Mañana domingo será un día histórico. Por primera vez, a las 21, en la Argentina habrá un debate presidencial pautado por una ley votada el 23 de noviembre de 2016, que modificó el Código Nacional Electoral para incorporar un nuevo capítulo sobre “la campaña electoral y el debate presidencial obligatorio”. Allí, en esa ley 27337, se estipuló que la Cámara Nacional Electoral es la encargada de organizar esta instancia democrática, a tono con las democracias más sólidas del mundo.
Convocadas en la sede de la CNE las coaliciones políticas que superaron el piso electoral, los representantes de los candidatos presidenciales acordaron reglas precisas, entre ellas, la cantidad de invitados que cada uno podrá llevar para la ocasión. A saber, 15 acompañantes que estarán a tiro de las cámaras en las butacas del auditorio de la Universidad Nacional del Litoral, cinco asesores que podrán quedarse en bambalinas para asistir al candidato y cinco autorizados a entrar al camarín para darle la última preparación.
En el caso de Mauricio Macri, los autorizados son el candidato a vicepresidente Miguel Angel Pichetto, los ministros Jorge Faurie (de Relaciones Exteriores y Culto) y Luis Miguel Etchevehere (de Agroindustria), el vicejefe de Gabinete y secretario de Modernización Andrés Ibarra, el presidente y secretario general del PRO, respectivamente, Humberto Schiavoni y Francisco Quintana, además de los candidatos a diputado nacional en Santa Fe, Federico Angelini y Ximena García.
A último momento, también fue incorporado al grupo Santiago Nieto, el experto en comunicación política que es socio de Jaime Durán Barba y que trabaja a la par en la estrategia de posicionamiento de Macri desde 2004, aunque es mucho menos conocido porque no le gusta la exposición pública. Es ecuatoriano y coautor de La política en el siglo XXI, El arte de ganar y Dónde está la gente, entre otras obras que escribieron juntos.
Entre los 15 invitados estará un solo diputado, Waldo Wolf, y el presidente de la Coalición Cívica y candidato a diputado, Maximiliano Ferrero. También Iván Petrella, Daniela Brocco y Alejandro Rozitchner, que trabajaron en la preparación del debate presidencia, y el subsecretario de Medios Gustavo Gómez Repetto.
Los verdaderos VIPs del grupo Macri son los cinco que pueden ingresar al camarín y también podrán estar en bambalinas, para asistir al Presidente antes y durante el debate. Son los que tendrán la pulsera más preciada y serán Juliana Awada, el jefe de Gabinete -y jefe de campaña- Marcos Peña, el secretario general de la Presidencia Fernando De Andreis, y los dos principales responsables del discurso presidencial, Hernán Iglesias Illa y Julieta Herrero.
Por último, los cinco autorizados a ingresar al camarín, donde podrán repasar con Macri las líneas fundamentales de lo que dirá en los minutos que ya tiene asignados y las respuestas posibles en el debate que puede generarse son el asesor estrella Jaime Durán Barba, el secretario de Medios Jorge Grecco y el vocero presidencial Iván Pavlovsky. También están autorizados Darío Nieto y Micaela Méndez, secretario y fonoaudióloga de Macri, respectivamente.
Fuera del auditorio de la UNL se ubicará la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien ya tiene preparado el sistema de monitoreo para controlar los accesos y el ingreso a la sala donde se realizará el debate. Es que al haber entre los participantes un candidato que es Presidente en ejercicio, los protocolos de seguridad son estrictos e incluso participa Casa Militar.
Por eso, el único dato que Infobae no pudo conseguir es uno sencillo pero que está guardado bajo cuatro llaves: el color de las pulseritas para el ingreso.
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