Hernán Lacunza, el ministro de Hacienda que modificó la toma de decisiones en la Casa Rosada

El funcionario no disputa el poder a Marcos Peña, pero es una opinión distinta en un gobierno acostumbrado al discurso monolítico del Jefe de Gabinete

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Mauricio Macri y Marcos Peña: socios políticos y amigos personales (Adrián Escandar)
Mauricio Macri y Marcos Peña: socios políticos y amigos personales (Adrián Escandar)

El poder en Casa Rosada funciona en tándem: Mauricio Macri es el presidente de la Nación y Marcos Peña su jefe de Gabinete. Son Uno y Dos. Macri escucha y decide. Peña ejecuta y carga la Bolilla Negra. El Presidente y su sombra. Y viceversa. 

Este esquema de poder cerrado, críptico y a prueba de crisis económicas, políticas y electorales, consintió una diagonal que protagoniza Hernán Lacunza, el primer ministro de Hacienda de la administración Macri que es respetado por la oposición y puede enfrentar la ley de gravedad de Cambiemos que controla Peña desde su luminoso despacho en Balcarce 50.

Alfonso Prat Gay es políglota, conoce el poder financiero y carga con un ego personal que se enredó con el estilo despojado de Peña. Prat Gay duró un suspiró y el Jefe de Gabinete hizo una apuesta política por Nicolás Dujovne, un asesor financiero que hablaba bien frente a las cámaras de televisión. 

El ex ministro de Hacienda Nicolás Dujovne (Foto NA)
El ex ministro de Hacienda Nicolás Dujovne (Foto NA)

Dujovne siempre sostuvo las decisiones políticas de Peña, y esa función le permitió sobrevivir en la cartera de Hacienda cuando Macri evaluó convocar a Carlos Melconian y a Prat Gay al gabinete nacional. El ministro que toca la flauta traversa sobrevivió y fue clave para lograr los dos acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Macri y Peña aseguran en privado que diseñaron un plan de contingencia para resolver la encrucijada electoral, política y económica que apareció tras la apabullante derrota en las PASO. Esa hoja de ruta implicó la caída de Dujovne, que escribió una carta de renuncia en ajustado tono coloquial y comunicó que no participaría de la jura de su sucesor Hernán Lacunza, el tercer ministro de Hacienda de Macri y Peña. 

Lacunza no tiene el ego de Prat Gay ni la flexibilidad académica de Dujovne. Conoce las reglas de juego y está apalancado por la influencia de Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, dos amigos y socios políticos de Macri que pueden perder mucho poder en los comicios generales de octubre.

Hernán Lacunza, ministro de Hacienda. (Matías Arbotto)
Hernán Lacunza, ministro de Hacienda. (Matías Arbotto)

A esta circunstancia inédita en la Casa Rosada, adonde Peña no tuvo oportunidad de mostrar su Bolilla Negra, se suma que Lacunza dijo que sí inmediatamente cuando Macri le ofreció las oficinas de Dujovne y que tiene muchos amigos en el gabinete y entre los principales asesores económicos de Alberto Fernández. 

Entonces, Lacunza desembarcó en Balcarce 50 con el respaldo de Vidal-Rodríguez Larreta, el elogio público de Fernández y la necesidad política y económica de Macri y Peña: ambos buscaron ministros de Hacienda, pero Lacunza fue el único que juró sin titubear.

Lacunza no balancea el poder de Peña en la Casa Rosada. Es una opinión distinta a la mirada propia que el Jefe de Gabinete siempre había impuesto para resolver una encrucijada de gobierno.

En este contexto, Lacunza ya es la segunda mirada de Macri, y ese es su principal valor en Cambiemos. Hasta la crisis causada por las PASO, Peña era el discurso dominante y Macri tomaba las decisiones apoyado en ese único discurso.

Ahora, con Lacunza en Hacienda, Peña escucha con mayor atención al Gobierno y la oposición, y Macri ejecuta decisiones que implican a todas las variables básicas de la economía, las finanzas y la política. 

El jefe de Gabinete Marcos Peña (Nicolás Aboaf)
El jefe de Gabinete Marcos Peña (Nicolás Aboaf)

El Presidente y el Jefe de Gabinete ya saben que el ministro de Hacienda fija posiciones que son respaldadas -en público o privado- por Fernández, Guillermo Nielsen, Eduardo "Wado" de Pedro, Rogelio Frigerio, Elisa Carrió, Alfredo Cornejo, Martín Lousteau, ciertos burócratas del FMI y el establishment financiero y comercial que está asentado en Buenos Aires.  

En el Gobierno y en la oposición aseguran que la designación de Lacunza modificó la toma de decisiones en Balcarce 50. Es que por primera vez en su historia, la coalición oficialista tiene un ministro de Hacienda capaz de confrontar ideas con el Jefe de Gabinete y el Presidente. 

A pocas semanas de la primera vuelta, y en medio de una crisis económica y financiera, no es poco para Cambiemos que perdió las PASO ante el Frente de Todos y sueña con llegar al balotaje a fines de noviembre.

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