Treinta y dos recorridas en casi un mes de campaña.
Ese será el número de eventos que Mauricio Macri habrá encabezado desde el sábado 28 de septiembre con la primera convocatoria en la Plaza Barrancas de Belgrano -en la ciudad de Buenos Aires- a hoy, cuando se presente en la capital de Córdoba, un acto que se prevé multitudinario y que servirá de escenario para el último llamado del Presidente para tratar de dar vuelta la elección del domingo.
En esta nueva modalidad de campaña, en la que el Gobierno volvió a elevar el tono de confrontación con el kirchnerismo, después de la fugaz tregua con Alberto Fernández, Macri priorizó Santa Fe, Tucumán, la Ciudad y el interior de la provincia de Buenos Aires, Mendoza, Entre Ríos y la provincia gobernada por Juan Schiaretti.
Al jefe de Estado, Córdoba le trae buenos recuerdos. Es cábala. Fue el lugar escogido para el cierre de la campaña previa a las PASO en el 2015 y la provincia que le dio el triunfo en el balotaje frente a Daniel Scioli. Fue récord, con casi el 72% de los votos. En un distrito todavía atravesado por un fuerte rechazo al kirchnerismo.
El Gobierno espera esta tarde mostrar una buena postal en el centro neurálgico de la capital provincial, frente a la Casa Radical, en la Plaza Vélez Sarsfield. Los responsables de la organización aspiran a llenar el lugar con al menos 50 mil personas. Aunque los más entusiastas fantasean con una concentración más numerosa.
En los últimos días, el distrito volvió a estar en el centro de la escena. El candidato a presidente del Frente de Todos criticó la “prescindencia” de Schiaretti, que desde su contundente triunfo de mayo, de más del 50%, mantuvo un frágil equilibrio entre Fernández y Macri.
Hacemos por Córdoba, el frente con el que el gobernador se impuso en mayo y que ahora postula boleta corta en el tramo de diputados, y el Frente de Todos se disputan cuatro de las nueve bancas en juego.
El espacio de Schiaretti cruje internamente por la posición del gobernador, el rol del senador Carlos Caserio y su vinculación con el ex jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner.
Durante la semana, Mario Negri, uno de los oradores del acto de esta tarde junto al Presidente y Miguel Ángel Pichetto, había denunciado que en su domicilio de la capital provincial recibió, en un sobre a su nombre, la boleta de Macri junto a la primera candidata a diputada por Hacemos por Córdoba. La elección legislativa acapara buena parte de la elección del domingo. De cara al Congreso que viene.
El de esta tarde será el último evento de la campaña bajo el lema “Sí se puede” que el entorno del jefe de Estado diagramó semanas después de las PASO para levantar el ánimo interno y tratar de forzar el balotaje. Y para fidelizar a un sector del electorado, que se radicalizó tras las primarias, en torno a la figura de Macri. En medio de los trascendidos vinculados al posmacrismo.
Negri, el gobernador Gerardo Morales y el senador Luis Naidenoff, uno de los sectores de la UCR que puja por el liderazgo del partido, tuvieron una activa participación en la diagramación de la estrategia. Al radicalismo no le hizo gracia la campaña a través de las redes sociales pergeñada por la Casa Rosada.
Y pidieron después de las PASO más contacto con la calle. Más territorio.
En Juntos por el Cambio tomaron nota de los dichos de Fernando Henrique Cardoso, el ex presidente brasileño, que estuvo de visita en el país en la cuarta semana de agosto. Doce días después de las primarias que dejaron a Fernández al borde de la Presidencia.
“Cuando entré a la vida política, tenía una dificultad. En Brasil, al menos, el político tiene que entregarse al pueblo. Ellos te tocan, te sacan pedazos de tu ropa para llevarse de recuerdo, y yo no estaba acostumbrado a eso. Requiere una relación emocional y eso para un intelectual no es fácil, porque la emoción es reprimida ante la razón”, dijo Cardoso en Buenos Aires, en una de sus presentaciones.
A la semana siguiente, según pudo reconstruir este medio de fuentes oficiales, el Gobierno definió la nueva estrategia tras una de las reuniones de la Mesa de Acción Política que Macri ideó tras las primarias como una manera de mostrar unidad y que ya quedó desactivada por el vigor de la campaña. Negri, Morales y Naidenoff se sentaron en esa mesa.
La nueva metodología de la campaña fue oficializada a mediados de septiembre por Marcos Peña en el encuentro en el búnker de la calle Balcarce, a cuatro cuadras de la Casa Rosada. En el que además Pichetto pidió una fuerte autocrítica y llamó a fiscalizar mejor.
La de esta tarde será la séptima localidad -la capital- que el Presidente visitará en la provincia mediterránea en estas semanas. Ya pasó por Tránsito, Los Chañaritos, Santiago Temple, Río Primero, Río Cuarto y Villa Carlos Paz. El mandatario esperará a que María Eugenia Vidal tenga su última función en el estadio de Platense para subirse al escenario montado en la Plaza Vélez Sarsfield.
Al rato, Fernández y la ex presidente se presentarán en Mar del Plata.
En las primarias, Macri obtuvo en Córdoba el 47% de los votos. Fernández, el 29,7%. El oficialismo necesita ahora sumar algunos puntos más. “Dos o tres”, se ilusionan.
En el 2015, a Macri le sobraron los votos en esa provincia. Pasaron cuatro años y una feroz crisis económica.
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