San Pablo – "Tenemos que ayudar a Alberto Fernández", sintetizó el ex presidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso. Fue al final de un debate del que participaron, en San Pablo, tanto empresarios brasileños como algunos argentinos. La convocatoria para esa cita, en la Fundación FHC, tenía un gran atractivo: el debate sobre la crisis argentina y las elecciones de octubre próximo.
Las preguntas que se hicieron fueron un indicador claro de qué temen sectores del establishment brasileño, tanto empresarial como político e intelectual, acerca del probablemente futuro ocupante de la Casa Rosada. No deja de ser un dato la casi convicción entre los participantes de que existe un candidato, Alberto Fernández, que en la práctica obtendrá la victoria. Y muchos de los interrogantes indican un desconocimiento que existe en Brasil sobre su figura. Uno de los invitados se inquietó: "¿Será que los argentinos creen que, votando a Fernández, al día siguiente de su elección estará todo resuelto y podrán irse de vacaciones?".
Hubo también quien se indagó: "En Brasil hay un gobierno de derecha, como también en otros países sudamericanos. Si Argentina elige un presidente de izquierda ¿no se aislará del continente?". Desde el ámbito femenino, una joven profesora quiso saber qué grado de independencia tendrá Fernández: "¿Cómo saben que no será un fantoche manejado por la ex presidente Cristina Kirchner?".
Principal orador sobre la realidad nacional, el periodista e historiador Carlos Pagni no dejó dudas sobre algunas cuestiones. Primero, apostó a que el futuro gobernante argentino ya tiene nombre y apellido: es Alberto Fernández. Segundo, puso en la escena su convicción sobre el perfil "moderado" de ese candidato. Y tercero, relató el juego dentro del propio campo peronista, donde confluyen esta vez el sector más tradicional de esa fuerza con la corriente camporista (o sea el "kirchnerismo" más puro). Desde el punto de vista de Pagni, no necesariamente Cristina Kirchner le irá a marcar la cancha a Fernández. "Yo me pregunto si es que ella tiene algún interés en hacerlo. Y no porque quiera colaborar, sino en defensa propia. Y en cuanto a La Cámpora, el periodista dijo que "no hay que olvidar que ellos tendrán que ocuparse de gobernar la provincia de Buenos Aires y van a precisar que la Nación (es decir Fernández) les asegure financiación". Desde ese enfoque, de acuerdo al historiador, no habría mucho espacio para un juego de presiones.
Varias de las preguntas de los brasileños tuvieron que ver con quiénes serán los futuros ministros, especialmente en el área económica, y cuál sería el plan del futuro presidente. El expositor arriesgó una respuesta: "No se extrañen si ven gente del actual gobierno de Mauricio Macri entre los funcionarios del futuro equipo". Entre los conceptos que se barajaron durante la discusión, tuvo importancia una idea de aislamiento regional: "No creo que se produzca esa fisura. Es evidente que Brasil hoy puja por la liberalización. Hay una vocación del país, que viene desde mucho antes, por racionalizar la economía, por abrir su comercio, con un empresariado que es muy competitivo". Pagni puso el énfasis en señalar que "Fernández es una figura ideal para aquella parte del electorado no macrista que piensa votarlo. Incluso, porque él aparece como el hombre que tiene atado al rottweiler".
El ex presidente Cardoso cerró la conferencia con la certeza de que Alberto Fernández estará a cargo del futuro gobierno argentino. "Yo conozco bien a Macri pero no conocía a Alberto. Lo vi por primera vez en la reunión que organizó Clarín en agosto, donde estuvieron ambos. Y lo que percibí es que uno va a ganar y el otro está perdido". A continuación, evaluó luego que la situación mundial es más complicada porque está Donald Trump en la Casa Blanca: "Su percepción pasa por si es bueno o es malo para Estados Unidos. Y creo que van a pensar que Macri es bueno, pero que Fernandez está entre los malos. Entonces, Fernández no tendrá una negociación fácil con el Fondo Monetario Internacional. El problema es que en Washington lo ven de una manera diferente a como él mismo se ve".
Según el ex mandatario, que cumplió dos períodos entre 1995 y 2002, "para Brasil, la Argentina es muy importante. E infelizmente se piensa que aquello a lo que se acerca la Argentina es a Venezuela. Hay además una percepción de que aquellos que se viene en estas elecciones argentinas es malo para las relaciones bilaterales. Esto va a dificultar el vínculo, cuando lo que nos conviene (a los brasileños) es ayudar a Fernández". En su opinión "la gente, aquí, piensa que se está por venir lo peor". A eso contribuyen, dijo, algunos sectores del actual gobierno de Jair Bolsonaro.
Seguí leyendo: