Las defensas de los empresarios Cristóbal López y Fabián De Sousa presentaron seguros de caución para hacer frente a la fianza de $60 millones que les impuso el juez federal Claudio Bonadio para salir de la cárcel de Ezeiza, luego de que el viernes pasado la Cámara Federal les otorgara la excarcelación en dos tramos de la causa de los cuadernos de la corrupción.
Los empresarios eligieron esa opción porque tienen sus bienes y cuentas embargadas en las causas judiciales en las que están acusados y no pueden utilizarlas para pagar la fianza.
El uso de un seguro de caución requiere una serie de trámites que podrían demorar hasta mañana la salida de prisión.
Los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Berturzzi les otorgaron el viernes pasado la libertad a López y a De Sousa en dos tramos de la causa de los cuadernos de la corrupción: una por lavado de dinero por departamentos en el edificio de Cristina Kirchner en Juncal y Uruguay y otra por la cartelización de la obra pública.
Señalaron que en esos expedientes no tienen el procesamiento confirmado y que el propio fiscal Carlos Stornelli avaló sus salidas de prisión. “No vislumbrándose por el momento elementos que permitan suponer un comportamiento obstructivo que, en adelante, pongan en riesgo el avance de la investigación, ni presumir que, de recuperar el imputado su libertad, podría intentar eludir la acción de la justicia, el señor Fiscal no se opuso a que se conceda el beneficio peticionado”, concluyeron los camaristas.
La Cámara dispuso que el juez Bonadio fije la fianza para recuperar la libertad y ordenó que ambos acusados cumplan con la obligación de presentarse periódicamente ante el Tribunal, no ausentarse sin previo aviso de su domicilio por más de 48 horas, la retención de sus pasaportes y librar orden expresa de prohibición de salir del país.
El viernes a la tarde, Bonadio estableció la fianza en 60 millones de pesos. La Cámara también le había dicho al juez que el monto del dinero “revista razonabilidad suficiente, de manera tal que no torne ilusoria la libertad del imputado”. “En el presente caso, se recomienda al juez de primera instancia tener en cuenta el concreto marco fáctico imputado, en el cual los bienes involucrados se hallan debidamente cautelados anulando ello, de momento, la existencia de un concreto riesgo que haga peligrar la posible recuperación de activos”, resaltaron los camaristas Bruglia y Bertuzzi.
López y De Sousa pasaron el fin de semana en prisión ultimando la estrategia para el pago de la fianza. Esta es la segunda excarcelación que logran en menos de un mes. Ya lo habían hecho a mediados de septiembre en la causa “Oil Combustibles”, que está en etapa de juicio oral.
El Tribunal Oral Federal 3 los liberó luego que ambos empresarios fueron sobreseídos en un expediente por la presunta venta irregular de acciones de su Grupo Indalo. Esa presunta venta era la base para sus detenciones.
Además de la causa de los cuadernos, Bonadio tiene otro expediente en el que investiga a López y a De Sousa. Es por presuntas irregularidades en la construcción de un acueducto en el sur del país. Las defensas pidieron una exención de prisión, lo que les permitirá seguir siendo investigados pero en libertad, pero el juez las rechazó.
Eso implica que esté latente un posible dictado de una nueva prisión preventiva en ese expediente, lo que por el momento no se concretó. Además, las defensas apelaron el rechazo de la exención para que sea revisada por la Cámara Federal.