Si no fuera un dicho popular la frase sonaría pretenciosa. “Vamos a sacar a Dios de la ciudad de Buenos Aires y a hacerlo circular por todo el país”, se oyó a Alberto Fernández, figura central sobre el escenario montado en una bodega de Luján de Cuyo con la Cordillera de los Andes y los viñedos a sus espaldas. La cámara se movía entre los candidatos, los gobernadores y vicegobernadores y la platea con impecables sillas plegables de madera pintada de blanco. De fondo, cada tanto se veía algún camión que circulaba por la Ruta Nacional 7. El cierre fue otra imagen que habla: todos juntos con el proyecto de ley en la mano que promueve capitales alternativas.
La postal fue pensada entre los equipos de México 337, de Anabel Fernández Sagasti, la candidata a gobernadora mendocina, y del Instituto Patria. Mostrar un paisaje “magnífico” como adjetivó Fernández con la producción del país que promete.
La tapa del proyecto de ley fue tan sugestiva como otros detalles: el mismo azul de la portada de Sinceramente, el libro con el que Cristina Fernández recorre el país en plan de campaña. El texto está acompañado por un mapa con las ciudades capitales alternativas propuestas: San Carlos de Bariloche (Río Negro), Orán (Salta), Cutral Có (Neuquén), Mar del Plata y La Matanza (Buenos Aires), entre otras.
Ninguna presencia fue casual. Si bien el acto fue planeado para dar un fuerte respaldo a Anabel Fernández Sagasti, que se juega una patriada contra Cambiemos el próximo domingo. La senadora perdió en las PASO pero espera dar vuelta el resultado después del triunfo de los Fernández contra Mauricio Macri el 11 de agosto. La diferencia de votos es posible porque el actual gobernador Alfredo Cornejo desoyó en su momento el pedido de la Casa Rosada y rápido de reflejos, anticipando un malestar general, desdobló las elecciones en su provincia. Todavía dicen en su entorno y en el del candidato a gobernador, Rodolfo Suárez, que María Eugenia Vidal debió hacer lo mismo.
Aunque los votos no se heredan y eso se ha visto en distintos distritos, el candidato a presidente del Frente de Todos armó una puesta para hacer brillar a la candidata. Ella es reconocida cristinista pero él ya la adopta como propia porque si gana, será coautor del ‘milagro’. Aunque creció con la agrupación de Máximo Kirchner, La Cámpora, la senadora nacional moderó sus formas y su discurso y hasta le cae bien al círculo rojo local. Su tono quedó claro en el debate, como registró Infobae días atrás.
Anfitriona, Fernández Sagasti arrancó con una breve presentación y dejó una frase para anotar: espera que de la mano de los Fernández llegue “un huracán de inversiones”.
Los sitios para cada cual no parecieron elegidos al azar. A la derecha de la candidata a gobernadora se ubicó Axel Kicillof. A la izquierda de Alberto Fernández, su delfín en la Capital, Matías Lammens. Un gesto para potenciar a los tres referentes que pelean batallas difíciles con oficialismos fuertes que no se entregan a la derrota. Del trío, Kicillof aparece con más chances. De todos modos, la foto deja una pregunta: si se impulsa el federalismo y dejar atrás aquella provinciana queja (“Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires”), ¿por qué la centralidad que se exhibe es la del área Metropolitana? La respuesta probablemente la den los abultados padrones que determinarán en gran parte quién será el próximo presidente.
Una señal para el peronismo cordobés
Natalia De la Sota, la concejala e hija de José Manuel De la Sota, ocupó un lugar entre los gobernadores. ¿Será que el albertismo la quiere reivindicar como la figura más importante de Córdoba? La razón primera es el copyright de la idea que presentó Alberto Fernández. Llevar al presidente y al gabinete provincia por provincia como hizo el gobernador cordobés que falleció trágicamente hace un año y una semana. Él tenía a Río Cuarto como capital alternativa. Fernández lo reivindicó con las manos hacia el cielo. De la Sota sonrió cuando mencionaron a su padre. Y entonces Fernández, que reniega de la producción de eventos y del coaching pero sabe de gestualidad política, señaló en la platea a Sergio Massa y lo nombró dos veces. Él lo juntó con Natalia de la Sota en Tigre y lo acompañó en varios viajes a la provincia mediterránea.
