Otro de los detenidos en la causa de los cuadernos quedó más cerca de recuperar la libertad. Se trata de Carlos Cortez, uno de los procesados en la causa por el lavado de dinero que habría realizado Daniel Muñoz, el ex secretario de Néstor Kirchner que falleció en 2016, a través de distintos testaferros.
La Cámara Federal resolvió hacer lugar a un pedido de excarcelación que presentó la defensa. Y el juez Claudio Bonadio le fijó una fianza de $30 millones para hacer efectiva la libertad.
Cortez está preso en la cárcel desde el 25 de octubre pasado, cuando llegó al país y fue arrestado en el aeropuerto de Ezeiza. Es el único de los presuntos testaferros de Muñoz que siguió tras las rejas hasta ahora. El resto o se arrepintió o consiguió la prisión domiciliaria por razones de salud. Cortez está vinculado al entramado de sociedades que hicieron operaciones para el matrimonio Muñoz-Carolina Pochetti.
Días atrás, el ex director de Yacyretá Oscar Thomas, preso en la causa de los cuadernos, había conseguido convertir su arresto domiciliario en excarcelación, aunque todavía no pudo concretarlo porque Bonadio fijó su fianza en $60 millones. La defensa de Thomas apeló el monto y ahora lo está discutiendo en la Cámara Federal. Otro de los que esperan una respuesta para poder salir en libertad es Gerardo Ferreyra, el empresario de Electroingeniería que fue detenido en agosto de 2018 por el escándalo de las anotaciones del remisero Oscar Centeno. Ferreyra está arrestado en su casa por razones de salud, pero en base a que la causa ya se elevó a juicio y no hay medidas pendientes y con el aval del fiscal Carlos Stornelli también solicitó salir en libertad.
El ex ministro de Planificación Julio De Vido y su mano derecha Roberto Baratta son los únicos que están en la cárcel por el caso de los cuadernos. Cortez, en tanto, también quedó en prisión por el capítulo de la plata que movió Muñoz en el exterior y que –según Bonadio– provenía de la recaudación que describió Centeno.
Su defensa también solicitó que lo excarcelaran, pero la Cámara Federal dijo que el tema ya había pasado a juicio oral. Sin embargo, el Tribunal Oral Federal 7, que quedó a cargo del caso del futuro juicio por los cuadernos, devolvió el tema al segundo piso de Comodoro Py.
“A fin de no dilatar el objeto de esta incidencia, en atención a que se encuentra en debate la libertad ambulatoria del imputado, excepcionalmente pasaremos a resolver”, respondieron los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi.
Y en ese marco aseguraron que no existen en este momento “indicadores de riesgos con suficiente entidad como para sostener que la restricción personal impuesta a Cortez sea la única alternativa viable a los fines de garantizar la concreción del derecho, valorándose la carencia de antecedentes penales computables y, fundamentalmente, que en las actuaciones en las cuales se encuentra detenido, se halla agotada la investigación, encontrándose actualmente en la etapa de juicio”.
Sí le encomendaron presentarse periódicamente en tribunales, “no ausentarse sin previo aviso de su domicilio por más de 48 horas, procederse a la retención de su pasaporte y librar orden expresa de prohibición de salir del país con comunicación a las autoridades correspondientes, como así también todas aquellas medidas que el a quo estime pertinentes para la efectiva tutela de las medidas de prueba pendientes”, como la “colocación del dispositivo de monitoreo de GPS”.
Notificado de la decisión, Bonadio fijó una fianza de 30 millones de pesos. Apenas se deposite, Cortez quedará en libertad.