Alberto Fernández se mostró confiado de cara a las elecciones del próximo domingo, aunque imaginando un escenario de transición, reveló que desde hace tiempo no tiene diálogo con el Presidente. En ese sentido, el candidato del Frente de Todos reprochó que tras las PASO “Macri tomaba medidas y yo me enteraba por los diarios que él decía que las había acordado conmigo”.
El ex jefe de Gabinete del kirchnerismo contó que de cara al 27 de octubre llega “muy contento, satisfecho, porque estamos logrando el objetivo”. Luego de haber participado de uno de los últimos actos de campaña, en Chaco, en diálogo con TN agregó: “Tuve la oportunidad de hablar con muchos amigos del interior, conocer lo que está pasando y lo que siento es que tenemos un gran acompañamiento de los argentinos”.
“En el interior la desigualdad es muy grande”, sostuvo y comparó con el actual contexto crítico que atraviesa Chile: “Si la situación no se agudizó más (en Argentina) es por los gobernadores que hicieron todo para contener lo que el Gobierno nacional no supo hacer, al igual que los intendentes de la provincia de Buenos Aires”. Al respecto resaltó que “los argentinos tienen una paciencia enorme”.
“Mis aspiraciones para con Macri son mínimas” expresó Fernández. El candidato presidencial contó que luego de las elecciones Primarias, con la inmediata devaluación del 20%, el Jefe de Estado “me pidió hablar y yo accedí a tener un diálogo, pero después tomaba medidas que yo me enteraba por los diarios. Lo más grave es que él decía que las había acordado conmigo".
Según manifestó, como consecuencia del accionar del Presidente, Fernández decidió "no seguir hablando porque pareciera que hasta soy responsable de declarar la deuda en pesos en default, preferí que eso lo resuelva Macri, que termine su mandato y después me haré cargo de lo que me toque en suerte”, declaró pensando en un posible cambio de Gobierno.
Luego aclaró: “No tengo problemas de hablar con nadie, lo que si pido seriedad y sensatez de todos lados, hablamos de un país, no de una elección. Siento que es un juego de improvisación permanente y todo es más difícil así”, agregó.
“Después del 27 seguramente podamos tener otro tipo de diálogo con el Gobierno y con el Fondo, y que la transición sea tranquila y en paz”, expresó declarándose como ganador el próximo domingo.
Consultado por la reforma laboral y previsional que exige el FMI, el ex jefe de Gabinete declaró: “El Fondo debe entender que hay un momento donde no se le puede pedir más a la gente. El problema de la Argentina es que su economía se achicó a la mitad. Macri es desaprensivo con el tema laboral. Las soluciones que el Fondo plantea solo se encuentran en una planilla de excel pero cuando se vuelve a la gente se convierte en Chile -un modelo con tanta desigualdad que un día explota-, no se le puede quitar derechos a la gente”.
“El problema que tienen los argentinos es Macri, no nosotros. Los que no han servido, los inoperantes, los que lo hicieron adrede fueron ellos”, continuó criticando a Juntos por el Cambio y concluyó: “El domingo hay una elección y el lunes la vida sigue, hay que tomarlo con tranquilidad. Todos queremos volver a crecer y cumplir nuestras obligaciones”.
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