(Desde Mendoza) — Frente a más de 500 invitados que lo pudieron seguir en forma presencial y ante una audiencia virtual de 700 mil personas, los candidatos a gobernador de Mendoza fueron los protagonistas de un debate inusual por su formato, especialmente favorable para abordar gran cantidad de temas en poco tiempo.
Noelia Barbeito, la docente y candidata del FIT, Rodolfo Suárez, el intendente de Mendoza Capital y candidato del oficialismo, Cambia Mendoza, José Luis Ramón, diputado nacional y candidato de Protectora Fuerza Política (con adhesión de Consenso Federal) y Anabel Fernández Sagasti, la senadora nacional y candidata del Frente de Todos, fueron los protagonistas de la noche. Los cuatro aspirantes al llamado "sillón de San Martín" se sometieron a reglas fijas y televisivas que incluyeron preguntas precisas que debían contestar en algunos casos en 15 segundos y en otros directamente por si o por no.
El formato fue una propuesta realizada por los organizadores de Mendoza Debate, un colectivo de cinco asociaciones empresarias locales: la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), la Asociación de Ejecutivos de Mendoza (AEM), el Consejo Empresario Mendocino (CEM), Federación Económica de Mendoza (FEM) y la Unión Industrial de Mendoza (UIM). Las asociaciones indicaron que comparten la preocupación por la pérdida de relevancia de la producción mendocina y se mostraron convencidos de que la necesidad de alcanzar consensos para avanzar en actividades polémicas para el electorado, como el fracking y la minería.
El gran ausente fue el gobernador Alfredo Cornejo, que va de candidato a primer diputado nacional porque en Mendoza no hay reelección. Entre los invitados se pudo ver al juez federal de competencia electoral Walter Bento, el ex gobernador Rodolfo Gabrielli, al actual ministro de Gobierno y mano derecha de Cornejo, Lisandro Nieri y al intendente de Godoy Cruz, Tadeo García Salazar, también muy vinculado al Gobernador. Atrás también se vio al ex marido de la candidata kirchnerista, el diputado provincial Lucas Ilardo, que es su jefe de campaña.
Los candidatos a gobernador acordaron abordar cinco temas: inversiones e infraestructura; desarrollo económico; salud y educación; seguridad; y derechos humanos y fortalecimiento institucional. Cada uno tenía un minuto y medio para abordar un tema que fuera de su interés, pero después tuvieron que responder a preguntas que ya conocían. En cambio, como aspecto negativo se puede apuntar a las pocas oportunidades que los candidatos tuvieron para debatir entre ellos.
Suárez, el candidato oficialista, fue el más combatido por sus contendientes, aunque no se privó de marcar la cancha apenas empezó la transmisión. "Veníamos de ocho años de gobiernos justicialistas donde no se sabía si se iban a pagar los sueldos. Había deuda con los proveedores. Se gastaba más de lo que ingresaba", fue su argumento inicial.
A la hora de hacer de las precisiones sobre fracking, Suárez se quejó porque "muchos hablan de la importancia de que Mendoza explote Vaca Muerta, pero no dicen que Vaca Muerta es fracking, no hay otra manera de desarrollarla". Además, destacó que dejan el estado con 9000 empleados menos y pidió un consenso social para generar nuevas actividades productivas.
Su principal contendiente, Fernández Sagasti, se refirió al oficialista como "Macri, Cornejo, Suárez" en seis ocasiones distintas, para relacionarlo con la figura del gobernador y del Presidente. Además indicó que "promueven la candidatura de Mauricio Macri a presidente, para anularlo ante la crisis económica que también pega a esta provincia". Lo interesante de la senadora del Frente de Todos es que su posicionamiento fue siempre moderado: jamás habló de la agenda de género, se mostró productivista y a favor de la minería y, fuera de esas chicanas limitadas, en ningún momento se mostró agresiva.
La candidata del FIT, por su lado, se manifestó claramente en contra del fracking y megaminería: "No derrama empleo, sino que derrama cianuro. Lo que derrama es pobreza", fustigó. También dijo que los mendocinos tienen una "responsabilidad histórica en la defensa del agua, nuestro suelo, y los puestos de trabajo que se perderían por la contaminación" y se manifestó en contra de a eliminar impuestos a los ricos, a la vez que pidió eliminar el IVA para los trabajadores.
Ramón, por cierto, fue el más histriónico de los cuatro. Siempre que tuvo que hablar se puso de pie; se apuraba para tomar la palabra; y continuó hablando después del tiempo estipulado más de una vez, algo que generó risas en el público. En línea con su carácter de experto en la defensa de los consumidores, se enfocó en una agenda referida al tema. Su papel fue tan curioso que, en el momento de las "preguntas binarias por sí o por no", se refirió a Suárez como el "futuro gobernador", provocando las risas de todos, incluyendo al propio candidato oficialista.
Otro asunto a destacar es que tanto Suárez como Sagasti estuvieron de acuerdo con la noción de que haya reelección para el gobernador, que ahora está prohibida por la constitución provincial. En contraste, Barbeito y Ramón estuvieron en contra.
Los debates de candidatos a gobernadores en Mendoza suelen tener lugar en canales privados o universidades. Esta fue la primera vez en la que estuvo convocado por las cámaras empresarias, que además contaron con el apoyo de CIPPEC y la fundación Nuestra Mendoza.
En la convocatoria se resaltó la necesidad de que haya "consenso de políticas de Estado que trasciendan a una administración" y, entre las imágenes que se fueron difundiendo durante la transmisión, se destacó que "entre todos construimos institucionalidad en Mendoza". Los moderadores fueron cinco periodistas mendocinos, dos mujeres y tres hombres, de medios gráficos, radiales y televisivos.
Cuando dos horas después terminó esta experiencia inédita, un debate convocado por asociaciones empresarias con el respaldo de organizaciones de la sociedad civil, terminó con dos minutos de cada uno de los candidatos para explicar por qué los tienen que votar.
Ramón habló de recuperar "la Mendoza que soñaron nuestros abuelos", Suárez de que "Cornejo logró el ordenamiento de Mendoza y superar el caos heredado de Paco Pérez", Fernández Sagasti dijo que "nos prometieron el país de las maravillas y nos mintieron" y Barbeito destacó "la coherencia, somos una fuerza política que siempre estuvo del mismo lado".
Show no hubo, o muy poco. En cambio, se pudo disfrutar de una discusión a fondo sobre asuntos muy concretos, sustanciales para el diseño de la Mendoza que viene.