Una semana después de haber denunciado amenazas en la puerta de su casa, renunció el ministro de Educación de la provincia de Chubut Leonardo De Bella. Había asumido al cargo hacía apenas cuatro meses y ahora se retira en medio de un clima de violencia y tensión máxima en el entorno del Estado provincial.
Según le confirmaron fuentes cercanas al Gobierno chubutense a Infobae, De Bella presentó en un escrito su "renuncia indeclinable" al gobernador Mariano Arcioni.
"Me dirijo a Ud. con el fin de comunicarle mi renuncia de carácter indeclinable, a partir del día de la fecha, al cargo de Ministro de Educación de la provincia de Chubut con el cual me ha honrado designándome desde el día 2 de mayo", inició el texto.
Y continuó: "Entiendo que he cumplido mi labor con la responsabilidad que tan alto cargo lo requiere estando a la altura de las circunstancias en cada ocasión; pero también es cierto que, en la coyuntura política del presente, se vuelve necesario que usted cuente con nuevos interlocutores en la cartera educativa, que le permita tener mejores márgenes de asesoramiento y ejecutividad".
De Bella no hizo mención en el comunicado, pero lo cierto es que a lo largo de la última semana el funcionario se vio involucrado en graves episodios de violencia política dentro de la provincia.
El mismo día en que fuera baleada la camioneta del jefe de Gabinete de Chubut, Federico Massoni, el propio De Bella denunció ante la Justicia haber sido víctima de una amenaza en la puerta de su propio domicilio.
El ahora ex ministro educativo afirmó en su momento que el lunes 19 de agosto, cerca de las 21:45, justo cuando se encontraba solo en su hogar, escuchó un bocinazo desde un vehículo parado en la puerta de su casa en el barrio UPCN.
Según su relato, eran aproximadamente una caravana de 12 vehículos que llevaban el símbolo de la agrupación "Docentes en Lucha".
"El episodio consistió en un bocinazo frente a mi vivienda y el pedido de que renuncie al cargo, remarcando insistentemente que 'sabían donde vivía'", afirmó De Bella en su momento a la agencia Télam.
En su momento, el funcionario aseguró que llegó a registrar los números de patente de algunos de los vehículos y que realizaría la denuncia ante el Ministerio Público Fiscal.
La provincia patagónica atraviesa una grave crisis institucional y tiene al aparato estatal paralizado por la falta de pago a los empleados públicos, que solo alcanzaron a cobrar apenas un tercio del sueldo de julio y tienen la obra social cortada.
A raíz de los incumplimientos salariales, los sindicatos locales decretaron el paro por tiempo indeterminado con movilizaciones cotidianas en prácticamente todo el territorio chubutense.
Durante la segunda semana de agosto, la detención de dos referentes de la Asociación de Trabajadores del Estado de Chubut (ATEch), quienes se encontraban en un corte de ruta, provocó el recrudecimiento del conflicto que ya lleva más de 40 días.
Ante la falta de respuesta por parte del Estado, los empleados públicos decidieron recrudecer sus medidas de fuerza. A los paros se sumaron ahora los cortes de ruta en regiones de importancia como Puerto Madryn, Esquel y Comodoro Rivadavia.
Además, de De Bella, también presentó su renuncia el subsecretario de Recursos, Apoyo y Servicios Auxiliares de Educación, Daniel Ehnes.
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