La no grieta, el freno al presidencialismo y las políticas de Estado pendientes: tres constituyentes analizan la reforma de 1994

Elba Roulet, Alberto García Lema y Enrique Paixao fueron convencionales en Santa Fe y realizan un repaso de las deudas pendientes y los logros de la nueva Constitución sancionada hace 25 años

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A 25 años de la reforma constitucional de 1994, tres de los juristas que formaron parte de aquel acuerdo histórico de Santa Fe, Alberto García Lema, Elba Roulet y Enrique Paixao están convencidos de que, entre los logros que dejó la nueva Carta Magna, sobresale la "no grieta" o un consenso nacional de escasos precedentes en el país, la necesidad de poner freno a un presidencialismo excesivo en la Argentina y, hacia adelante, entre los temas pendientes, la falta de políticas de Estado surgidas del acuerdo entre la dirigencia de cualquier color político.

"Hay una reforma constitucional que no se pudo trasladar en políticas de Estado permanentes en la Argentina", lamentó el jurista de extracción peronista García Lema. El radical Paixao, por su parte, entiende que el consenso histórico que se dio con la reforma fue "más allá de cualquier grieta en el país porque se dejó de lado la polémica reforma de 1949" promovida por el peronismo y viciada de anomalías. Mientras que Roulet recordó que la nueva Constitución que se gestó en Santa Fe hace 25 años imprimió en la Argentina "normativas inéditas relacionadas con el medio ambiente, los derechos de los pueblos indígenas y los tratados internacionales que irrumpieron en la historia del país".

Los tres juristas forman parte del Círculo de Convencionales de 1994 y dialogaron ampliamente con Infobae repasando aquellos caldeados días de Santa Fe de 1994, recordando los resultados obtenidos y los temas no resueltos aún en la Argentina.

-¿Cuáles son los logros de la reforma constitucional y cuáles las deudas pendientes?

Roulet-Creo que deberíamos hablar antes que nada del consenso preconstitucional. El doctor Raúl Alfonsín se propuso el consenso para la democracia con gobernadores y dirigentes mucho antes de la reforma constitucional. Y a la vez el doctor Antonio Cafiero en 1988 firma un acuerdo entre la Nación y la provincia de Buenos Aires que fue una señal de consensos preconstituyentes para mejorar la parte política y administrativa de la Nación. Esos puntos formaron parte después del Núcleo de Coincidencias Básicas en la ley de reforma. Ahora, en relación a las deudas y logros, yo que formé parte de la Comisión de Derechos y Garantías en la reforma de Santa Fe recuerdo que allí estaban los derechos de consumidores, medio ambiente, amparo, hábeas corpus y hábeas data y el reconocimiento de identidad de los indígenas. De todo ello, se hizo mucho. Hay legislación muy relevante con respecto al medio ambiente y estudios de impacto ambiental. Ahí me parece que desde lo legislativo hubo avances. También creo que hay una deuda importante en lo concerniente a dos figuras nuevas referidas a los indígenas. En la Constitución se les reconoce identidad y personería jurídica a las comunidades indígenas y la propiedad de la tierra. Hay ahora un proyecto de ley al respecto.

La radical Elba Roulet fue convencional de 1994

García Lema-Siguiendo con la idea de la etapa preconstituyente hay que remarcar que estos temas se empezaron a debatir seis años antes de la reforma y de lo que fue el Pacto de Olivos. Los partidos planteaban la necesidad de reformas en la Constitución ya que se buscaba un sistema de equilibrios. También se establecieron temas para la Convención Constituyente que implicó trasladar los acuerdos del peronismo y el radicalismo a todo el arco político de la democracia. Desde la derecha del MODIN hasta una fuerza de centro izquierda como el Frepaso. Estos le dieron una gran consistencia a los debates. Un consenso que al principio era resistido por verse sólo como un acuerdo Menem y Alfonsín se llevó luego a todas las fuerzas. También hay que destacar que en el acuerdo se puso énfasis que no se iba a imponer temas de la reforma del 49. Y en cuanto a la principal deuda pendiente sale de los canones de las leyes aprobadas o no. Así, creo que la principal deuda pendiente es no haber conseguido que el espiritu de reconciliación nacional que hubo en la reforma constitucional no se pudieron trasladar en políticas de Estado. Hoy en día cuando vemos problemas como el resultado de las PASO una cuestión que no se tiene presente es que las PASO puden tener un vicio de inconstitucionalidad ya que se había establecido un plazo para la transición que ahora con las PASO modificó la agenda política. Además, estas elecciones internas tiene una desventaja y es que debilita a las fuerzas políticas.

