Los mendocinos votan este domingo a su próximo gobernador, que saldrá de cuatro candidatos: Rodolfo Suárez (Cambia Mendoza), Anabel Fernández Sagasti (Frente Elegí), José Luis Ramón (Protectora Fuerza) y Noelia Barbeito (FIT) Teniendo en cuenta el resultado de las PASO, todo indica que los votos estarán polarizados entre Rodolfo Suárez, el candidato oficialista; y Anabel Fernández Sagasti, la referente del peronismo. Hay 1.406.082 personas habilitadas para sufragar. Mendoza es la quinta provincia en cantidad de electores y una de las cinco en poder de Cambiemos.
Noelia Barbeito fue la primera en emitir su voto. Pasadas las 8.30 salió del cuarto oscuro de la Escuela Osvaldo Borghi, en el Cano, y lo primero que hizo frente a las cámaras de TV fue pedirle a los mendocinos que vayan a votar a pesar del alerta meteorológico por el viento zonda y los 35° de máxima que se esperan para la jornada. “Es un día con mucha expectativa esperando que los mendocinos y mendocinas vayan a votar pensando en el futuro y sin resignación”, remarcó la candidata de la izquierda.
Luego fue el turno del candidato de Protectora, José Luis Ramón, quien se mostró confiado en ganar la elección provincial. “Voy a ser el próximo gobernador de Mendoza. Por ahí la polarización que vendieron desde Buenos Aires no se da con Protectora porque ninguno de los partidos tradicionales tienen garantizados los votos que dicen las encuestadoras”, dijo Ramón.
Desde Godoy Cruz, donde votó el gobernador Alfredo Cornejo, se escucharon fuertes críticas al kirchnerismo. Cornejo acusó a la fuerza opositora de nacionalizar la elección y aseguró: “Los que han nacionalizado la elección forman una fuerza que vino a decirle como tienen que votar los mendocinos, que trajeron aviones privados, que hicieron un aparataje político digno de la corrupción K y de todo lo que ya hemos vivido en Argentina con los bolsos de (José) López. Son el montaje más ridículo que se haya visto en todo este tiempo y lo han mostrado nuevamente en Mendoza. Esas son las connotaciones nacionales que tiene”.
Anabel Fernández Sagasti, en tanto, fue la tercera de las candidatas en sufragar. Arribo pasadas las 11 a una escuela de Godoy Cruz, saludó uno por uno a los integrantes de la mesa 658, se besó con varios vecinos, posó sonriente para las fotos y al salir del cuarto oscuro se detuvo unos minutos para conversar con la prensa. “Deseo que los mendocinos voten con el corazón para recuperar la dignidad que han perdido”, remarcó ante los periodistas.
Señaló que era el día más feliz de su vida y contrapuso su actitud optimista al enojo con qué habló Cornejo sobre la nacionalización de la elección provincial. "Se retira violando la ley y enojado, me entristece mucho”, disparó la candidata kirchnerista.
Sagasti admitió que Alberto Fernández se había comunicado con ella bien temprano y que él está muy pendiente de la elección. “Me deseó buenos augurios”, contó, pero no pudo asegurar si el candidato presidencial iba a acompañarla en el día de la fecha tras conocerse los resultados oficiales.
Lo que si confirmó fueron las conversaciones que mantuvo con Cristina Kirchner los días previos a la votación: "Con Cristina hablé hasta ayer a la noche, hoy todavía no tuve la posibilidad”.
Dijo que ve a “la gente entusiasmada y con fe” y que “está todo el país esperanzando”. Y finalizó: “Que los mendocinos y mendocinas pongan esperanza dentro del sobre y evalúen qué es lo mejor para la provincia de Mendoza”
Casi en simultáneo, votó el candidato Rodolfo Suárez, actual intendente de la ciudad de Mendoza, en la mesa 51 de la escuela Villanueva. El candidato oficialista agradeció la presencia y el interés de los medios nacionales que se acercaron a cubrir la elección y trató de minimizar los dichos de Cornejo remarcando que “esta elección en Mendoza es una elección previa a la elección nacional”.
“Acá se evalúa una gestión provincial pero también el rumbo que se le da al gobierno. Esa forma de gobernar es buena que se de en otros lados del país”, aseguró. Y pidió que todos los mendocinos se unan más allá de los resultados provinciales y nacionales. “Pasadas las elecciones tenemos que olvidarnos a que partidos pertenecemos y tenemos que ponernos a trabajar por todos los argentinos, que es lo que corresponde en un marco democrático”.
Con respecto a la ausencia del Presidente, quien decidió no visitar la provincia tras las PASO, explicó: “Macri no vino porque es una elección provincial. La ley nos autorizó a desdoblar la votación”. Sin embargo, admitió que Macri lo había llamado para desearle “suerte”.
