Los candidatos presidenciales de los extremos ideológicos sumaron su atractivo y cuota de color en el primer debate presidencial. Con sus ideas, ocurrencias y errores no forzados, Nicolás del Caño, José Luis Espert y Juan José Gómez Centurión animaron la discusión política y tuvieron momentos televisivos destacados que tuvieron una notoria repercusión en las redes sociales.
Los referentes del Frente de Izquierda-Unidad, Despertar-Unite y NOS volverán a la carga este domingo con sus agendas y propuestas disruptivas. Será la última oportunidad para traccionar la mayor cantidad de votos posible que les permita amplificar su voz ante la sociedad argentina, que definirá el 27 de octubre el destino del país en las urnas.
En el primer turno, el FIT-Unidad observó que Del Caño generó una gran atención en Twitter. Su nombre llegó a cerca de 14 millones de cuentas únicas de usuarios de acuerdo a los números que maneja su equipo de campaña, en base al análisis de la consultora Scidata. Ese alcance se tradujo en una de las principales tendencias de la noche y fue coincidente con el “minuto de silencio” que pidió por las víctimas de la represión en Ecuador.
"Esperamos repetir los resultados e impulsar más fuertemente el despliegue de las ideas de izquierda”, señalaron sus voceros.
Para el segundo debate, los candidatos tienen pautado plantear sus ideas sobre los ejes Seguridad, Empleo, Producción e Infraestructura; Federalismo, Calidad Institucional y Rol del Estado, Desarrollo Social, Ambiente y Vivienda.
La alianza del FIT-Unidad fue muy crítica por este tipo de formato ante la Cámara Nacional Electoral (CNE). En la previa del debate, los asesores de izquierda insistieron que la transmisión pautada, sin posibilidad de hacer repreguntas o cruces entre los adversarios, tiende a convertirse en un “diálogo de sordos”.
Por eso, Nicolás del Caño volverá a intervenir en la Facultad de Derecho de la UBA contra Alberto Fernández. Hará hincapié en que el candidato del Frente de Todos “no quiso o no pudo responder” sobre cuáles serán sus políticas para recuperar el salario, revisar el aumento de las tarifas y recuperar el poder adquisitivo de las jubilaciones. De igual manera, lo interpelará sobre cómo frenará la fuga de capitales o evitará nuevos “golpes de mercado y devaluaciones”.
Mas allá de la pulseada puntual con el candidato del Frente de Todos, el dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) también confrontará con Espert y Gómez Centurión. Adelantaron que aprovechará el bloque de “calidad institucional” para fustigar a los referentes de NOS y Despertar por ser despectivos con la lucha de los organismos de derechos humanos. La propia titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, calificó al militar retirado como un “salvaje” que reivindica el terrorismo de Estado.
“Estamos con dos candidatos que defienden a la dictadura genocida”, afirmaron los voceros de la coalición del FIT-Unidad.
Tras el primer encuentro, el comentario unánime entre los analistas fue la incomodidad que tuvo Gómez Centurión con el formato del debate. Nunca logró hacer pie para que sus ideas cuajen en los tiempos prefijados para cada bloque, su discurso varias veces trastabilló y tuvo que ser interrumpido por los moderadores.
“No es un candidato hecho por el marketing o el coacheo”, se excusaron desde su equipo de campaña. El Frente NOS busca mostrar al ex vicepresidente del Banco Nación y ex director de Aduana como un “ciudadano” que “ha decidido ser la voz de todos los que ven un país destruido en valores”. Además, se mostraron conformes con que Gómez Centurión haya sido un orador “propositivo” que “no mintió con los datos”.
Lo cierto es que el parco veterano de guerra de las Islas Malvinas trabajó durante estos días en la mejora de su comunicación verbal y la gestualidad, con especial énfasis en el manejo de los tiempos. Según plantearon sus voceros a Infobae, el militar retirado estuvo puliendo aspectos como el contacto visual, el control de la voz, las muletillas y la “naturalidad” en la expresión. El primer intento para desacartonar su imagen fue en su perfil de Twitter: publicó una foto alusiva al debate presidencial con personajes de Los Simpsons y Futurama.
Por su lado, en el equipo de Espert hubo optimismo por su desempeño en el primer debate presidencial. Acostumbrado a la televisión, el consultor mantuvo la tranquilidad a lo largo de la transmisión y espera repetir el resultado, advierten sus asesores.
En el contenido, el candidato de Unite fue efusivo en sus críticas al sindicalismo y en su defensa del liberalismo económico. Tuvo cierta repercusión en las redes sociales su propuesta de quitar las obras sociales a los gremios, limitar el derecho a huelga de los docentes y sus ataques a Hugo Moyano y a Roberto Baradel por “currar” -así definió- con la justicia social del peronismo.
Por el tipo de ejes que se revisarán en el segundo debate, se espera que el profesor y autor del libro “La Argentina devorada” vuelva a insistir en la desregulación del mercado laboral y cuestione el gasto público destinado a los planes sociales.
Mientras tanto, Espert se muestra relajado. Cree que la elección ya está definida y tiene poco por lo que competir. Su objetivo primario -al igual que Del Caño y Gómez Centurión- es dar una batalla ideológica frontal con el sistema político e instalarse como figura nacional. En las últimas horas, su entorno hizo circular un video que da cuenta de su estado de ánimo: un llamativo video con bloopers y yerros durante los ensayos de campaña junto al periodista Luis Rosales, su candidato a vicepresidente.
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