Paixao- La Convención del 94 expresa el momento culminante de las coincidencias de todo el sistema política para trabajar en el país hacia adelante. El sistema de PASO por ejemplo tiene a desandar eso y tiende a disolver la idea de trabajo en conjunto en la Argentina. Así, se ve la necesidad en trabajar hacia políticas de Estado que es la gran faltante después de la reforma constitucional. A la vez, se avanzó en algunos aspectos y en otros no tantos. Por ejemplo en el campo judicial, el Consejo de la Magistratura fue una figura tendiente a atenuar el esquema excesivamente presidencialista en Argentina. La idea de Constituciones seguras es ajena al sistema constitucional. Si pensamos en la Constitución de Weimar de principios del siglo XX terminó en Adolfo Hitler. Existe lo que se puede hacer. La realidad a veces lo supera todo. El sistema del Consejo de la Magistratura es un buen ejemplo que ha servido al equilibrio en el sistema de poderes. Pero por ejemplo la figura del Jefe de Gabinete está desaprovechada tal como se la concibió en la reforma del 94. Esta figura debía generar un nexo de consenso entre el Poder Ejecutivo y el Congreso. Pero ha sido en la práctica o un apéndice del Poder Ejecutivo o un ministro querido y nunca ha sido el ministro necesario para imponer que el sistema necesita de consensos más amplios.

Alberto García Lema preside hoy el Círculo de Convencionales de 1994

-¿El espíritu central del acuerdo por la reforma de 1994 era atenuar el presidencialismo pero creen que ese presidencialismo excesivo persiste en la Argentina?

Paixao-Si, persiste ese presidencialismo porque no tuvimos figuras presidenciales con el espiritu de una Constitución con esquema presidencial atenuado. Es decir, la idea de que el Estado soy yo subsiste en todos los presidentes del año 94 hasta ahora.

García Lema- Hay que agregar una situación anómala. Un gobierno como el actual que pudo gobernar con una minoría en las Cámaras y nadie planteó una moción de censura al jefe de Gabinete, y a pesar de todas las dificultades sigue existiendo una realción de manejo responsable de los poderes. Ese es un tema rescatable de la Constitución. También el elemento de las fuerzas o las armas que era preponderante y enemigo eterno en la Argentina por acción de la cláusula de la defensa de la democracia ha hecho de que en la Argentina el pensamiento de que cualquier conflicto pudiera terminar en las armas ha desaparecido del escenario político, quizá ese sea uno de los mayores logros de la reforma constitucional. Prima el derecho de garantía de la paz y no de las armas. Esto debe ser muy remarcado.

-¿Creen que la Argentina necesitaría un espacio de consenso para establecer políticas de Estado?

Roulet- Por supuesto, por eso yo hablé del acuerdo preconstitucional necesario para fijar bases de un consenso de un país. En el Parlamento en los últimos años se han construido consensos importantes. El consenso está funcionando.

-¿Pero no persiste la grieta política en Argentina?

Roulet-Pero la grieta no se refiere a la administración sino a lo político. Pero en la Constitución se impuso en la parte de derechos y garantías referido a la defensa de la democracia y pueblos indígenas a la vez que la incorporación de los tratados internacionales. Eso creo, como decía Bidart Campos, valía más que toda la reforma.

García Lema- Hay un tema central que hubo una necesidad de cambiar la propiedad de los bienes para el desarrollo del país que por la constitución del 49 se nacionalizaban a nivel del Estado nacional mientras que en la reforma del 94 los recursos naturales pasan a ser materia de las provincias. Y esto para un proyecto de desarrollo nacional es muy importante la organización federal y el manejo de los recursos. Entonces el manejo de los recursos requiere de una mayor participación federal que incluye la distribución de economías regionales que sirve para luchar contra la grieta social, contra la pobreza. Y además las autonomías municipales hace que el poder baje más hacia la cercanía de gente y la lucha de las grietas ya no es un tema del gobierno nacional sino un problema territorial. Y en la Constitución del 94 están los instrumentos como la clausula del progreso plantea un sistema más federalista. Pero esto requiere un alto grado de sofisticación del gobierno nacional. La tarea de relación en las provincias por ejemplo en los últimos años fue ejercida por el ministro del Interior cuando debía ser una tarea propia del Jefe de Gabinete.

El radical Enrique Paixao destacó los logros de la Convención de Santa Fe

Paixao-Hay que remarcar que un sistema federal no es un sistema estático. Y esta muy bien la puesta en poder de las provincias en la Constitución pero eso debe ser acompañado de una profunda convicción en el setnido de unidad ya que el riesgo de dispersión es muy importante. Vimos muchas situaciones en que gobiernos de provincias hicieron cosas espantosas con los recursos naturales y en ese sentido que la idea de una unidad nacional puede tener un peso importante.

Garcia Lema- El gobierno nacional ha querido desnaturalizar este federalismo de concertación que se impuso en la Constitución del 94 y que no quería estar basado en los antagonismos como fue el siglo XIX.

Paixao-La idea central de la reforma de 1994 fue purgar toda la bandera de la Constitución del 49. Eso si fue salvar una grieta y fue sustancial para la Argentina. Tenemos desde la reforma del 94 las herramientas para imponer todas las condiciones para establecer un país de futuro.

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