María Eugenia Vidal tomó una decisión personal en medio de la evaluación de la derrota electoral: postergará el inicio formal de su campaña por la reelección en la provincia de Buenos Aires, aunque seguirá recorriendo los barrios bonaerenses para "escuchar mucho a la gente y no pedirles el voto". Y lo hará en silencio, lejos de las cámaras de televisión.
La gobernadora cree en la intimidad que en el actual contexto social no se puede salir a hacer campaña. Así se lo hizo saber a su equipo de trabajo y es, en definitiva, otra clara diferenciación con relación a la estrategia del presidente Mauricio Macri, que viajo a Córdoba con un discurso proselitista y se mostró confiado en dar pelea por el balotaje.
"No puedo salir a la calle a pedir votos en este momento. Ahora es tiempo de escuchar los reclamos de la gente", reiteró Vidal a un ministro de su máxima confianza durante una reunión en La Plata, según pudo saber Infobae.
De esta forma, el inicio de la campaña (que empieza formalmente este sábado) deberá esperar, según la gobernadora bonaerense. No hay fecha aún de inicio para Vidal. Pueden ser dos semanas o tres más. No lo sabe. Dependerá de cómo evolucione la situación social y económica.
Por lo pronto, el foco estará puesto en los anuncios de medidas económicas que realizó hoy y que contemplan un refuerzo en comedores escolares, ayuda a las pymes, un aumento a los jubilados y un refuerzo en otros planes sociales. En total se destinarán 1.400 millones de pesos para esa ayuda social que hoy Vidal ve "imprescindible" para paliar la crisis y capear la inflación.
En el anuncio, que tuvo lugar en el Parque General San Martín de Lanús, también estuvieron presentes el intendente local, Néstor Grindetti; el ministro de Desarrollo Social de la Provincia, Santiago López Medrano; el ministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas; y la presidenta de la Fundación Banco Provincia, Florencia Montes de Oca.
"Desde el primer día pusimos como eje de gobierno la integración social. La provincia de Buenos Aires necesita en este momento el esfuerzo de todos: las fuerzas políticas, los dirigentes, los referentes sociales y los vecinos, que podemos ayudar haciendo bien nuestra parte. Mi compromiso y el de todo el equipo es el de seguir haciendo, sin especulación, poniendo por encima de cualquier interés aliviar la situación de todos los bonaerenses que lo necesiten", señaló Vidal.
En paralelo a las actividades de gestión, la gobernadora seguirá recorriendo la provincia en plan de "escuchar y no pedir votos". No dirá nada públicamente de esto. "Mi función es gobernar hasta el 10 de diciembre y esa es una responsabilidad que está por encima de todo", le planteó hace dos días a un asesor de campaña. En este marco, el lunes estuvo en Pilar, el martes en San Fernando y ayer, en La Plata, tuvo reunión de gabinete y un encuentro con policías.
Por otro lado, en la intimidad, la gobernadora bonaerense afirmó a su equipo que todavía "hace falta mucha autocrítica" con relación al resultado de las PASO. No quiso dar nombres ni apuntar a nadie en especial. Pero todos en el grupo de funcionarios cercanos que rodean a la gobernadora miran con recelo al jefe de Gabinete Marcos Peña y al gurú ecuatoriano Jaime Durán Barba, quienes habían recomendado no desdoblar la elección bonaerense de la nacional. El resultado quedó a la vista: más de 17 puntos abajo en las PASO.
En el repaso que volvieron a hacer los funcionarios bonaerenses con Vidal ayer en La Plata la gobernadora admitió que nadie vio venir el vendaval que desacomodó al país y que golpeó duramente a Cambiemos. Algunos intendentes del oficialismo le habían advertido a la gobernadora que iba a ser una dura derrota por el malestar general que había con las medidas económicas de Macri. Pero nadie evaluó el resultado con la diferencia de votos abismal que hubo entre las fórmulas de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos.
Cualesquiera sean las causas de su derrota, ahora Vidal se enfocará en la gestión y la campaña quedará para más adelante. Más allá de esto, en La Plata hay una certeza: hay pocas chances de remontar los más de 17 puntos de diferencia con Axel Kicillof.
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