Poco después de las 9 de la mañana, Alberto Fernández, candidato a presidente del Frente de Todos, se sacaba selfies en Aeroparque antes de tomar el vuelo 1742 con destino Paraná camino al debate de esta noche en la Universidad Nacional del Litoral. La sorpresa que tenía preparada, la presencia de Daniel Scioli, no la había comentado excepto con algunas pocas personas. De hecho pidió a todos máxima reserva y que no difundieran la lista completa de sus acompañantes.
Antes de las 10 se presentó en la puerta 7 con un bolso de mano y su portatraje. Fernández no deja que nadie lleve sus pertenencias, así es en todos los viajes. Junto a él viajó la pequeña comitiva que armó: Santiago Cafiero, el hombre más cercano del Grupo Callao, su eventual jefe de gabinete; el diputado Felipe Solá que resignó su candidatura presidencial el mismo día que Cristina Fernández anunció quién era su elegido y desde ese momento comenzó a trabajar con él; un hombre de CFK al que “adoptó” para sí, el diputado Eduardo ‘Wado’ De Pedro; y los economistas de su más estrecho vínculo con los que trabaja a diario y que participan de los eventos más importantes como la cumbre en la UIA o las reuniones con representantes del BID y del Banco Mundial, Cecilia Todesca y Matías Kulfas.
También lo acompañaron su amigo del Grupo Callao Miguel Cuberos, a cargo de muchas gestiones y puentes que tiene el candidato; y esta vez su amigo y líder de una fracción del peronismo porteño, Juan Manuel Olmos, además de su vocero Juan Pablo Biondi y un posible ministro de Educación, Jaime Percyk, hoy rector de la Universidad de Hurlingham y el candidato a diputado y secretario general de ATE, Jorge Hoffman.
Durante el vuelo de 52 minutos ocuparon las posiciones habituales: Alberto Fernández viajó conversando con Felipe Solá mientras en los otros asientos más próximos se ubicaron Cafiero y Biondi.
De todos modos, no serían los únicos que entrarán al debate con Fernández. Desde el sábado al mediodía un grupo de asesores liderado por Juan Courel ya trabaja en la organización de su participación en el evento. El consultor político también preparó durante la semana una serie de materiales para que leyera el candidato sobre el esquema de la contienda. También se sumó un intendente muy cercano como es Gabriel Katopodis de San Martín, aunque la lista completa de quiénes ingresarán al VIP, tal vez para desalentar especulaciones sobre su futuro gabinete, se intentaba mantener en reserva hasta la noche.
El vuelo salió sólo con cinco minutos de demora pero llegó adelantado a Paraná. Fernández, como Mauricio Macri, no participó ayer del ensayo general en la Universidad Nacional del Litoral por lo que desde el aeropuerto de Paraná se fue con Solá, Cafiero, Biondi y Courel a recorrer el Paraninfo donde tendrá lugar el debate para hacer una prueba de sonido e imagen, recorrer las instalaciones y conversar con los productores.
Desde allí se trasladaron al hotel de ATE, en Santa Fe, un hotel ubicado en un predio de 11 hectáreas, con 84 habitaciones, todas con vista panorámica al Río Paraná y a la Laguna Setúbal. En el lobby los esperaba el resto de la comitiva además del candidato a diputado nacional santafesino Marcos Cleri y Luana Volnovich, candidata a diputada nacional por Buenos Aires. Tuvo que volver a sacarse fotos: en el hotel hay una olimpíada de veterinarios y varios le pidieron una selfie y le mandaron saludos para su ya famoso collie, Dylan.
Cuando terminaban de almorzar y arrancaban la sobremesa llegó, por tierra, Daniel Scioli, ex gobernador de Buenos Aires y candidato presidencial en 2015, al que Macri venció en el balotaje por tan sólo el 2 por ciento de los votos. Su presencia en el debate de esta noche seguramente operará como recordatorio del que lo enfrentó al actual presidente en la última elección presidencial. En aquella oportunidad, era Scioli el que cargaba con el desgaste de una gestión anterior y la herencia de la inflación y un relativo estancamiento económico, mientras que Macri actuaba con la desenvoltura del que podía prometer con cierta impunidad. Hoy, el escenario se reinvirtió y es Macri el que viene con la mochila cargada de promesas incumplidas y problemas agravados por sus errores de gestión. Fernández pidió que Scioli ocupe un lugar central, en primera fila, y seguramente lo señalará en algún momento del debate.
La estrategia la armó Fernández con su equipo. Para evitar filtraciones el sábado por la tarde llamó al ex gobernador y diputado nacional y lo invitó. Para evitar filtraciones le pidió absoluta reserva y el ex motonauta no sólo guardo silencio sino que viajó en auto para que no lo vieran en el vuelo de Fernández y su comitiva. Tan en secreto se guardó la presencia del ex candiato a presidente que los elegidos para entrar a la Universidad del Litoral se sorprendieron muchísimo al verlo en el hotel de ATE esta tarde.
Si bien los consultores políticos del espacio descreen de los efectos de la contienda sobre el electorado, reconocen que es una obligación institucional con la que deben cumplir y uno de los hechos en la sucesión de acontecimientos de la campaña global. La expectativa en las redes sociales, donde se expresa parte de los votantes (no todo, sino los resultados en las urnas probablemente serían diferentes) empezó a notarse en la tarde del sábado. Hasta algún dirigente del más estrecho grupo albertista entendió toda la estrategia esta tarde al ver llegar a Scioli. Desde el sábado a las cinco de la tarde en las redes sociales se viralizaron frases de Macri en el debate previo al balotaje. Por ejemplo cuando respondía sobre educación, pobreza, ajuste y otros temas sobre los que hoy rendirá cuentas. Scioli suele decir que es un “ganador retroactivo” y hoy en Santa Fe se siente reivindicado.
El rol de Sergio Massa
Incluso en el Frente de Todos se conformó un equipo de difusión del debate en el que trabajan coordinadamente México 337 (el albertismo puro), el Instituto Patria y el Frente Renovador de Sergio Massa. Desde ayer difunden videos y cortes de la participación de Mauricio Macri en el debate del 2015 con la intención de mostrar que “mintió" y que hoy volverá a hacerlo. Obviamente Fernández polarizará esta noche con él y viceversa.
Dos son los ausentes en Santa Fe: Cristina Kirchner es la única candidata a vicepresidenta que no viajó. Se encuentra en El Calafate donde mañana presentará su libro “Sinceramente”. Y Sergio Massa, el más experimentado en debates, que tenía previsto viajar pero que se quedó en Buenos Aires porque esta misma mañana le dieron el alta a su mujer, Malena Galmarini, que estuvo internada casi una semana y tiene 15 días de resposo tras haber sido intervenida quirúrgicamente por un quiste ovárico.
El jueves Fernández visitó a Malena Galmarini en el Instituto del Diagnóstico. Cuando le preguntó cómo estaba ella, que es candidata a diputada provincial, le contestó lagrimeando: “Se me acabó la campaña”. El candidato a presidente la calmó: “Tranquila, ayudame haciendo radios”. Y a Massa para hoy le pidió lo mismo por lo que será una especie de vocero antes y después del debate.
En ese marco un rato antes del inicio de la transmisión, Massa dio una entrevista a CNN Radio en la que dejó ver cuál es la línea del Frente de Todos y cuál será el mensaje dará Fernández por un lado y la militancia y voceros autorizados en paralelo en las redes y medios de comunicación con su opinión. “En el 2015, Macri dijo que lo evalúen por cuanto bajó la pobreza y perdió 40 a 0. ¿Cómo podría contestar hoy una repregunta alrededor de ese tema?”, señaló el tigrensa al subrayar que a pedido del actual presidente no habrá intercambio entre los contendientes. E insistió con el único concepto sobre el que insiste todo el equipo: "El debate está devaluado porque habrá un mentiroso profesional como Macri. ¿Cómo creer en el debate si hace cuatro años dijo una cantidad de mentiras innumerables?. No cumplió ninguna y ahora vuelve a hacer promesas”, sostuvo Massa al dejar claramente expusta la postura de esta noche.
FOTOS: Adrián Escandar
Seguí leyendo: