"Volver a las fuentes". Esa podría ser la síntesis de la nueva estrategia de campaña que acordaron Mauricio Macri y Marcos Peña en reuniones que realizaron con el equipo de comunicación, algo así como recuperar cierta simpleza o inocencia a la hora de caminar por el territorio, sin las precauciones de seguridad que se imponen a un jefe de Estado.
El encuentro que lideró el Jefe de Gabinete se hizo en Olivos, con la presencia de Jaime Durán Barba y el psicólogo encargado de los grupos focales, el español Roberto Zapata, más todo el equipo de comunicación. Es decir, el secretario de Medios Jorge Grecco, el subsecretario Gustavo Gómez Repetto, el coordinador de Argentina 2040 Iván Petrella, la responsable de las encuestas Mora Jozami, los expertos en estrategia digital Guillermo Riera y Diego Copello, el encargado de movilización Federico Morales, la responsable de contenidos Fanny Peña y Lucia Aboud, mano derecha de Peña. También estuvo una socia del publicista Joaquín Mollá.
Macri ya se había reunido con Peña, Durán Barba, Zapata, el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y la gobernadora María Eugenia Vidal, con quienes se acordó bajar el perfil de campaña al mínimo en momentos en que el electorado sigue muy enojado por la situación económica.
El equipo de comunicación coincidió en que fueron muchos los distritos donde Juntos por el Cambio no hizo campaña, y solo se limitaron a la conversación vía WhatsApp, sin voluntad de salir a la calle ni compromiso con la gente. "En cambio, en cada distrito donde hubo trabajo territorial se ganó o se estuvo muy cerca de ganar, así que estamos convencidos de que si volvemos a la calle con humildad vamos a recuperar el vínculo y el voto", dijo uno de los participantes.
También hubo coincidencia en que lo que se llama "el voto blando", ese 30% que no se definía a quién iba a votar y que en los estudios oficiales se proyectaba con mayoría para Macri, pero terminó votando masivamente para Alberto Fernández.
Se puso énfasis, de nuevo, en la profusión de cartelería de todos los tamaños y colores que desplegaron los candidatos del Frente de Todos en las rutas de todas las provincias, generando una presencia que por su masividad habría dejado al oficialismo en absoluta debilidad.
Peña, por su lado, insistió en que "si nos quedamos en la calle, si no nos borramos, nuestro voto no se va a ir a ningún lado y tenemos todavía algo para recuperar". Agregó que "no alcanzará para ganar", pero se mostró confiado en que si van a votar más de los que fueron a las PASO tendrán chances para alcanzar el balotaje. "Dependemos de la base de votantes", aseguró.
El jefe de gabinete también dijo que "mucha gente está más entusiasmada con los dirigentes, al punto que nos empujan para que sigamos adelante, que todavía sí se puede, lo que nos obliga a no bajar los brazos".
En la reunión, el equipo de comunicación del Gobierno presentó los próximos spots que se emitirán en la pauta publicitaria oficial, que siguen siendo obras de infraestructura, "aunque el mensaje es distinto, esperanzador, hablando de futuro".
Aunque parezca que esta autocrítica llega tarde, la obsesión de Peña y su equipo de comunicación es salir de los despachos oficiales, arriesgarse y romper con las distancias que se generaron con el electorado.
Uno de los participantes del encuentro se lo explicó así a Infobae: "Puede parecer poco, pero volver a ser lo que éramos, cuando ninguno de nosotros soñaba que era posible llegar a la Casa Rosada y gobernar la Argentina parecía una quimera, tal vez sirva para que se nos perdonen muchos de los errores que cometimos".
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