En su último informe, difundido el pasado 30 de septiembre, el INDEC reveló que la pobreza en el país escaló al 35,4% y alcanzó a 15,9 millones de argentinos. En relación a este índice, el asesor presidencial y ex vicejefe de Gabinete Mario Quintana participó de un seminario en la UCA donde fue explícito: “Como clase dirigente, le tenemos que pedir perdón a nuestros pobres, hay mucha gente que la está pasando muy mal, y yo asumo la responsabilidad que me toca, la culpa que me toca”.
El ex funcionario, cercano a Elisa Carrió e integrante de le mesa de acción política que creó el presidente Mauricio Macri para atravesar la crisis, integró el panel “Acuerdos sociales y políticos para la superación de la pobreza”, junto al secretario general de CGT, Héctor Daer; el ex ministro de Trabajo del kirchnerismo Carlos Tomada, y Esteban Castro, uno de los referentes de la CTEP, entre otros.
Durante su discurso, Quintana aseguró que Argentina “en cada crisis deja una nueva capa de hermanos postergados”, y que “como comunidad no hemos podido encontrar reglas de conveniencia que nos permitan tener una senda de prosperidad, justicia social e inclusión sostenible en el tiempo”. “Estos 15 millones de pobres es un llamado urgente que nos llena de dolor y vergüenza”, reconoció.
Además, destacó la necesidad de convocar a todos los sectores para resolver la pobreza en el país “con una actitud de profunda humildad y de no ver en el otro una agenda perversa, porque tenemos que reconocer que aún en las diferencias se busca el bien de todos, empezando por los más humildes”.
Según Quintana, los números en el país “no cierra”, con un gasto público nacional cercano al 80% en inversión social, pero con un “35% de pobreza y una presión fiscal agobiante”. “Tenemos un serio problema de ordenamientos de responsabilidades públicas entre Nación, provincias y municipios”, señaló.
Por otro lado, el ex vicejefe de Gabinete junto a Gustavo Lopetegui, a quiénes el propio Macri definió como sus “ojos e inteligencia”, se refirió al reelevamiento de barrios populares que coordinó junto a la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley.
“Se está terminando de trabajar en la reglamentación de la ley que se aprobó en el Congreso. No importa quién gobierna, tenemos que asumir la integración de los barrios populares, dándoles trabajo a los que viven allí. La estimación es que con 5 puntos del PBI se hace esto, y si uno lo proyecta a 10 años será 0.5 por año. Creo que es un tema de decisión política, podríamos tener dentro de 10 años un piso de dignidad en términos de hábitat , ambiente y vivienda para todos los argentinos”, expresó Quintana.
La mencionada ley, realizada en conjunto con organizaciones sociales, declara de utilidad pública y sujetos a expropiación todos los terrenos ocupados fiscales (nacionales y municipales) y privadas. A partir de esto, el Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de la aplicación de la ley, comenzará, en conjunto con la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), a titular las tierras a favor de las familias que viven allí. En estos barrios viven más de 4 millones de personas.
Por otro lado, y con relación al índice de pobreza difundido por el INDEC, la indigencia (las personas que no tienen ingresos suficientes para hacer frente a las necesidades alimenticias) trepó al 7,7% durante el primer semestre del 2019, frente al 4,9% del mismo período de 2018. Se destaca la profundización de la pobreza extrema en el proceso de deterioro de la condiciones de vida, la cual aumenta en un 57,1%. La cifra es la más alta en la era Macri: 3,2 puntos porcentuales más desde el 32,6% que se registró el primer semestre de 2016 (entre 2007 y 2015 el Indec estuvo intervenido).
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