Kicillof volverá a la ruta, tomará distancia de la campaña nacional y se enfocará en conseguir más votos en las ciudades donde perdió

Axel Kicillof tenía pensado retomar sus viajes por el interior bonaerense el jueves de la última semana. En su agenda había un recorrido a cuatro localidades en dos días. Sin embargo, la fatalidad de un accidente lo obligó a cambiar los planes.

El miércoles pasado, luego de participar de un encuentro de intendentes en Avellaneda que fue encabezado por el economista, falleció el jefe comunal de Hipólito Yrigoyen, Jorge Cortés. Su auto cayó a una zanja cuando volvía a su ciudad por la Ruta 6. Kicillof suspendió sus recorridas a las pocas horas de enterarse.

Este jueves el ex ministro de Economía volverá a la ruta, a las recorridas, al Renault Clio victorioso y a dos localidades de la cuarta sección electoral: Rivadavia y Trenque Lauquen. En ambos municipios gobierna Cambiemos y el economista perdió.

En la primera localidad perdió por tres puntos, pero el candidato a intendente local, Néstor Policano, se impuso por dos. En la segunda quedó seis puntos debajo de María Eugenia Vidal mientras que la interna del peronismo – con tres candidatos – quedó cuatro puntos abajo del postulante de Cambiemos.

La intención del ex ministro es reforzar la presencia y el mensaje en las localidades que gobierna el oficialismo, pero en las que ganó el peronismo, y los distritos en los que el Frente de Todos perdió por pocos puntos. Además de visitar los municipios a los que todavía no fue.

El viernes viajará a Alberti y Chacabuco, también en la cuarta sección electoral, adónde decidió apuntar su esfuerzo en el comienzo del segundo tramo de campaña. En la primera localidad Kicillof perdió por tres puntos frente a la gobernadora bonaerense, que logró el 44,35% de los votos. Sin embargo, Germán Lago, intendente local, se impuso con el 48,65% y sacó ocho puntos de distancia. El corte de boleta fue contundente.

Hay localidades como Escobar y Avellaneda en donde lo afectó el corte de boleta. El economista no desconfía de los intendentes. Incluso tiene una relación fluida y de confianza con ellos. Considera que el corte no es un factor determinante en la elección. No lo afectó en esta oportunidad como si le pasó a Aníbal Fernández en el 2015. No lo preocupa.

En tanto, en Chacabuco, el candidato a gobernador del peronismo K ganó por 6 puntos logrando el 46,57%. Su presencia en la ciudad está relacionada con la elección municipal. La interna peronista, en la que participaron Héctor Ciminelli y Martín Carnaghi, quedó un punto y medio encima del candidato de Cambiemos, que sacó el 44,76% de los votos. El foco está puesto en conseguir un nuevo municipio para el Frente de Todos. Ciminelli es el encargado de hacerlo.

No es casualidad que Kicillof haya decidido retomar sus actividades electorales en la cuarta sección. En esa zona el peronismo ganó en ocho municipios donde no gobierna. Hay que apuntalar esos triunfos y mantener la diferencia en octubre. A los cuatro que visitará entre jueves y viernes es la primera vez que va.

Bragado, Carlos Tejedor, Chacabuco, Florentino Ameghino, General Viamonte, Junín, 9 de Julio y Rivadavia son las localidades en las que el Frente de Todos dio el golpe. El esfuerzo del candidato kirchnerista estará puesto en el interior. Ampliar la cantidad de votos obtenida. En el Conurbano puede descansar sobre la gestión de la mayoría de los intendentes peronistas, que lograron buenos resultados en las PASO y quedaron al borde de la reelección.

En la mañana de ayer el candidato a gobernador del peronismo K recibió a los candidatos a intendentes de San Nicolás, Cecilia Comerio, y Necochea, Facundo López. Ambos perdieron por una diferencia irremontable. El objetivo más realista del ex ministro es mejorar los resultados. Acortar la distancia. No deja librado al alzar ningún municipio. En todos hay votos que cautivar para fortalecer su futura gestión en la provincia de Buenos Aires.

Para el segundo tramo de la campaña Kicillof tiene decidido no meterse demasiado en la política macroeconómica a nivel nacional. Quiere evitar que se lo relacione directamente con la nación o que sus palabras se tomen como las de un ex ministro de Economía que influirá en un posible gobierno de los Fernández. Ese es un terreno de Alberto Fernández y sus asesores económicos. Cada uno en su lugar.

Seguí leyendo