Matías Lammens retoma la campaña porteña con bajo perfil mediático en medio de la crisis económica

El candidato a jefe de Gobierno del Frente de Todos confía en las encuestas que dicen que Rodríguez Larreta no llegaría al 50% para ganar en primera vuelta y se ilusiona con un balotaje cabeza a cabeza. La estrategia para captar el voto de las clases medias

Matías Lammens y Cecilia Segura con un empresario pyme de La Boca

En el comando de campaña de Matías Lammens miran números. Por un lado, las últimas encuestas, especialmente la que encargó Juan Manuel Olmos, uno de los referentes del peronismo porteño. Por el otro, la cotización del dólar, el riesgo país y la inflación. En esta campaña atravesada por la crisis, la combinación de todas esas cifras puede generar las condiciones para un batacazo en la ciudad de Buenos Aires.

El resultado de las PASO demostró que la estrategia de encabezar la boleta con un extrapartidario fue exitosa y potenció el arrastre de la fórmula presidencial Fernández-Fernández. Con casi un 32% de los votos, el Frente de Todos logró superar el techo histórico del kirchnerismo en un distrito antiperonista y quedó en carrera para pelearle la elección a Horacio Rodríguez Larreta en un eventual balotaje.

Los últimos sondeos que manejan en las oficinas de la calle Pavón los entusiasman: indican que el Frente de Todos siguen creciendo mientras que Rodríguez Larreta no consigue llegar al 50%. "Nos dan 35% a 47%, con apenas 28% de imagen negativa", aseguran. Llegar al balotaje fue el objetivo desde el principio ya que solo en esa instancia tendrán chances reales de poder derrotar al macrismo. Así como casi hizo Lousteau en 2015.

Tras dos semanas en las que analizaron en detalle cómo se distribuyeron los votos comuna por comuna y los resultados de nuevos focus groups, este viernes Lammens retomó la campaña alejado de los medios y haciendo foco en uno de los ejes discursivos que más frutos rindió: la falta de una política específica de la ciudad para fomentar del desarrollo productivo y el empleo de calidad. "La ausencia de crédito les impide crecer y los tarifazos también afectaron su planta", señaló luego de visitar una distribuidora de productos a base de hierbas en La Boca.

Matías Lammens tras su primera reunión con CFK (Nicolás Stulberg)

En el comando de campaña reinan las ansias por volver a poner a fondo la maquinaria proselitista pero por el momento los candidatos mantendrán un bajo perfil mediático. "Vamos a hacer actividades pero sin mucho ruido porque la situación del país no da para tanta campaña política", reconocen allegados a la mesa chica.

Hasta que la situación a nivel nacional se calme un poco, el Frente de Todos porteño seguirá con los contactos cara a cara con vecinos, las visitas a las pymes y las actividades de base. Las apariciones en medios masivos quedarán para más adelante porque entienden que se vuelve casi inevitable hablar de la situación económica nacional y ese mensaje lo está centralizando Alberto Fernández. "Hoy en día cualquier coma mal puesta en una declaración es un quilombo", dicen en referencia a la sensibilidad de los mercados.

Por otro lado, también se preparan para el debate, una oportunidad inigualable para aumentar al nivel de conocimiento (que hoy calculan en un 80%) y para obligar al oficialismo a hablar sobre los temas que suele evitar. "Nosotros queremos ir a todos los debates, incluido el de TN. Larreta solo quiere hacer el del Canal de la Ciudad con las preguntas que va a elegir él", chicanean en off.

El rol de Alberto y los efectos de la crisis económica

El candidato a presidente ya se reunió personalmente con Lammens en tres oportunidades desde la PASO. Aseguran que está muy entusiasmado con los resultados y ya se comprometió a estar mucho más involucrado en la campaña que en el tramo anterior, en el cual apenas compartieron un acto en la semana previa a los comicios. De cara a octubre -adelantan- Alberto y Lammens harán entre cuatro y cinco apariciones conjuntas.

Gisela Marziotta, Alebrto Fernández y Matías Lammens

Sin embargo la gran protagonista de la campaña sin dudas será la crisis económica, que amenaza con arrastrar al macrismo incluso en un distrito donde la gestión local goza de muy buena imagen.

Los equipos técnicos que trabajan para el Frente de Todos coinciden con los principales analistas económicos: el golpe inflacionario producto de las últimas escaladas del dólar se sentirá plenamente para el mes de octubre, en lo más caliente de la campaña. Y como consecuencia, también estiman que los número de pobreza van a llegar con un 3% extra.

"En la calle cuando hacemos recorridas se nota que cada vez hay más incertidumbre sobre lo que va a pasar", afirman. En ese contexto, el oficialismo tendrá cada vez más dificultad para llegar con su mensaje enfocado en la obra pública y la gestión local.

Los ejes de la campaña que se viene

"Nosotros vamos a insistir con la agenda económica y con los cuestionamientos a las prioridades en el gasto como veníamos haciendo. Pero vamos a sumar una propuesta integral para el transporte público, que se va a llamar 'La revolución del subte', y vamos a hacer un poco más de foco en la agenda ambiental y en la importancia de la alternancia después de 12 años de gobierno del mismo partido", explican los estrategas.

Lammens cerró su campaña para las PASO con una volanteada en la línea D

No obstante, continuarán con la propuesta para crear un Agencia de Ciencia y Técnica para fomentar el desarrollo productivo, con el proyecto para construir un hospital en el sur de la ciudad y con el plan para que el Estado intervenga en las construcción de viviendas para facilitar el acceso a las clases medias y bajas.

Las actividades se concentrarán en los barrios de clase media del centro de la ciudad, como Almagro, Boedo, Caballito, Flores y Villa Crespo. Allí, en el "corredor Rivadavia", entienden que hay más votos para ganar, aunque sin descuidar las comunas del sur donde lograron sacar una ventaja considerable.

Y como los focus groups evidenciaron que para muchos porteños uno de los principales cuestionamientos al Frente de Todos sigue siendo su relación con el kirchnerismo, Lammens continuará asumiendo la centralidad de la comunicación. Su origen extrapartidario le permite tener una mejor recepción entre los sectores medios antiperonistas que otras figuras de su espacio como Mariano Recalde, cuyo nombre es indisociable de La Cámpora y Cristina Kirchner.

Mariano Recalde y Matías Lammens

No obstante, allegados a ambos candidatos suelen destacar la buena relación que se generó entre ambos y aseguran que a pesar de haber comenzado a trabajar juntos hace poco tiempo todos los espacios que integran el frente se amalgamaron sin mayores problemas. Recalde, además de ser el primer candidato a senador, asumió virtualmente el rol de jefe de campaña.

Por su parte, el larretismo también tomó nota de los resultados y concentrará su campaña en las comunas 9, 8 y 4. Aunque aseguran que no harán grandes cambios a la estrategia, el vicejefe Diego Santilli será el encargado de comandar los esfuerzos en los barrios del sur donde se vieron superado por la "ola celeste". Ahora será cuestión de ver cuánto margen para despegarse de la figura de Mauricio Macri y "hablar de temas locales" le queda el actual jefe de Gobierno si la inestabilidad económica sigue sin dar respiro.

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