Con los cierres de hoy en Rosario (Santa Fe), mañana en Mar del Plata (Buenos Aires) y el jueves en Córdoba, Mauricio Macri inicia el último tramo de la campaña en busca de su reelección, para la que necesita lograr el 27 de octubre un balotaje, lo que hasta ahora no parece posible. Sin embargo, todo indicaría que –cuanto menos– podrá descontar la diferencia en aquellos lugares donde perdió en las PASO, como es en el caso de Rosario, donde el Frente de Todos se impuso por 47,37% contra 27,80% de Juntos por el Cambio, una derrota por casi 20 puntos.
Esa diferencia fue letal para el Presidente, que aunque ganó holgadamente en el interior de la provincia de Santa Fe, perdió por 10 puntos en el total provincial, ya que Alberto Fernández logró 43,67% contra 33,84%. El tercer lugar en Santa Fe lo obtuvo la fórmula que postula a Roberto Lavagna, que tiene el respaldo del socialismo, que sigue siendo el oficialismo provincial hasta el 10 de diciembre, día en que asumirá el peronista Omar Perotti. El gobernador electo es un firme impulsor de la candidatura de Fernández.
Consenso Federal logró el 12,16% de los votos, el porcentaje más alto que alcanzó en todo el país, gracias al apoyo del gobernador Miguel Lifschitz y un sector importante del Frente Progresista Cívico y Social. En cambio, Juan José Gómez Centurión obtuvo 3,01%, José Luis Espert 2,94% y Nicolás del Caño 1,94%, porcentajes similares a los alcanzados a escala nacional.
El armado político de Juntos por el Cambio quedó bastante diluido para las PASO nacionales, sostenido básicamente por la estructura de la UCR, cuyo presidente, José Corral, no logró retener la intendencia de Santa Fe en las elecciones provinciales. Por lo menos, la diferencia que sacó Macri en en el departamento capital no fue tan contundente como la de Rosario, ya que Fernández logró 40,94% y Juntos por el Cambio 33,95%, o sea, siete puntos de diferencia que el 27 de octubre esperan revertir.
Por otro lado, el PRO implosionó luego de las elecciones del 2015, cuando Miguel del Sel perdió por una diferencia ínfima la gobernación provincial. Hoy, el referente es el primer candidato a diputado nacional, Federico Angelini, el joven diputado provincial de buen vínculo con la Casa Rosada.
La última vez que el Presidente realizó un acto en Rosario fue unos días antes del 11 de agosto, pero lo hizo en el Club Banco Nación, donde se instaló un escenario 360º y con invitados que debían acreditarse previamente con DNI e ingresar luego de ser identificados y tras la colocación de una “pulserita”.
El 11 de septiembre –a un mes de las PASO– cuando cambió la estrategia de campaña, Macri viajó a la zona para recorrer las obras que llevan las vías del tren Belgrano Cargas hasta el puerto de Timbúes, donde están las más importantes terminales de agroexportación de la Argentina, y luego se dirigió al Parque Industrial Metropolitano ubicado en Pérez, una localidad del Gran Rosario.
En todos los casos, se movió sin seguridad, y permitiendo que la gente se acercara. Incluso fue a almorzar a un restaurante de Fisherton junto a dirigentes de Cambiemos, antes de tomarse el avión para regresar a Buenos Aires, y su presencia fue festejada por otros comensales y vecinos que se acercaron al lugar al enterarse de que estaba, y le cantaron “Sí, se puede”, mientras le pedían que “no afloje”.
Macri realizará hoy el acto en un espacio abierto, como lo viene haciendo en otras partes de país y, también, en el Obelisco, a donde convocó a un público que, por su cantidad, se asemeja a los actos realizados al reinicio de la democracia, en 1983.
El acto se realizará a las 18 en Parque España, más precisamente en las escalinatas que están ubicadas en Sarmiento y el río, a donde espera convocar a una gran cantidad que podría llegar a 10 mil personas.
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