Alberto Fernández habla mucho de algunas cosas y guarda profundo silencio respecto de otras. Está seguro de ganar la elección el próximo domingo y sólo le preocupa que en Buenos Aires no se corte boleta y se vote al Frente de Todos en todas las categorías. Aún más le preocupa cómo abrirán el lunes los mercados. Como ya dijo en las PASO, en su equipo creen que sería preferible que el lunes haya feriado cambiario y hasta algunos cerca de él dicen que hoy mismo habría que poner algunas restricciones para frenar la caída de reservas ante las señales de intranquilidad por las que responsabilizan al propio Gobierno.
Fernández viene repitiendo desde hace una semana que su eventual gobierno respetará los depósitos en dólares y le reclamó a Mauricio Macri, en los debates y en cada entrevista, que sea “responsable”. “No haga más daño”, reprochó Sergio Massa en un acto el martes en Tortuguitas. “El fomento de la grieta no ayuda a nadie”, señaló molesto Felipe Solá en Mar del Plata cuando llegaba al acto de cierre de la campaña de Fernández. También él expresó la misma advertencia sobre el lunes 28. El candidato a jefe de Gobierno porteño, Matías Lammens, que el miércoles almorzó con Alberto Fernández, coincidió: “La escalada del dólar repercute en los precios. Hay que ser prudentes para que eso no suceda”. Fue evidente que el comentario lo charló con el candidato a presidente; hasta se concentraba en la diferencia de prioridades con respecto a Horacio Rodríguez Larreta en cuanto a educación y atención de la pobreza por sobre la moneda estadounidense. Daniel Arroyo, otro posible ministro de Fernández, dijo algo muy parecido. Y todos pusieron de ejemplo a evitar la devaluación del 12 de agosto.
En ese marco, Fernández ya confirmó que viajará a la provincia de Tucumán donde su amigo Juan Manzur asumirá como gobernador reelecto junto a su vice Osvaldo Jaldo en una ceremonia que tendrá lugar el martes a las 10. Incluso envió un mensaje grabado desde Mar del Plata para que se proyectara en el cierre de campaña en San Miguel este jueves. En la previa hubo incidentes y varios dirigentes cercanos a Alberto Fernández llamaron a la provincia para saber qué había pasado.
El acto del 29 será por demás simbólico y no sólo porque podría ser la primera actividad y viaje como presidente electo –si esto se confirma el domingo en las urnas– sino además porque Manzur ha sido un gran apoyo y sostén en su campaña. Fue el primero que organizó para él encuentros con sectores productivos, trabajadores y grandes empresarios. Y fue quien, con la excusa del aniversario de la Unión Industrial de Tucumán, invitó a Fernández, a diputados y candidatos, a sindicalistas y a empresarios. Les armó una previa en la que empezaron a conversar sobre un posible pacto social, el mayor objetivo del candidato del Frente de Todos para reencauzar la economía.
Para romper el hielo, Fernández había citado a solas a Miguel Acevedo a su oficina un par de días antes y dejaron abierta la comunicación directa por teléfono. Entre uno y otro también terció el cuñado del presidente de la UIA, el cordobés Roberto Urquía de Aceitera General Deheza, que terminó volviendo al peronismo y ayudando al candidato en su provincia, aun cuando aportó también a la campaña de Mauricio Macri.
Para el martes, además de Fernández, están invitados los gobernadores peronistas y varios legisladores nacionales e intendentes bonaerenses. Ya confirmaron su asistencia los más cercanos geográficamente como Sergio Uñac, de San Juan; Alberto Rodríguez Saá de San Luis; Lucía Corpacci de Catamarca; Sergio Casas de La Rioja y Gerardo Zamora de Santiago del Estero. También el presidente del PJ de Buenos Aires, Fernando Gray, y el primer candidato a diputado nacional bonaerense, Sergio Massa. Fernández irá acompañado por varios hombres clave en su futuro posible gabinete como Santiago Cafiero, Felipe Solá y Eduardo ‘Wado’ de Pedro.
La cantidad de confirmaciones obligó a cambiar el lugar habitual de los actos de asunción. Se decidió pasar del San Martín (“el pequeño Teatro Colón”) al Teatro Mercedes Sosa.
Entre los empresarios a los que se espera están Miguel Acevedo de la UIA; Adelmo Gabbi de la Bolsa de Comercio y, entre otros, Daniel Funes de Rioja de la Copal. Tras dos décadas de distanciamiento, los pequeños empresarios normalizaron la Confederación General Económica (CGE) en diálogo entre la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA). Este jueves resultó electo presidente Roberto Marquínez de la Confederación Económica de la provincia de Buenos Aires. Varios viajarán a Tucumán, entre ellos Marcelo Fernández de CGERA.
El tema es que si el domingo Fernández se convierte en presidente electo, el encuentro tomará otra dimensión. Algunos se entusiasman con que allí se avance en la idea de un pacto social. Otros son más prudentes. Los escépticos le ponen un plazo de seis meses a la tranquilidad y los optimistas, de un año. La idea sería que los empresarios mejoren salarios que perdieron contra la inflación, que los trabajadores tengan paciencia y no hagan paro y que el Estado mejore condiciones tributarias y crediticias.
“La discusión del pacto social será profunda y seria. Va a durar mucho tiempo y será una larga negociación”, le dijo a Infobae un importante dirigente que le bajó la expectativa al resultado del encuentro del martes. Depende además, sostuvo, de la contundencia del triunfo, de cuál sea el resultado electoral. Sí será otra demostración del poder político y la fuerza del peronismo y un inicio de diálogo ya en otras condiciones para, como primera medida, intentar frenar la remarcación de precios. Héctor Daer, uno de los secretarios de la CGT, también se mostró prudente ante Infobae. En el almuerzo posterior al acto habrá seguramente análisis y charlas de carácter informal para ir “imaginando entre todos” la salida. El acuerdo requiere otro marco institucional y estudios técnicos profundos entre las partes.
Además de Daer, ya tienen pasaje Buenos Aires-San Miguel de Tucumán su hermano Rodolfo Daer (Alimentación), Carlos Acuña (Estaciones de Servicio), Antonio Caló (UOM), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Luz y Fuerza), Omar Viviani (Taxistas), Osvaldo Iadarola (Telecomunicaciones) y Norberto Di Próspero (APL).
Post elecciones, Manzur daría algunas señales para superar ‘la grieta’ política. Dicen que invitó al diputado de Cambiemos Daniel Lipovetsky. En ese caso es doble mensaje, porque además de estar en distintas veredas políticas, también los separa una profunda diferencia respecto a la legalización del aborto. El legislador que deja su banca en diciembre y es candidato a diputado provincial fue uno de los impulsores de la ley de interrupción del embarazo en el Congreso. Y Tucumán, con Manzur y Juntos por el Cambio, tiene tendencia celeste.