“Hay mucho respecto del Gobierno nacional por la elección de Mendoza. Pero no invitamos a nadie a que venga porque hay que esperar el resultado de la elección. No me gusta adelantarme porque la gente está votando”, concluyó.
Previa de la elección
Este sábado, los cuatro candidatos aprovecharon la jornada para trabajar puertas adentro con sus equipos. Tuvieron una semana muy agitada con los cierres de campaña y la sucesión de debates que se realizaron desde el jueves de la semana pasada en una provincia que se destaca en la Argentina por su orden y calidad democrática. Quizás porque su espejo es Chile y no la convulsionada Ciudad de Buenos Aires, sede del gobierno nacional.
Las elecciones en Mendoza son desdobladas -es decir, no tienen lugar al mismo tiempo que los comicios nacionales- porque el gobernador Cornejo modificó una ley que así lo establecía en abril de 2017. En consecuencia, se fijó un calendario propio para la provincia. En ese entonces, hasta el ministro de gobierno provincial, Lisandro Nieri, admitió que “eso no significa que no pueda modificarse y adherir al calendario electoral nacional", cosa que finalmente no se hizo.
Así, hubo PASO para elegir candidatos el 9 de junio. En esa oportunidad Suárez, en línea con lo esperado, le ganó holgadamente a su contricante, Omar De Marchi, el intendente de Luján de Cuyo que fue propuesto por el PRO. También compitió Fernando Armagnague. Sacaron 29.46%, 12.15% y 1.28% respectivamente. En total, Cambia Mendoza obtuvo 42.89%.
La sorpresa en las PASO la dio Fernández Sagasti, que en forma muy ajustada le ganó al intendente de Maipú, Alfredo Bermejo, un dirigente de peronista tradicional con una gestión valorada incluso fuera de su ciudad que era el favorito en las encuestas. Obtuvieron 18.33% y 17.31%, respectivamente. Sumando sus votos, el peronismo (Frente Elegí) llegó a 35.64%.
Por su parte, Ramón obtuvo el 7.29% de los votos y Barbeito el 3.36%.
Suárez tuvo en su campaña el respaldo activo del gobernador Cornejo. Mendoza es una de las pocas provincias argentinas donde no hay reelección (la otra es Santa Fe), así que lo habitual es que el mandatario saliente impulse un delfín, que es bien favorecido si su gestión está bien posicionada en las encuestas. En toda la provincia hay innumerables gigantografías con la foto de Suárez y Cornejo, por eso se dice que su estrategia fue “provincializar" su candidatura.
Sagasti también logró un gran respaldo. Su cierre de campaña, que tuvo lugar el martes en Luján de Cuyo, contó con la presencia del candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández. Junto a el aterrizaron nueve gobernadores peronistas (Sergio Uñac, Gustavo Bordet, Rosana Bertone, Alicia Kirchner, Domingo Peppo, Gerardo Zamora, Sergio Casas, Mariano Arcioni y Juan Manzur), más gobernadores y vicegobernadores electos, junto a otros referentes como Axel Kicillof, Matías Lammens y Natalia de la Sota. Después de la contundente victoria en las PASO nacionales, Sagasti “nacionalizó” su estrategia y se posicionó en la campaña bajo el slogan “Anabel y Alberto” en la cartelería.
Mauricio Macri, en cambio, fue invisibilizado por la campaña de Cambia Mendoza. Al punto que Suárez denunció como “campaña sucia” la aparición de carteles con su imagen al lado del Presidente. En Luján de Cuyo, incluso, donde militantes kirchneristas repartían boletas truchas que incluían una foto del Presidente, tuvo que intervenir la policía luego de que militantes oficialistas amenazaran con pegarles.
Sagasti, por su lado, también tuvo su estrategia de ocultamiento. Invisibilizó a Cristina Fernández de Kirchner, algo que le sirvió para ganar las PASO en el peronismo, pero ya no para la general, así que nunca más apareció con la actual candidata a la vicepresidencia.
La fecha de la elección a gobernador, 29 de setiembre, también fue motivo de debate en la campaña. Es que en medio de la veda electoral, se transmite la publicidad obligatoria para las elecciones nacionales, que Suárez también juzga negativa para su candidatura.
Tanto es así que Cambia Mendoza se presentó ante la Junta Electoral para pedir que la suspenda durante los días de veda en la campaña local del viernes, sábado y domingo, “para no confundir al electorado”. Sin embargo, la justicia electoral local se declaró “incompetente”, ya que se trata de un ámbito de competencia de la justicia electoral nacional.
El 11 de agosto Fernández le ganó a Macri en la elección nacional, también en Mendoza. Y ya hay expectativa con lo que pueda suceder. Antes, está la estación para la elección al gobernador, última instancia electoral antes del 27 de octubre.
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