La localidad de Baalbek, a más de 150 kilómetros de Beirut, capital de el Líbano, es considerada por muchos especialistas como la región donde nació el grupo terrorista Hezbollah. Allí, en la pequeña ciudad de Yedeida, cerca de la frontera con Siria, nació Soher El Sukaria en 1975. Y allí vivió durante un mes, en medio de bombardeos y de una guerra civil que se extendió por 15 años hasta que su madre, Rosa, la sacó del caos y la llevó a la tranquilidad de las sierras de Córdoba.
A Yedeida regresó solo una vez, en 2009, cuando tenía 34 años. “Fue importante porque en lo personal identifiqué muchas de las cosas buenas e importante de la cultura y forma de vida”, recordó Soher El Sukaria en esta entrevista con Infobae. Practica la religión pero no usa hijab. “Me amoldo a las obligaciones, a los compromisos de mi fe, pero sin dejar de cumplir con mis obligaciones profesionales”, agregó.
“El Líbano es muy particular porque hay una única convivencia interreligiosa importantísima, religiones minoritarias que solo se encuentran allí localizadas, fieles, y que gracias al respeto y convivencia aún se mantienen. Además, al ser un país pequeño, lo ves todo mas cercano”, dice esta mujer de pelo azabache, voz suave, y que se reivindica como sunita, la rama musulmana más numerosa en el mundo.
Ocupa el segundo puesto de la lista de candidatos a diputados nacionales por Juntos por el Cambio en Córdoba, debajo del radical Mario Negri. Si se repite el resultado de las PASO, donde el oficialismo nacional se impuso en este rubro por el 41.14% al Frente de Todos (23.23%), tendrá un lugar en la Cámara Baja desde el próximo 10 de diciembre y se convertirá en la primera diputada nacional de origen musulmán en la historia de Argentina.
Mujer, musulmana y feminista
“En el Congreso voy a trabajar todo lo relacionado al género. Muy activa en buscar la igualdad entre los hombres y las mujeres, por más empoderamiento. También, la posibilidad de debatir una nueva ley de adopción para que muchos chicos que están en el sistema puedan tener una repuesta básica”, aseguró.
La descripción de su cuenta de Twitter es un resumen de su actividad profesional: Abogada, magíster en relaciones internacionales, integrante del Comité Interreligioso por la Paz (COMIPAZ), legisladora de Córdoba y presidenta del PRO Córdoba Capital.
La familia El Sukaria se instaló hace cuatro generaciones en La Falda, la ciudad cordobesa ubicada en el Valle de Punilla, y luego se radicó en la capital provincial. Sus padres, Mounif y Rosa, se conocieron en el Líbano durante una visita de integrantes de la colectividad al pequeño país ubicado en oriente medio: “De origen árabe, mi madre es argentina. Conoce a mi padre de manera circunstancial en el Líbano, se casan y al tiempo nazco, pero mi madre nunca quiso permanecer fuera de la Argentina. Cuando regresaron tenía un mes de vida”, destacó.
Mounif El Sukaria, su padre, fue un reconocido Imán (líder religioso de la fe islámica) en Córdoba hasta su muerte en 2002. “De él aprendí la importancia de la tarea comunitaria, me marcó, fue un aprendizaje para la vida. Nosotros, al ser una de las minorías que hay en Argentina, aprendimos convivir desde lo cultural, lo religioso, y de cómo te tenés que integrar socialmente, porque hay muchos preconceptos que a veces no salen a la luz. Los tenemos los seres humanos cuando desconocemos algo. En Argentina vivimos el lamentable hecho de la Embajada, la Amia, yo cursaba mi primer año de la facultad de derecho y miraban como un bicho raro, como ‘nos vas a hacer algo’”, recordó.
“Sobre lo que pasó en la Amia, mi recuerdo fue estupor y ver una imagen de mi padre agarrándose la cabeza muy apesadumbrado”, recordó, y también hizo una referencia a la firma del Memorándum de Entendimiento entre Argentina e Irán durante el gobierno de Cristina Kirchner: “Es algo que nunca comprendí; si las intenciones fueron buenas no fue lo que se mostró. Creo que hicieron un uso político con un hecho lamentable”.
Quizá, uno de los preconceptos a los que hace referencia tiene que ver con el rol de la mujer en las sociedades árabes, sobre todo la restricción de las libertades individuales. “Mi padre siempre me ayudó y me aconsejó que luchara en lo que creía, y que rompiera los moldes, todo lo contrario a lo que se pueda pensar del rol de la mujer en mi religión. Me empujaron y me ayudaron a que me desarrolle profesionalmente y mi padre decía que el siglo que viene es el de las mujeres, que me prepare”, señaló.
La derrota del Gobierno en Córdoba
El Sukaria se acercó a la política en 2011. “Fue cuando el PRO decide abrirse de lo local de la ciudad de Buenos Aires y se nacionalizó. Me llegó una invitación a participar de una reunión. Lo que yo conocía era la gestión de Buenos Aires, en cada viaje que hacía desde Córdoba veía una transformación, eso me llamaba la atención. Hacía poco que había vuelto de España, fui por una beca que gané, y la comparación me hizo entender que no quería para la Argentina lo que estaba viviendo. O me quedaba en mi casa criticando desde el televisor o participaba para cambiar las cosas desde adentro”, aseguró.
Al momento de analizar la derrota del frente Juntos por el Cambio frente al candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, señaló que el Gobierno se “enfocó demasiado en resolver los problemas que creemos que son necesarios resolver, en eso no veo que el Presidente esté arrepentido, pero sí de no haber contemplado las consecuencias de haberlo realizado en un período de gobierno”.
“Pecamos de inocentes, creyendo que las bases, como la obra pública o la forma de gobernar, se tenían que resolver en cuatro años. Pero es lo que en el fondo la Argentina necesita para crecer de manera permanente. Faltó hacer política, pero gobernando en minoría es difícil", afirmó a Infobae.
En Córdoba, como en el resto de las provincias salvo Mendoza y Jujuy, los candidatos de Macri fueron derrotados por el peronista Juan Schiaretti. Para El Sukaria, fue el resultado de no lograr “los acuerdos para ir todos juntos e ir divididos, un error imputable a todos”. Sin embargo, recordó que si se suman los resultados de las dos listas (las encabezadas por Mario Negri y por Ramón Mestre) "se podía llegar a superar o igualar al gobierno provincial.
“Mauricio Macri sigue siendo el gran elector, sobre todo por no haber olvidado cómo era antes la relación de Córdoba con el gobierno nacional. En ese sentido, tenemos mucha memoria, dignidad. Hay un concepto de rebeldía, el Cordobazo, la reforma universitaria; Mauricio representa la reforma necesaria para el país que viene”, finalizó.
SEGUÍ LEYENDO: