Con el 99% de la mesas escrutadas, el frente oficialista Cambia Mendoza se impuso con el 49,88% de los votos ante el kirchnerismo, que obtuvo el 34,97%. Protectora Fuerza Política sacó el 8,44% y el FIT, 3,30%.
Pasadas las 20, la primera en salir a hablar fue la candidata kirchnerista Anabel Fernández Sagasti quien reconoció que la diferencia a favor del oficialista Rodolfo Suárez era “irremontable”. No obstante, aseguró que en su espacio están “muy contentos” por la gran cantidad de votos que obtuvieron.
“La diferencia es irremontable, he llamado al próximo gobernador para felicitarlo. Estamos muy contentos porque sabemos que nuestro frente venía reconstruyéndose y hemos logrado una gran cantidad de votos en Mendoza”, aseguró la senadora de La Cámpora. También agradeció la labor de los militantes y fiscales de mesa.
“Me van a tener en el Senado de la Nación defendiendo los intereses de la provincia”, prometió. La legisladora recibió un fuerte respaldo de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y todos los gobernadores del PJ, pero no le alcanzó para lograr dar el golpe en la elección mendocina.
Minutos después, la vicegobernadora Laura Montero se mostró satisfecha debido a que la participación superó el 82%. “La gente ha valorado la gestión y los cambios estructurales. Este esfuerzo requiere de más de un período y por eso se lo están transmitiendo a Rodolfo Suárez", señaló.
Por su parte, la primera figura del ámbito nacional en salir a festejar la victoria fue el candidato a senador por la ciudad de Buenos Aires, Martín Lousteau, quien calificó a Alfredo Cornejo como “el mejor gobernador de la Argentina” y aseguró que la “gente vota a una persona que resolvió los problemas”.
“Suárez ganó por su gestión también y por la de Cornejo. Argentina tiene que mejorar la gestión estatal”, dijo el dirigente radical.
El diputado nacional de la UCR y presidente del interbloque de Cambiemos, Mario Negri, señaló que “la gente distingue y elige” pero reconoció que “tampoco hay que confundirse, eso no garantiza ningún resultado nacional”. Aunque agregó: “Es un aporte significativo en el clima que está viviendo la Argentina".
En esa línea, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, planteó que si bien en “agosto (las PASO) han sido un palazo, octubre es otra elección”. “Estamos viviendo un clima diferente, nada está ganado y nada está perdido, estamos trabajando”, agregó.
El peronismo K anhelaba un batacazo de Fernández Sagasti para recuperar una de las provincias más grandes del país, que durante los últimos cuatro años fue gobernada por el radicalismo de la mano de Alfredo Cornejo. Sin embargo, obtuvo un revés duro ya que la derrota alcanza los quince puntos de diferencia.
Este resultado representa una dura derrota para La Cámpora debido a que Fernández Sagasti era la única candidata de esta agrupación que aspiraba a gobernar una provincia. Además, la senadora mantiene una relación de mucha cercanía con Cristina Kirchner, quien la apoyó desde el inicio de la campaña.
Durante la campaña Alberto Fernández visitó en reiteradas oportunidades la provincia y Cristina Kirchner estuvo pendiente de cómo iba avanzando en las encuestas su compañera de bloque en la Cámara alta. El respaldo a la senadora fue permanente.
En el caso de Suárez, el oficialismo local apeló a provincializar la elección - el camino inverso al que tomó el peronismo - y les pidió a los mendocinos votar sin pensar en las elecciones generales de octubre. Una forma de evitar que los votantes vinculen la imagen del candidato local con la de Mauricio Macri.
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