosseini; La Fiesta del Chivo, del escritor peruano Mario Vargas Llosa, y La sonrisa de Mandela, de John Carlin. Macri, quien es un admirador del líder negro sudafricano, recibió el año pasado en Olivos a este periodista inglés que estuvo como corresponsal varios años en Sudáfrica.
9. Fanático de las series
Desde la irrupción de Netflix, se confiesa fanático de las series y admitió que resignó mucho del tiempo que le podía dedicar a la lectura por este motivo. Una de sus preferidas es la británica Peaky Blinders. En cuanto al cine, su favorita es la argentina ganadora del Oscar El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella, activo defensor del gobierno de Macri en los medios y redes.
10. Adicto a los dulces
Una de sus comidas favoritas son las milanesas con papas a caballo. Sin embargo, lo que más le gustan a Macri son los postres y los dulces. Dos de sus predilectos son el flan y el panqueque de dulce de leche. Amante del deporte toda su vida, es un militante antitabaco. Y si bien siempre fue abstemio, confesó que su esposa, Juliana Awada le hizo “tomar cada tanto” una copa de vino.
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