La jueza electoral nacional, María Servini, dispuso mantener para las elecciones presidenciales del próximo 27 de octubre a los veedores judiciales que ya trabajaron en las primarias de agosto para controlar el sistema de escrutinio provisorio de la empresa Smarmatic y sobre el que los especialistas detectaron una serie de defectos en su funcionamiento.
Fuentes judiciales informaron a Infobae que la magistrada tomó la decisión para "garantizar una mayor certidumbre a todas las agrupaciones políticas que participarán del acto eleccionario". La causa judicial se inició por un amparo que presentó el "Frente de Todos", que lleva a la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner que en las PASO sacó el 47% de los votos, y al que luego se sumó con críticas al sistema "Consenso Federal", de Roberto Lavagna-Juan Manuel Urtubey.
El escrutinio provisorio no tiene valor legal y está a cargo del Gobierno Nacional -puntualmente del Ministerio del Interior, a cargo de Rogelio Frigerio– a través de una empresa que se encarga de la transmisión de los datos. El escrutinio definitivo depende de la justicia y se tiene tres semanas después de las elecciones.
Los veedores del Poder Judicial de la Nación ya trabajaron en las elecciones internas del 11 de agosto y señalaron que "el recuento provisional de resultados funcionó de forma totalmente defectuosa", por lo que propusieron una serie de mejores para los comicios de octubre.
"Corresponde con igual criterio acogido por esta judicatura continuar con la adopción de medidas adicionales de alcance general a efecto de verificar el desarrollo de las nuevas tareas tecnológicas a implementarse por la empresa Smartmatic, en el escrutinio provisorio de las elecciones generales y eventual segunda vuelta del 27 de octubre y de 24 de noviembre del corriente año", resolvió ahora la jueza Servini.
Para eso le pidió a Juan Franchino, a cargo de la Dirección General de Tecnología del Consejo de la Magistratura de la Nación, que designe un equipo de veedores informáticos que "deberán presentarse a cumplir su tarea en relación a las múltiples actividades, procesos y subprocesos que se susciten en las pruebas que serán llevadas a cabo por la empresa citada con anterioridad, debiendo actuar de acuerdo a las instrucciones que este Tribunal les impartirá".
Tras las elecciones, en las que los fiscales de los partidos criticaron el funcionamiento del sistema, los veedores presentaron un informe con críticas.
Los especialistas dijeron que el de escaneo y transmisión de telegramas de los centros de votación al de cómputos "funcionó adecuadamente y en forma segura" y que a las 21.15 de la noche el escrutinio provisorio había superado al de otras elecciones. Era el aspecto más importante del escrutinio ya que el gobierno y la empresa habían prometido celeridad con respecto a otras elecciones.
Pero los veedores señalaron que "el recuento provisional de resultados funcionó de forma totalmente defectuosa" ya que no estuvo operativo en la sala de veedores y funcionó sólo un rato en las computadoras de los fiscales", entre otras dificultades. Por eso le propusieron a la justicia que para las elecciones de octubre "la empresa Smartmatic mejore substancialmente la aplicación de consulta".
La compañía defendió su actuación y dijo que las objeciones están relacionadas con "el módulo de consulta que se habilita para que los fiscales partidarios puedan monitorear la elección" y que la transmisión de los datos y el escrutinio provisorio funcionaron correctamente a tal punto que "por primera vez en unas elecciones de la Argentina, se sobrepasó el 80% de telegramas procesados antes de las 23.00″.
El Frente de Todos y Consenso Federal mantuvieron las objeciones, el gobierno nacional las rechazó y pidió la continuidad de Smarmatic y ahora la jueza Servini ratificó a los veedores judiciales para controlar el sistema.