En 2018 se registraron 834 denuncias por antisemitismo, un 107% más que en 2017, y la mayoría de estos ataques discriminatorios contra la comunidad judía se ejecutaron a través de páginas web y redes sociales. Desde 1998 -20 años- que no se explicitaba un incremento de estas expresiones xenófobas cuando Argentina es reconocida a nivel mundial por el grado de tolerancia y diálogo entre todas sus comunidades religiosas.
En 2017 se presentaron 404 denuncias, mientras que un año más tarde, ese número saltó a 834 hechos de antisemitismo, que fueron recogidos por la Mesa de Denuncias de esa entidad judía. El dato surge del informe anual que presentará mañana la DAIA, realizado junto aI instituto Gino Germani y el Centro de Estudios Sociales (CES).
“El incremento de mensajes antisemitas es un fenómeno que se venía dando en la Argentina hace tiempo aunque se observó en el último año un nuevo elemento que es el de ataques personales a referentes de la comunidad judía como el rabino de Rosario o lo que pasó en Buenos Aires con una agresión a gente que utilizaba kipá, que eran hechos vistos en Europa pero no en Argentina", expresó Jorge Knoblovits, presidente de la DAIA.
“Las principales causas de estas reacciones antisemitas creemos que tienen que ver con la pérdida de memoria colectiva, por el incremento del discurso del odio y el anonimato en las redes sociales”, añadió.
La mayoría de las denuncias sobre antisemitismo se dan en la Ciudad de Buenos Aires, que alcanza un 68% y es comparativamente muy superior a los registros del resto del país. Al parecer, esto tiene una explicación: la mayor posibilidad con la que cuentan los porteños de presentar sus denuncias frente a situaciones de discriminación. De hecho, la DAIA creó una app para facilitar la canalización de las denuncias de antisemitismo en todo el país.
Respecto de los tipos de antisemitismo que predominaron en el 2018, se observó que un 27% estuvo representado por el tipo expresión xenófoba, un 18% por la categoría Medio Oriente y un 17% por las categorías simbología nazi y conspiración/dominación del mundo respectivamente.
Al hacer un análisis más fino de las denuncias de hechos discriminatorios, la DAIA pudo determinar que la mayor proporción de los hechos antisemitas denunciados (71%) corresponde a casos acontecidos en sitios web, mientras que el 17% corresponde a redes sociales. Asimismo, solo un 3% de los casos se dio en el espacio público, ámbito que hasta hace pocos años se caracterizaba por presentar la mayor proporción de situaciones de segregación.
Así, según se evaluó en las redes sociales, en Facebook es donde se registró el mayor porcentaje de hechos denunciados (72%); lo siguen Twitter (16%) e Instagram (8%). Las redes con menos casos denunciados son YouTube (3%) y Woxed (1%).
Desde este punto de vista, tanto Knoblovits como el resto de las autoridades de la DAIA, están convencidos de que en la Argentina se debe trabajar en la concreción de mecanismos legales-administrativos y de cooperación internacional que posibiliten que los delitos cometidos online no se vean respaldados por la impunidad que ostentan empresas de tecnología que operan de manera trasnacional.
No obstante, el mayor desafío según señala la DAIA se encuentra en la prevención de las conductas discriminatorias, ya que el odio precede a la web.
El informe contempla un prefacio breve del presidente de Conferencia Episcopal Argentina de la Iglesia Católica, monseñor Oscar Ojea quien sostuvo: “Nuestra sociedad necesita renovar el compromiso de trabajar para evitar todo tipo de discriminación racial, social, religiosa, cultural, la cual denigra la dignidad de la persona humana y hace imposible una convivencia sana. Poder aceptarnos es un fundamento para la paz”. Y valora así el diálogo interreligioso fomentado por el Papa Francisco.
Desconocimiento
Por otra parte, la investigación del Instituto Gino Germani contempló una encuesta nacional sobre las representaciones sociales acerca de los judíos en la Argentina. Este trabajo determinó, entre otros datos, que el 53 % de los encuestados cree que hay discriminación hacia los judíos; el 87 % desconoce o tiene una idea errónea de lo que es el Sionismo; el 61 % está de acuerdo con el prejuicio antisemita de la "influencia" de los judíos en los Mercados Internacionales; y el 47 % considera que los judíos son los primeros en darle la espalda a la gente necesitada.
Estos datos fueron producidos durante los meses de junio y julio de 2019 con el objetivo de evaluar las actitudes hacia las personas de origen judío en la población argentina en la actualidad y comparando con un estudio similar realizado en 2010. El tamaño de esa muestra fue de 1443 casos en todo el país.
A su vez, existen al menos 10 categorías principales, entendidas en el informe de la DAIA como “núcleos duros” de expresión antisemita. Para este caso, se tomaron en cuenta solo cinco de ellas que reflejan algunas modalidades de expresión antisemita:
1. Expresiones xenófobas tradicionales: agresiones a judíos sin mayor explicitación, es decir, simplemente por su diferencia en términos de “otredad”.
2. Apelaciones a la avaricia o la explotación: referencias a los judíos como avaros, explotadores o que utilizan el dinero en cualquiera de sus formas para extorsionar o hacer sufrir a algún miembro de la sociedad.
3. Antisemitismo nacionalista: se relaciona con expresiones discriminatorias en las cuales “lo judío” se opone a “lo nacional”, ya sea en términos religiosos, de intereses comunitarios, o simplemente como un agente que no tiene derecho a residir en el país.
4. Dominación del mundo - conspiración: relacionado mayoritariamente por la retórica instaurada en Los Protocolos de los Sabios de Sion, refiere en general al carácter conspirativo de los judíos o el “poder judío”, su presunta voluntad o capacidad real de dominar países y organismos internacionales “desde las sombras”.
5. Medio Oriente, también denominado “antisemitismo contemporáneo”: refiere a todas aquellas estructuras discursivas antisemitas que se utilizan para criticar al Estado de Israel, el movimiento sionista o los judíos en general.
El informe de la DAIA contempla finalmente un anexo con el detalle da cada una de las denuncias detectadas en el 2018.