Massa, como Eduardo ‘Wado’ de Pedro, también habitué en el entorno de Alberto Fernández, fue tomado varias veces por la cámara y aplaudido a instancias del candidato a presidente. Su presencia se explica por su amistad con De la Sota, su rol en provincias menos kirchneristas, como Córdoba y como lo era Mendoza, y por el rol que tendría en el Congreso. Si el Frente de Todos gana en Buenos Aires es casi un hecho que presidiría la Cámara de Diputados y se convertiría en la llave para muchas leyes.
La presencia de De la Sota ya estaba pensada y ya se la había anticipado el candidato en la misa en homenaje a su padre. Pero justo coincidió con la difusión de un spot de campaña de Hacemos por Córdoba, la fuerza que lidera el gobernador Juan Schiaretti. Gráficamente el spot explica cómo cortar boleta para elegir diputados nacionales que respondan al ‘cordobecismo’. Schiaretti había prometido gestos de acercamiento. El spot le dice a los votantes que pueden elegir a cualquier candidato a presidente y hasta se ve el dibujo de la boleta de Mauricio Macri y Miguel Pichetto primero, luego la de Alberto Fernández y Cristina Kirchner y finalmente la de Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey. “Elegí la boleta del presidente que quieras votar, cortala por la línea de puntos y juntala con la boleta de diputados de Hacemos por Córdoba”, se lee en las imágenes. La voz de un locutor refuerza el mismo concepto.
La tercera pata del breve acto fue la presencia de una docena de provincias que esta vez no estuvieron representadas en todos los casos por sus gobernadores. Entre los más afines, estuvieron Juan Manzur (Tucumán); Sergio Uñac (San Juan); Sergio Casas (La Rioja); Gerardo Zamora (Santiago del Estero); y Gustavo Bordet (Entre Ríos). Omar Perotti, electo gobernador de Santa Fe, se encuentra de gira en busca de inversiones por lo que en su lugar viajó la vicegobernadora electa Alejandra Rodenas. Hubo además dos gobernadores salientes: Rosana Bertone que perdió la elección frente a Gustavo Melella y Domingo Peppo que en Chaco desistió tras ser derrotado por Jorge Capitanich como candidato a senador nacional. Esta vez sí estuvo el gobernador electo de Misiones, Oscar Herrera Ahuad; mientras que por San Luis participó el vicegobernador, Carlos Ponce. Otra presencia que no pasó inadvertida fue la de Mariano Arcioni. El gobernador de Chubut viajó a pesar de la fuerte crisis en su provincia que lo llevó a pedir auxilio en la Casa Rosada. Hoy mismo sigue el conflicto docente y están bloqueados los tanques de YPF en Comodoro Rivadavia.
Como con Kicillof, Fernández Sagasti y Lammens, Fernández hizo otro gesto y saludó en público a Salta, representada por el kirchnerista Sergio Leavy.
Como siempre con un vaso de agua saborizada de pomelo (el resto tenía botellas de agua), Fernández cuestionó que Argentina tenga “un discurso federal que no ejerce” y subrayó que “el problema de gobernar con estadísticas desde Buenos Aires es ese, que uno ve estadísticas y no gente”.
“Vamos a terminar con la periferia, vamos a ser un país integrado y vamos a empezar porque el gobierno nacional se instale una vez al mes en cada provincia para saber lo que cada una de ellas necesita. Y no lo voy a hacer solo, lo voy a hacer con los que están aquí, que son los que gobiernan cada provincia”, aseguró durante el evento en Luján de Cuyo, Mendoza. En ese marco, el plan promovido para “la federalización de la administración pública nacional” impulsa la descentralización de organismos del Estado en función de las economías y recursos de cada territorio y compromete al Presidente y su gabinete a mantener reuniones cada 30 días con autoridades provinciales y dependencias específicas de cada región para consensuar una agenda de trabajo.
El concepto más intenso fue la referencia a la elección del domingo. “Cuando voten acompañen a Anabel”, pidió. Y en otro intento por nacionalizar la contienda local (lo contrario hace el candidato de Cambiemos mendocino) aseguró que “nos estamos jugando muchas cosas. Mendoza ha acompañado las políticas que nos llevaron a este desastre”. Y se mostró convencido de que “los mendocinos lo primero que hagan distinto es votar a Anabel”.
Seguí leyendo: