Daniel Angelici se reunió durante más de una hora con Marcos Peña en su despacho del primer piso de Casa Rosada a la misma hora en la que se disputaba el primer Superclásico femenino de la era profesional en el estadio de Boca Juniors.
Con Mauricio Macri de gira por Nueva York, y a 96 horas de la primera marcha de la nueva modalidad de campaña en la ciudad de Buenos Aires, el jefe de ministros y responsable de la estrategia electoral del Gobierno se hizo un hueco en la agenda para conversar por más de una hora con el presidente de Boca. Angelici llegó a Casa Rosada cerca de las 4 y media de la tarde, acompañado por Christian Gribaudo, secretario general del club y presidente del Instituto de Previsión Social (IPS) bonaerense.
“Por eso vine”, contestó Angelici entre risas en un breve contacto con este medio cuando se le consultó por su visita en ausencia del Presidente. Al rato llegó Francisco Quintana, vicepresidente primero de la Legislatura porteña y presidente de la asamblea directivo xeneize, que se sumó a la reunión.
“Estuvimos revisando la estrategia de campaña”, explicaron tras el cónclave.
Peña, hincha de Boca, de perfil bajo, ya había participado activamente de la campaña boquense que terminó con la reelección de Angelici, en diciembre del 2015, al mismo tiempo en que su amigo Macri alcanzaba la Presidencia de la Nación.
Cuatro años después, el Presidente perdió las primarias por poco más de 15 puntos contra Alberto Fernández, una derrota que lo dejó frente a un escenario complejo de cara a las elecciones de octubre. Y Angelici necesita que el equipo de Gustavo Alfaro supere a River Plate en las semifinales de la Copa Libertadores y que, en todo caso, el club se quede con el trofeo más importante del continente. La continuidad de la versión macrista del fútbol depende en buena medida de ese resultado, resaltan desde el mismísimo entorno del dirigente. “No hay plan B”, agregan.
Hace algunos meses, Macri y el presidente de Boca habían acordado que Gribaudo, un dirigente del riñón de Angelici pero con ADN del PRO, sería el candidato para enfrentar a la oposición, dividida entre Jorge Amor Ameal, Carlos Beraldi y Víctor Santa María, tres de los principales referentes opositores que buscan hacer pie en el club. El domingo, Santa María y Santiago Carreras, de la agrupación “Boca Somos Todos”, publicaron una foto junto a Alberto Fernández, que posó con una camiseta del club, a pesar de su fanatismo por Argentinos Juniors.
Según las encuestas que manejan en el angelicismo, y que desmenuzaron en la reunión de este martes, Gribaudo, Amor Ameal y Beraldi están cabeza a cabeza. Santa María corre algo detrás. Aunque el macrismo en su versión futbolística cuenta con una estructura propia de peso que engrosó en estos años. Con un padrón de 90 mil socios habilitados para votar, la última elección, en el 2015, tuvo una participación de unos 26 mil hinchas. Angelici busca ahora llegar a 30 mil. La fecha está agendada para el domingo 8 de diciembre, 48 horas antes del traspaso de mando del Gobierno nacional.
Para el macrismo, retener Boca es clave. Fue el trampolín por el que Macri llegó, primero a la Jefatura de Gobierno, y después a la Presidencia. La masividad del club es un activo seductor para la política. El consultor Lautaro García Batallán, ex funcionario de la Alianza, radical como Angelici, es otro de los que trabaja en la campaña del club.
Peña aporta en los grandes lineamientos de la estrategia electoral. Y comparte sus opiniones con el jefe de Estado, que a pesar de la campaña nacional y de las dificultades económicas que enfrenta su administración, sigue muy de cerca los pormenores del club. “Para Macri, la reelección en Boca es fundamental. No solo por su figura y la popularidad, si no por lo sentimental”, subraya un dirigente xeneize.
La elección en Boca está relacionada además con los movimientos en la Justicia porteña. Quintana, de buenos vínculos con el presidente xeneize, con Peña, con Horacio Rodríguez Larreta y con el propio Macri, podría recalar en el Consejo de la Magistratura de la Ciudad hacia fin de año, en el recambio de miembros. Sería, en ese caso, parte de un acuerdo, relacionado con el cierre en el club, entre todos los mencionados. Incluido el Presidente.
Antes de las PASO, había dirigentes del PRO que apostaban a que el macrismo revalidaría sus gestiones en la Nación, la Ciudad, la Provincia y en Boca. Ahora, Macri busca remontar en octubre un resultado muy adverso. María Eugenia Vidal da por perdida su reelección frente a Axel Kicillof, que le sacó poco más de 17 puntos en las primarias. Horacio Rodríguez Larreta trata de imponerse en primera vuelta para evitar el balotaje con Matías Lammens. Y en club de la ribera rezan para que el equipo de Alfaro supere a su histórico rival.
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