En la noche del domingo 11 de agosto Eduardo ‘Wado’ de Pedro llamó al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, mientras que Felipe Solá se comunicaba con el viceministro, Sebastián García De Luca, quien fue su secretario en la provincia de Buenos Aires. Ambos diputados reclamaron indignados por la falta de datos oficiales cuando ellos ya tenían la información de sus mesas testigo de todo el país que daban a Alberto Fernández ganador. Sólo se evitó el escándalo gracias a los buenos oficios políticos y el buen diálogo que mantienen los cuatro protagonistas de las comunicaciones. Este domingo el Frente de Todos repetirá el mismo esquema, con el mismo sistema de chequeo de información a partir de sus dos mil mesas testigo, una muestra representativa de las casi cien mil de todo el país.
Por indicación de Alberto Fernández, es Nicolás Trotta quien coordina la información de encuestas, bocas de urna y mesas testigo. A cargo del operativo puntual de los cómputos propios se encuentra un matemático del Instituto Patria, especialista en sistemas electorales, que junto con sociólogos y otros especialistas armaron una muestra representativa en todo el país. El 11 de agosto la diferencia entre el resultado final nacional con el de esas mesas fue de sólo 0,3%. También se utilizó en la primera elección ganada por Alicia Kirchner en Santa Cruz con la misma exactitud. Es la razón por la que el domingo repetirán el esquema.
La ubicación del centro de cómputos se mantiene en reserva por cuestiones de seguridad. Quien conoce el lugar, además de los que cumplen funciones allí, es el propio candidato a presidente que en las PASO pasó a monitorear el trabajo que comienza el viernes y continua durante todo el fin de semana hasta la madrugada del lunes. El domingo, desde temprano en la mañana, relevarán cómo se desarrolla el proceso electoral y verifican posibles situaciones anómalas.
En la Ciudad de Buenos Aires hay 150 coordinadores que funcionan a la vez como monitores políticos y ‘data entry’ de la información. Son los encargados de comunicarse con los fiscales a cargo de las mesas testigo, pedirles la información y chequear el recuento de votos.
Los fiscales de las mesas representativas fueron elegidos por los máximos referentes políticos de cada lugar. Son de probada confianza de los líderes territoriales para evitar cualquier margen de error.
El horario en que Alberto Fernández y su círculo íntimo conozcan quién será el próximo presidente de la Nación podría adelantarse respecto a lo que ocurrió el domingo de las Primarias. Según explicaron a Infobae, calculan tener los datos ya procesados entre las 20,30 y las 21. Sin PASO, con menos listas y menos candidatos (en agosto por ejemplo en Quilmes el Frente de Todos presentó cinco listas al igual que en La Plata), sin elecciones a gobernador en Santa Cruz (donde se votó con Ley de Lemas) y con elecciones ejecutivas sólo en Catamarca, Ciudad de Buenos Aires y Provincia, podrían tener antes la información. Sólo la provincia de Buenos Aires, por su magnitud, representa un desafío aunque para las mesas testigo pero sí para el resultado final.
“Faltan apenas 5 días... En las PASO fue muy importante contar con información propia para evitar la manipulación de los datos. Gracias a los compañeros y compañeras de todo el país que lo hicieron posible. El 27 de octubre volvemos a contar con el compromiso de ustedes”. El mensaje lo escribió Cristina Fernández en las redes sociales. No fue interno, ya que la comunicación a los propios se mantendrá el fin de semana por otras vías como grupos de whatsapp o mensajes directos. Fue más una advertencia para los responsables del recuento nacional para evitar, “la manipulación de los datos de parte del Gobierno”.
Fiscales, votos en blanco y el rol de Zannini
De todos modos, y a diferencia de los reclamos del oficialismo, en el Frente de Todos están conformes con la fiscalización propia. En las PASO pidieron cuidar el recuento y no dejar los centros de votación hasta que se terminaran de completar los telegramas y se enviara la información. Habrá mensajes parecidos este fin de semana.
La coordinación de la fiscalización está a cargo de cada jefe político en su respectivo distrito. En la Ciudad de Buenos Aires se dividió comuna por comuna. Todos, desde cada mesa en todo el país, deberán enviar la foto del telegrama con el resultado del escrutinio vía Telegram a Carlos Zannini, a cargo de ese operativo. El ex secretario de Legal y Técnica y ex candidato a vicepresidente en 2015, bajó el perfil después de su liberación en el marco de la causa AMIA pero pasa por el Instituto Patria y alguna vez visitó México 337, el búnker albertista, siempre por el operativo del domingo.
Tanto Alberto Fernández como Sergio Massa, convocaron en un acto de intendentes de la Primera Sección, a convencer a quienes no votan. El presidente Mauricio Macri también convocó a una mayor participación con la idea de que quienes no votan son antipolítica y podrían jugar a su favor. A la inversa, el peronismo apunta a alentar la mística de 1983. En las cuentas son dos millones de votos que podrían ampliar la participación para repetir aquel domingo de octubre en el que Raúl Alfonsín se convirtió en presidente. Fernández apeló a su figura durante gran parte de la campaña, habla de la “ética de la solidaridad” promovida por el radical.
En los equipos porteños del Frente de Todos creen que es en Capital donde puede ampliarse el porcentaje de votantes. Y que pesará más “el bolsillo” a la hora de optar entre Horacio Rodríguez Larreta-Diego Santilli y Matías Lammens-Gisela Marziotta. Como el margen para empujar un balotaje puede ser estrecho, a los fiscales los entrenaron con un pedido especial: que controlen todos los votos confusos que en ocasiones, por desconocimiento, apuro o duda, se incluyen en la planilla como votos en blanco.
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