A pesar de que incluso las encuestas propias que desmenuzan en la Jefatura de Gabinete pronostican una derrota en primera vuelta, el equipo de campaña del oficialismo buscó este mediodía inyectar una dosis de optimismo a los dirigentes nacionales de Juntos por el Cambio y confirmó que sacarán "a la calle" a Mauricio Macri liderando caravanas por los pueblos del interior que se moverán bajo el lema "sí se puede".
De esta manera, el Gobierno buscará mostrar presencia en el territorio, una de las principales críticas internas al equipo de campaña comandado por Marcos Peña, que basó su estrategia previa a las PASO en redes sociales y en mensajes vía WhatsApp.
Esa estrategia dio como resultado quince puntos a favor del candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, y el liderazgo electoral del jefe de ministros sometido a múltiples cuestionamientos adentro y afuera de la coalición oficialista.
El encuentro se realizó al mediodía en el búnker del PRO de la calle Balcarce, a cuatro cuadras de Casa Rosada. Peña, Gustavo Valdés, Gerardo Morales y Miguel Ángel Pichetto, en ese orden, oficiaron de oradores frente a decenas de dirigentes, candidatos, ministros, legisladores y jefes de campaña provinciales de Juntos por el Cambio, atravesados, en su mayoría, por una buena cuota de pesimismo.
No estuvo Jaime Durán Barba, que a pesar de los reproches internos sí volvió a ser relevante en el armado de la estrategia. Macri y Peña siguen confiando en el gurú ecuatoriano pese al "palazo" que recibieron en las PASO de agosto.
Tampoco pasó por el cónclave de Balcarce el jefe de campaña de la provincia de Buenos Aires, que todavía debe definir en estos días cómo serán las próximas semanas hasta el domingo 27 de octubre. María Eugenia Vidal y Federico Salvai dieron vía libre a los intendentes para cortar boleta y asegurar así los distritos propios.
Según pudo reconstruir Infobae, Peña y los responsables de la campaña de Macri confirmaron este mediodía que promoverán caravanas provinciales y que propiciarán una gran marcha para los días previos a la elección. Intentarán rodear de gente al jefe de Estado, una copia, por caso, de las últimas apariciones que tuvo en Santa Fe.
Ya no habrá lugar para los llamados actos en "360 grados". La idea es mostrar a un Macri cercano.
Incluso se habló de la posibilidad de armar un masivo acto de cierre en Córdoba que incluya una recorrida presidencial por las calles de la capital provincial. Así había sido buena parte de la campaña del 2015. En Jujuy, por ejemplo, Macri recorrió barrios populares a bordo del "macrimóvil": un micro descapotable en el que el entonces jefe de Gobierno era aclamado por militantes y vecinos.
Sin embargo, para muchos de los que escucharon el plan orquestado por el equipo de campaña, ya es demasiado tarde.
El domingo, en su habitual columna, Durán Barba escribió que los militantes que se muestran en las marchas oficialistas "quieren participar de los procesos políticos por sí mismos, sin que los lleve en un camión un puntero esclarecido". Esa opinión, adentro y afuera de Balcarce 50, recibió duras y variadas críticas por "odio clasista".
El gobernador Valdés (Corrientes), por su parte, pidió hacer una autocrítica. Aseguró que las elecciones no se ganaban "solo" con redes sociales, y resaltó que había que volver a bajar al territorio. Utilizar recursos. Y arengar a la militancia de base. Política territorial, que el PRO se olvidó de desplegar durante estos años.
Peña trazó los lineamientos principales. Subrayó que el lema "sí se puede" será central, y mostró la gráfica que saldrá en estos días con frases como "el futuro nos une", "querer vivir en paz nos une" y "respetar al otro nos une". Nada de economía.
Pichetto fue, por caso, el más vehemente de los oradores. "No son tiempos para deprimidos e imbéciles que obstruyen en esta pelea", tiró según comentaron a este medio dirigentes que participaron del encuentro de campaña.
El candidato a vicepresidente añadió que había que concentrarse en "la clase media" y no "en los pobres", ya que nunca votarán por Macri. Y pidió dejar de cometer errores no forzados, como "mandar a la AFIP a los comerciantes" en medio del proceso electoral.
Su mensaje fue celebrado por lo bajo.
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