La estrategia de los intendentes de Cambiemos para despegarse de Macri y Vidal en la provincia de Buenos Aires

Un grupo de jefes comunales busca negociar con un sector del peronismo para intentar salvar la gestión en sus municipios

Los intendentes bonaerenses de Cambiemos

La dura derrota electoral en las PASO dejó a los integrantes de Cambiemos desorientados y sin norte. En la provincia de Buenos Aires los intendentes fueron quienes más sufrieron. Los alcaldes quedaron sepultados debajo de las boletas de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, quienes perdieron por 16 y 17 puntos, respectivamente.

Los principales jefes comunales del oficialismo en el conurbano perdieron en sus municipios y pusieron en riesgo su reelección. En las elecciones generales del 27 de octubre se enfrentarán a un verdadero desafío: tendrán que tratar de salvar sus gestiones mientras ven cómo los líderes de la fuerza política afrontan lo que, a priori, parece ser una misión imposible, ganarles a Alberto Fernández y Axel Kicillof.

Desahuciados por los resultados y sin buenas expectativas en el corto plazo, en los últimos días algunos de los intendentes avanzaron en una estrategia para buscar salvar sus gobiernos. Contactaron a dirigentes de Consenso Federal para proponerles un acuerdo que pueda beneficiar a las dos partes.

Les propusieron desacoplar las candidaturas a intendente de las listas de Juntos por el Cambios y Consenso Federal para poder repartir las boletas cortadas en sus distritos. Es decir, entregar solo el fragmento de la boleta de los jefes comunales oficialistas acompañado por la que lleva al candidato a presidente, gobernador y diputados de la fuerza opositora. En ese corte, los candidatos municipales del lavagnismo serían los más perjudicados.

El candidato a presidente de Consenso Federal Roberto Lavagna (Franco Fafasuli)

La mecánica funcionaría así: los intendentes de Cambiemos repartirían su boleta junto a la de Roberto Lavagna. De esa forma evitarían que las figura de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal espanten a sus votantes locales y los compliquen aún más. Así combatirían el rechazo al jefe de Estado y podrían asegurarse que sus votos ingresen en las urnas.

Se trata de diferenciar la gestión municipal de la nacional o provincial y, al mismo tiempo, encontrar un candidato que si no los impulsa para arriba, al menos no los aplaste. Por eso sondearon al ex ministro de Economía para entablar una negociación.

¿Qué ganaría Lavagna en caso de acceder? Mayor fiscalización en la provincia de Buenos Aires, donde tuvo problemas para controlar la elección durante las PASO; sumar mayor cantidad de votos para las categorías de legisladores; y lograr un empuje territorial para su candidatura nacional.

El intendente de Quilmes, Martiniano Molina (@muycarba)

Sin embargo, la repuesta que bajó el economista a sus emisarios fue negativa. No aceptó negociar. No quiere dejar en el camino a sus candidatos a intendentes, quienes construyeron sus candidaturas de forma casi artesanal. Con pocos recursos, en tiempo récord y agobiados por la presión de la extrema polarización.

Los intendentes quieren acotar la elección a los municipios y evitar así que los comicios nacionales los perjudiquen. Entienden que la suerte está echada y ahora deben trabajar para mantenerse en sus localidades. Que no los lleve puesto la ola azul del Frente de Todos. Una tarea extremadamente difícil.

La gobernadora perdió en las elecciones primarias frente a Axel Kicillof (Nicolás Stulberg)

En la lista de intendentes de Cambiemos que tomaron contacto con el lavagnismo estarían Néstor Grindetti (Lanús), Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Martiniano Molina (Quilmes), Nicolás Ducoté (Pilar), Julio Garro (La Plata), Darío Kubar (General Rodríguez) y Héctor Gay (Bahía Blanca).

No habrían sido los únicos. La derrota golpeó más de lo previsto y frente a un Gobierno que está ocupado en controlar la crisis, los jefes comunales actúan para salvar sus gestiones. Se mueven con pragmatismo y rapidez en medio de la preocupación electoral.

En Lanús, Grindetti perdió por 13 puntos frente a la interna del Frente de Todos, en la que ganó Edgardo Depetri. Tres de Febrero fue casi una réplica: Valenzuela quedó abajo por 12 puntos frente a la interna en al que ganó Juan Debandi. En Quilmes Molina perdió por 20 puntos y la diputada de La Cámpora Mayra Mendoza quedó al borde del triunfo.

En Pilar Ducoté quedó 12 puntos abajo de Federico Achaval, mientras que en General Rodríguez Kubar cayó por casi 20 puntos frente a la interna peronista en la que terminó ganando Mauro García. En La Plata Garró perdió por 10 puntos.

Los intendentes buscan una estrategia para evitar llevar a Mauricio Macri en la boleta (Télam)

En la capital provincial Kicillof apuesta a dar golpe respaldando a Florencia Saintout. En Bahía Blanca, uno de los distritos más importantes del interior bonaerense, Gay logró un triunfo ajustado. Ganó por dos puntos. Su continuidad está claramente en riesgo.

"No alcanzan los botes y se quedaron cortos de salvavidas. La sangría es cada día mayor", graficó, con ironía, un armador del lavagnismo en la provincia de Buenos Aires, en referencia a la situación de debilidad política en la que quedaron los gobiernos de la nación y la provincia, y las pocas expectativas que tienen los intendentes de que Macri y Vidal puedan revertir la elección en los próximos meses.

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