La posibilidad de llegar al 27 de octubre con 170.000 fiscales en todo el país, una rigurosa capacitación para evitar irregularidades o robo de votos y una App especial que se instalará para hacer un seguimiento de las mesas testigos. Con esta batería de recaudos Mauricio Macri confía en dar pelea en las urnas y alcanzar el balotaje contra Alberto Fernández.
Bajo la idea de que en la Argentina existe “un sistema electoral imperfecto que requiere tener gente en todas las mesas”, como planteó ayer Guillermo Dietrich, ministro de Transporte y coordinador general de la fiscalización de Juntos por el Cambio en todo el país, desde el Gobierno alcanzaron en los últimos días una convocatoria récord de fiscales: hasta ayer el oficialismo tenía reunidos un total de 150.000 voluntarios para controlar los comicios presidenciales y confía en que para el 27 de octubre se sumen otras 20.000 personas dispuestos a reforzar al máximo la presencia en las 100.000 mesas de votación de toda la Argentina.
"Todos los argentinos que votan deberían tener la certeza de que si uno vota a A o B debería tener ese voto en el escrutinio. No fue flojo el escrutinio, pero hay muchas cosas para mejorar. Vimos cosas para mejorar y lo vamos a mejorar. Que se quede tranquila la gente que vamos a cuidar los votos”, dijo Dietrich a Infobae al evaluar el operativo de convocatoria de fiscales que está realizando el oficialismo.
Desde la coordinación general de la mesa nacional de Juntos por el Cambio que comparte con el viceministro del Interior, Sebastián García de Luca y referentes de todos los partidos que integran el oficialismo, Dietrich está confiado en llegar al 27 de octubre con más de 170.000 fiscales.
Hasta ahora llevan contabilizados unos 150.000 voluntarios distribuidos en todo el país para que no haya robo de votos o manos extrañas al momento del escrutinio en las mesas de votación.
Si bien no hay números oficiales de la cantidad de fiscales que Juntos por el Cambio tuvo en las PASO, en el Gobierno estiman que para las primarias no superaron los 100.000 fiscales.
“Nos quedamos cortos y aprendimos. Ahora no nos va a pasar nadie”, expresó un funcionario de la Casa Rosada que junto a Dietrich también está encargado de ordenar el ejército de fiscales oficialistas.
Esta alerta que hacen en el Gobierno se sustenta en una denuncia de Juntos por el Cambio y la UCR por irregularidades detectadas en las PASO. La Cámara Electoral investiga penalmente a 65 personas por asumir funciones públicas sin nombramiento ya que según datos de la justicia unas 10.605 personas que se desempeñaron como autoridad de mesa en todo el país durante las PASO no estaban empadronados en las mismas, tal como lo prevé el Código Nacional Electoral en su artículo 75 y otras 12.000 son afiliadas a partidos políticos, prohibido por la Cámara Electoral (acordada 129/2008). En total hay más de 20.000 personas entre ambas irregularidades, lo que representa un 20% sobre el total de las 100.000 mesas habilitadas en las PASO.
Es decir, que calculan que en 1 de cada 5 mesas hubo irregularidades durante las PASO y Mauricio Macri ahora no quiere correr el riesgo de repetir ese escenario.
Los 150.000 fiscales que hasta ahora se presentaron están haciendo capacitaciones con el objetivo de llegar mejor preparados al 27 de octubre y evitar errores de las PASO.
Hasta ahora, los fiscales de Juntos por el Cambio que se presentaron voluntariamente o por el aporte de los partidos y la gente de municipios o gobernaciones está distribuida en todo el país. Aunque la intención del Gobierno es reforzar aun más aquellos distritos más complicados electoralmente como son el conurbano bonaerense, Córdoba, Santa Fe, Tucumán y Mendoza.
¿Será suficiente para Macri contar con un ejército de más de 150.000 fiscales ante 100.000 mesas habilitadas?
“Nada de ello”, respondieron a Infobae en el Gobierno. Es que no están sobrecubiertas las 100.000 mesas de todo el país ya que no es homogénea la distribución. Es que los fiscales deben rotar durante el día y no todos llegan a completar la totalidad de las mesas de votación.
No obstante, desde las oficinas de Dietrich aseguraron a Infobae que el actual esquema de fiscales reunidos permite que en muchas escuelas Juntos por el Cambio pueda poner más fiscales generales con el fin de mantener un control mayor al momento del escrutinio de las urnas.
A la vez, desde el Gobierno dijeron que uno de los temas a ajustar después de lo que ocurrió en las PASO es el reemplazo de autoridades de mesa.
También se desarrolló desde el búnker de Juntos por el Cambio una App que sólo la van a tener los fiscales generales del oficialismo para cargar los resultados de las mesas testigos y así hacer un seguimiento permanente de lo que vaya emitiendo el Correo.
"Estoy ayudando a coordinar la fiscalización en el país. Es lo que tenemos en este sistema electoral imperfecto que requiere tener gente en todas las mesas", explicó Dietrich.
Hay dos mandatos más que se emitieron en las capacitaciones a fiscales del oficialismo: el pedido especial de que no abandonen sus mesas ante la idea de un final cantado por el boca de urna y que se chequee bien el momento en que se reemplazan a las autoridades de mesa para que estos no sean afiliados a ningún partido y pertenezcan a la sección electoral.
Con todos estos recaudos definidos más el ejército de 170.000 fiscales en el Gobierno creen que estarán controladas las mesas de todo el país. Después será el turno de la elección ciudadana y de los resultados concretos de la campaña.
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