Horacio Rodríguez Larreta dice que se preparó para una elección de tres tramos: primarias, primera y segunda vuelta. Pero desde el día después de las PASO trabaja a tiempo completo para ganar el 27 de octubre y no tener que llegar a una balotaje con Matías Lammens, el candidato del Frente de Todos. En las primarias, la diferencia fue de 14 puntos: 46% a 32%. Pero el proyectado, con votos válidos, lo posicionó al alcalde apenas por encima del 50% necesario para evitar llegar a noviembre.
En el equipo de campaña del jefe de Gobierno hacen números. Sacan cuentas. Desmenuzan los focus groups realizados por el español Roberto Zapata, el integrante más preciado del equipo de Jaime Durán Barba. Y se defienden por las especulaciones en torno a la popularidad de Mauricio Macri, por el análisis en torno al porcentaje obtenido en las primarias, y por el eventual envión K en caso de balotaje si es que Alberto Fernández consigue al final consagrarse el 27 de octubre.
“Especular si un voto más, si un voto menos, no creo que eso cambie si vamos juntos o separados”, dice Rodríguez Larreta a Infobae. En su entorno juran que la imagen de Macri no cayó desde las PASO hasta estos días. Al menos no en forma significativa, a pesar de que la crisis económica empeoró y, por ejemplo, la inflación se disparó. Por el contrario: subrayan que el votante del PRO se radicalizó. El jefe de Gobierno ordenó en ese sentido saturar la calle. Afianzar al núcleo duro. Y volcar todo el Estado en los barrios del sur. Para acortar la brecha con el kirchnerismo.
—¿Cree que llega a ganar en primera vuelta?
—Estoy trabajando mucho, con esta transformación que venimos llevando adelante. La campaña es contarle a la gente qué vamos a hacer en la Ciudad en los próximos cuatro años. Siendo que había obras que no se habían hecho nunca, y las hicimos.
—Usted sacó en las PASO el 46%, con el proyectado quedó apenas por arriba del 50%, que es el número para ganar en primera vuelta. Usted municipaliza la elección, ¿pero teme que la campaña se nacionalice y eso le juegue en contra?
—Pero la elección es a jefe de Gobierno, yo hablo de la responsabilidad que tiene un jefe de Gobierno. Cuento lo que voy a hacer si la gente me acompaña. En la Ciudad nunca se ganó en primera vuelta, no existe. Uno apunta a una elección de PASO más dos vueltas. Pero eso no cambia. Mi rutina no cambia demasiado: todos los días de mi vida estoy en un barrio distinto.
—Las encuestas, al menos las que he visto, muestran que mano a mano usted frente a Matías Lammens está por arriba del 50%, pero con boleta completa, junto a Mauricio Macri, baja. ¿Le jugó en contra no desdoblar?
—Yo no hago mucho esas especulaciones. La verdad que hicimos una muy buena elección en la Ciudad, y yo siento en la calle que la gente valora el trabajo que hicimos en la ciudad y estamos haciendo. ¿Sabés la cantidad de años que en Mataderos la gente me reclamaba el Polo Educativo? ¿Sabés la emoción cuando lo inauguramos? Siento que la gente valora eso. Especular si un voto más, si un voto menos, no creo que eso cambie si vamos juntos o separados. Si hay una valoración de la gestión, eso no va a cambiar por la fecha de la elección, por la boleta junta o separada o no.
—Ya que mencionaba a Mataderos, en el sur de la Ciudad no le fue tan bien como esperaba, al menos en algunas de las comunas del sur. ¿Eso fue la crisis económica?
—Obviamente que la situación económica condiciona. Posiblemente no hemos comunicado suficientemente claro. Lo importante es lo que vamos a hacer. En la zona de Mataderos nos fue bien...
—Yo le hablaba más al sur...
—Incluso yendo a la zona más de Lugano va a estar terminada toda la obra de la cloaca, que hoy todavía no la ven, va a estar terminada en el próximo mandato. Se inauguró la escuela hace poco en Escalada. Yo voy a seguir con la misma tesitura.
—¿Y cree que en algunos de esos barrios, como en la Villa 31, donde hicieron inversiones y urbanizaron, les faltó política?
—Obras hicimos en todos lados, en toda la Ciudad. Inauguramos una escuela por mes. Es cierto, la gente no tiene por qué votarnos en todos lados. Como elección general en la ciudad fue muy buena, y es un orgullo. Posiblemente en algunos barrios tengamos que explicar un poco mejor, y es lo que estamos haciendo.
—¿Y están haciendo más política?
—No sé si es hacer política la palabra.
—Hay una palabra que es “clientelismo”, que al PRO no le gusta mencionarla pero hay quienes dicen que en algunos barrios están haciendo más política y más clientelismo.
—No, si vos entendés por clientelismo que a la gente le vas a dar alguna ayuda a cambio de que te voten, eso no...
—¿Eso no lo hacen?
—Eso no lo hacemos, y de vuelta, yo he leído algunos cuestionamientos de que no nos fue tan bien porque no lo hacemos. No lo hacemos y no lo vamos a hacer. No es nuestro espíritu. Sí posiblemente, si hacer política es juntarte con la gente para explicar tus proyectos, eso sí, lo tenemos que hacer más y mejor en algunos lados, y lo estamos haciendo.
“Si se entiende por clientelismo que a la gente le vas a dar alguna ayuda a cambio de que te voten, eso no...”
—¿Es cierto que ya está pensando en el postmacrismo?
—Yo estoy pensando en la gestión y en la responsabilidad que tengo hasta el 10 de diciembre. Y estoy pensando en los planes, en los trabajos, los proyectos que haríamos si la gente me vota.
—¿Se preparó para el debate de la semana que viene?
—Voy a decir lo mismo que digo acá. El debate tiene un poco más de tiempo, está más ordenado por temas. Le voy a poner mucho foco a la transformación educativa. Es lo mismo que hago siempre.
—¿Cree que María Eugenia Vidal tendría que haber desdoblado la elección?
—Son especulaciones, hay que hablar sobre la realidad, la elección se puso la fecha, ella puso la fecha, y yo le tengo mucha fe. Es una de las mejores dirigentes que tiene la Argentina.
Promesas de campaña
Este jueves, el jefe de Gobierno presentará en el sur de la Ciudad, donde ordenó saturar con promesas, política y obras para tratar de acortar la brecha con el Frente de Todos, con los principales candidatos –Diego Santilli, Martín Lousteau, Guadalupe Tagliaferri y Maximiliano Ferraro– las 10 propuestas de gestión para el segundo mandato, si es que consigue la reelección. Vinculadas a educación, salud, seguridad, transformación urbana y obras, cultura, cambio climático y “jóvenes y futuro”.
Entre las promesas sobresalen la educación digital y robótica desde la sala de 5 en las escuelas públicas; la instalación de 10 mil nuevas cámaras de seguridad; la historia clínica y el médico de cabecera disponibles en el sistema público de salud; la revalorización del casco urbano; la plantación de 100 mil árboles destinados a “oxigenar la Ciudad”; la implementación de miles de becas para la formación profesional de jóvenes y capacitación para 100 mil emprendedores, y la eliminación de todos los pasos a nivel del Ferrocarril Sarmiento, que une el oeste del Gran Buenos Aires con el barrio porteño de Once.
Esta última, según la administración local, es la obra más emblemática y relevante de la próxima gestión de Rodríguez Larreta si se impone en las elecciones de octubre, o en el balotaje de noviembre. Aún está en estudio si es conveniente levantar la traza del tren o seguir con el soterramiento, como el plan original que llegó hasta la General Paz y que quedó enlodado por el escándalo de la constructora brasileña Odebretch.
La licitación por la concesión –vencida– de la red de subterráneos también sufrió coletazos, pero por la investigación de los cuadernos del chofer Oscar Centeno, que puso en jaque a varias de las principales contratistas de obra pública del país. Entre ellas al Grupo Roggio, la controlante de Metrovías. La empresa se presentó al concurso junto a la compañía alemana de trenes, frente a otros dos consorcios que ofertaron por la concesión. La licitación se retrasó. En el entorno de Rodríguez Larreta dicen ahora que, en caso de ser reelecto, el ganador se conocería antes de fin de año.
Por ahora, el jefe de la Ciudad no quiere dar pistas sobre un futuro y eventual gabinete. Guadalupe Tagliaferri, actual ministra de Hábitat y Desarrollo Humano, se irá al Senado junto a Martín Lousteau si se repite el resultado de las primarias.
En el caso de Diego Santilli, aún no está claro si seguirá al frente del Ministerio de Justicia y Seguridad, en la doble función, también como vicejefe de Gobierno, como en la actualidad, si Rodríguez Larreta gana las elecciones. Pero hay versiones que dan cuenta de que, en ese escenario, el jefe de Gobierno podría desdoblar el ministerio y separar Seguridad de Justicia. Ya hay danza de nombres para ambos puestos.
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