Qué dicen los economistas de Alberto Fernández cuando hablan en privado con empresarios y banqueros

Desde que el resultado de las PASO lo colocó a las puertas de la Casa Rosada, todo lo que dice el candidato del Frente de Todos ya repercute en los mercados y es analizado en detalle por los agentes de la economía

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Alberto Fernández
Alberto Fernández

La misma consultora española que le adelantó a Alberto Fernández que el resultado de las PASO implicaría que podía ganar en primera vuelta le da ahora una intención de voto por encima del 50 por ciento, lo que vuelve más tangible aún la perspectiva de llegar a la Rosada y aumentan el peso específico de sus definiciones.

En el entorno de Alberto Fernández aseguran que el candidato es sincero cuando rechaza toda posibilidad de default. La voluntad de pago es total. Sólo está atada a la capacidad de pago. En previsión de lo cual su equipo está siguiendo de cerca todos los índices críticos: inflación, riesgo país, reservas de libre disponibilidad, liquidez en la tesorería y rollover -prórroga- de corto plazo.

A la vez que rechaza de plano la posibilidad de un default, Alberto Fernández ha evocado la necesidad de una revisión de los compromisos. En su entorno, que incluye a especialistas que lo conocen de larga data e incluso han trabajado con él, aseguran que, en caso de reperfilamiento de deuda, optarían por un cambio voluntario de bono por bono. Sin quita. Es decir, algo completamente market friendly y respetando el NPV (Net Present Value), es decir, el valor actual neto.

En otro guiño al mercado y a la apertura, dicen que, apenas asuman, pondrán proa hacia Estados Unidos para hablar con Donald Trump y también con el establishment bancario y financiero con el fin de generar confianza en los mercados.

En las conversaciones que el equipo de Fernández mantuvo con el nuevo ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, se planteó la necesidad de que el gobierno no les deje bombas de tiempo, en referencia, antes que nada, a las Leliq.

(Gustavo Gavotti)
(Gustavo Gavotti)

También le trasladaron la crítica -ya formulada públicamente por el candidato Fernández- a la forma en que se implementó la eliminación del IVA en alimentos, que no debió hacerse mediante una baja general sino a través de reintegros por pago con tarjeta de débito o crédito, a fin de beneficiar a los sectores más necesitados.

Otra bomba de tiempo es el congelamiento de los precios del petróleo, por tratarse de un sector totalmente dolarizado. Acordaron en principio descongelarlo por tercios, un tercio cada treinta días para volver en 90 días a la situación original.

De todas formas, sostienen que el candidato no quiere actuar como virtual Presidente, por lo que prefieren "pecar" de inactivos. Fernández no quiere decir ni hacer nada que debilite al Gobierno. Es más, mostrará apoyo y dará señales de tranquilidad. Es por eso que los economistas cercanos a Alberto Fernández evitarán reunirse por su cuenta con tenedores de bonos.

En el plano de la economía real, Vaca Muerta será la prioridad número uno, con la finalidad de convertir a la Argentina en país exportador de petróleo, gas y shale gas. El objetivo final sería la construcción de un gasoducto que permita exportar a San Pablo.

También piensan en reducir la alícuota de ganancias, viejo reclamo de los sectores medios defraudados por el actual Gobierno que en campaña se los había prometido.

Asimismo, el objetivo es que las empresas puedan amortizar rápidamente sus inversiones, que puedan descargar con mayor facilidad y agilidad el costo de sus inversiones en maquinaria y equipo y de ese modo pagar menos impuestos.

En cambio, el camino de una reforma previsional quedó cerrado de momento por el acuerdo de Macri con el FMI. Por el contrario, y para su sorpresa, habría cierto apoyo en los sindicatos para una reforma laboral. Achicar el Estado es un objetivo pero es difícil que se acepte la necesidad de reducir la planta de personal.

La reforma fiscal es imprescindible para la viabilidad del proyecto. "Si no lo logramos… Ezeiza o Buquebus", dramatizan.

En cuanto a la inflación, el problema quizás más acuciante, habrá una campaña mediática de acuerdos de precios y salarios, pero en el fondo admiten que la inflación se resuelve con política monetaria. Está mal que la base monetaria no crezca pero sí crezcan las Leliqs con tasas del 75% anual.

Habrá encajes para los capitales golondrina y otras medidas tendientes a garantizar que permanezcan un tiempo razonable en el país.

Fernández, aseguran, es favorable al acuerdo Mercosur-Unión Europa y a los tratados de libre comercio en general. Por último, pero no menos importante, ve a Cristina Kirchner alejada del poder y sin deseos de estar en el día a día de la política.

La responsabilidad de la gestión recaerá sólo en él, como corresponde en un país tan presidencialista como es la Argentina, sostiene.

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