Después de días de tensión callejera, la semana política finalizó con un llamado de la Iglesia Católica para acordar un "nuevo pacto social", en el marco de la XXII Jornada de Pastoral Social de Buenos Aires. Unas 750 personas respaldaron la variopinta convocatoria, de la que participaron dirigentes del oficialismo y la oposición, la CGT, referentes empresarios y movimientos sociales.
La cita arrancó a las 10 y se extendió hasta las 17.30, en la sede del sindicato telefónico Foetra del barrio porteño de Almagro. El cierre estuvo a cargo del arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, quien propuso que cualquier acuerdo nacional no debe ser "funcional ni coyuntural".
"Un pacto social lo imagino como una gran mesa de la comunidad nacional, donde están todos los sectores, donde todo el mundo llevará verdades en su corazón y en su mente", indicó el cardenal en el auditorio ubicado en Hipólito Yrigoyen 3171.
A lo largo de la jornada, el coloquio fue un ensayo de los intereses que el próximo gobierno tendrá que conciliar. Aunque con un clima "anti grieta", algunos disertantes anticiparon los roces que se avecinan, entre ellos, con la oposición sindical y callejera.
"¿Por qué es necesario un pacto social a nivel nacional?", fue el nombre del primer panel integrado por Héctor Daer, secretario general de la CGT, José Urtubey, de la Unión Industrial Argentina (UIA); Carlos Ianizotto, titular de Coninagro, y Carlos Acuña, director del programa Estado y Políticas Públicas de la Universidad Nacional de San Martín.
"Somos muchos sectores, pero somos muy democráticos, porque dialogamos con todos intentando generar debate y consenso, y todos queremos esta mirada de país", señaló Daer en su intervención, quien minimizó los "matices" que hay en el movimiento obrero. "Hay unidad de criterio, queremos una Argentina distinta", resaltó.
De parte del empresariado, José Urtubey se mostró de acuerdo con que el crecimiento debe ser acompañado por una fuerte inclusión social y llamó "superar las viejas antinomias y dirigirnos hacia una mirada integral y federal". Carlos Ianizzoto coincidió en la perspectiva y afirmó: "No hay estructura social ni país que pueda existir sin la justicia y la solidaridad". En esa clave, planteó que todos se tienen que hacer cargo. "También el campo y aquí estamos", planteó.
Por parte de Juntos por el Cambio, estuvieron presentes en distintos paneles el presidente provisional del Senado Federico Pinedo y la ministra de Desarrollo social porteño y candidata a senadora nacional, Guadalupe Tagliaferri, quien estuvo apenas unos minutos en la apertura. Sin embargo, llamó la atención entre los organizadores la escueta presencia de funcionarios del gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta.
Pinedo festejó que se hable de un pacto social porque "significa dejar atrás la tragedia de descalificar absolutamente al que ve las cosas de otra manera". Pidió asumir la inflación como un "problema con seriedad" y enfatizó como tema las nuevas tecnologías: "El mundo está en una etapa de revolución digital que genera un impacto tremendo. Hay que adecuar a nuestro pueblo a esa realidad, lo que requiere un cambio profundo en la educación".
Poco después, Felipe Solá convocó a "cambiar la manera de pensar" y "poner la cabeza en la emergencia", y apuntó que el centro de la cuestión es el "modelo económico y social que queremos tener en la Argentina de aquí en adelante".
"Tenemos que abrir todas las puertas. Hay que hacer las cosas por el pueblo, para el pueblo y ahora también con el pueblo. Integrar a las provincias, que nadie pueda decir 'a mí no me llamaron'. Nuestra única fuerza es la política", afirmó Solá, quien en las últimas semanas adquirió mayor presencia en el equipo de Alberto Fernández. Y pidió "un pacto para poder tomar medidas económicas que no redunden en inflación, para poder asegurar la capacidad de plantearse crecimiento, desarrollo y justicia social".
"Comer barato": la agenda social y una advertencia
Otro de los nombres "ministeriables" que estuvo presente fue el del ex viceministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo. En su discurso, el diputado nacional fue contundente: "Estamos en una catástrofe social".
"Los movimientos sociales y los sindicatos son parte de la solución, no son parte del problema: hay que construir desde ahí", sostuvo. El dirigente del Frente Renovador enumeró las prioridades de un futuro acuerdo. "Comer tiene que ser barato para los 11 productos de la canasta básica, es una regla, no un debate", comenzó. Además, expresó que hay que prohibir los créditos usurarios del Estado y los privados, crear 200 centros de adicciones para "cortar la venta de drogas" y revalorizar la educación, entre otros puntos.
"Venimos a hacer un pacto social con cinco pasos por debajo, primero hay que parar la caída", afirmó Arroyo. "El Pacto Social es de abajo hacia arriba, con desarrollo local, desde los barrios. Lo que hagamos los próximos cuatro años va a marcar lo que pase los próximos", concluyó.
Antes de Arroyo, dos disertantes rompieron con el clima "conciliador" de la jornada.
El primero fue Esteban "Gringo" Castro, el secretario general de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), que integra Juan Grabois. De manera explícita, Castro apoyó la idea de un acuerdo nacional pero advirtió que "si no nos sientan en la mesa, para nosotros no hay pacto social".
"Para nosotros, la unidad tiene que estar en torno a los más humildes, sino no hay unidad. Es desde ahí", afirmó "Gringo" Castro. En el mismo tono, respaldó las movilizaciones de las que formó parte de la CTEP porque "no tuvieron ningún incidente" e insinuó una crítica hacia las marchas que culminaron en escenas de violencia, como la ocurrida esta semana. "Hay un sector que quiere que el país termine en llamas", alertó.
Por su lado, el secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo también expuso reparos a una eventual convocatoria a un pacto social, al recordar que los intentos anteriores "ninguno ha llegado a buen puerto".
"El error está en que se nos convoca a discutir un congelamiento de precios y salarios, ahí es cuando empiezan a fracasar los pactos. El fondo del pacto social es poner como centro la cuestión social", advirtió Palazzo. El referente bancario planteó que las prioridades deberían ser el pleno empleo y combatir el trabajo no registrado, entre otros puntos.
"Es la primera vez que estamos llamados a discutir la posibilidad de un pacto con anterioridad a la ejecución de políticas de un gobierno, con el objetivo de generar bases fundacionales", señaló el jefe sindical. E hizo un guiño al candidato Alberto Fernández: "Si en la política es 'con todos', en el pacto es con todos también".
Epílogo
La jornada, que tuvo una notoria presencia sindical, contó con un total de cuatro paneles. Además de los dirigentes citados, entre los disertantes estuvieron el ex director del BCRA Arnaldo Bocco, la decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Carolina Mera, el politólogo Marcelo Leiras (Conicet), el vicepresidente del Banco Central, Miguel Angel Pesce, el defensor del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Alejandro Amor, entre otros.
Entre los que no hablaron también había caras conocidas. Entre los asistentes estuvieron el líder de Camioneros, Hugo Moyano, el ex titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez y el ex jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, quien fue saludado por el cardenal Mario Poli.
En sus palabras finales, el arzobispo recordó su interrogante planteado en el tedeum del pasado 25 de mayo: "¿No será momento de ir hacia un Gran Pacto Nacional con mirada amplia y generosa?". El religioso convocó a que en ese llamado se puedan "poner todos los valores, las grandezas de nuestra Nación, nuestros fracasos también y el reconocimiento de lo que no hemos podido hacer".
"Pero hay algo de nuestra fe que lo atraviesa, que es la esperanza", expresó Poli. "Que esta Patria se ponga de pie también es parte de la esperanza cristiana".
Al finalizar la jornada, el padre Carlos Acapputo dijo a Infobae que "le diría al pueblo que la está pasando mal a que resistan. Se necesita más fuerza para resistir que para atacar", afirmó. Este medio le preguntó sobre el comentario de Miguel Ángel Pichetto, que criticó el "silencio" de la Iglesia ante los hechos de violencia en el Ministerio de Desarrollo Social. "Es un problema y opinión de él", consideró el presidente de la Pastoral Social de Buenos Aires.
Fotos: Gustavo Gavotti
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