Los intendentes de Cambiemos buscan municipalizar las elecciones y despegarse de Macri para dar vuelta el resultado

Admiten sin ruborizarse que harán foco en los problemas de sus distritos y no harán campaña por el Presidente porque consideran el debate nacional zanjado

Luego de asimilar el golpe recibido en las primarias, los intendentes de Cambiemos del conurbano bonaerense comenzaron a delinear sus estrategias con el ambicioso objetivo de dar vuelta el resultado en las elecciones generales del 27 de octubre.

El 11 de agosto, sólo Gustavo Posse (San Isidro), Jaime Méndez (San Miguel) y Jorge Macri (Vicente López) obtuvieron victorias. El resto de los jefes municipales que habían llegado al poder en 2015 perdieron en sus distritos y la mayoría de ellos creen que fueron víctimas del aluvión de votos que lograron Alberto Fernández y Axel Kicillof.

El encuentro de este miércoles con la gobernadora María Eugenia Vidal y el resto de los intendentes de Cambiemos les sirvió para hacer una catarsis colectiva con duros cuestionamientos a la política económica nacional. La gobernadora los escuchó y les pidió que retomen el vínculo con la gente.

Ese diagnóstico los lleva a coincidir en la idea de municipalizar la campaña de cara octubre. Aunque nunca lo dirán públicamente, en términos prácticos eso significa despegarse de Mauricio Macri y si es necesario de la propia Vidal porque consideran que las elecciones nacional y provincial ya fueron dirimidas. Por eso, cuando son consultados por la estrategia territorial reconocen sin pudor que los punteros recibieron la orden de hacer un delivery de boletas cortadas, sin el tramo presidencial. "Que el vecino vote al candidato a presidente que quiera, pero que entienda que ahora lo que está en juego es el futuro del municipio", grafican.

Hay algunos casos que son emblemáticos porque a priori se creía que sus autoridades no tendrían dificultades en lograr la reelección. En Lanús, Cambiemos -que no tuvo competencia interna- perdió por 10 puntos de diferencia contra el Frente de Todos, donde hubo primarias entre cuatro listas. Sin embargo, en la categoría intendente el postulante más votado fue el oficialista Néstor Grindetti. La lógica indica que su principal rival de octubre, Edgardo Depetri, sumará un gran porcentaje de los sufragios de los dirigentes de su partido a quienes venció en agosto.

Para atenuar ese impacto, su equipo de campaña se focalizará estrictamente en los problemas del distrito. Se organizará una agenda de reuniones con vecinos y comerciantes. Además, visitará clubes de barrios y centros de jubilados para empezar a defender los aspectos positivos de la gestión en los últimos cuatro años.

"Vamos a hablar de cloacas, del pavimento, de las luminarias, del arribo del SAME y otras cuestiones que creemos que mejoraron la calidad de vida de los vecinos. Y lo vamos a contraponer con las propuestas de Depetri, que es el candidato en las sombras de Darío Díaz Pérez", señalaron desde su equipo de campaña.

Paralelamente, se volvió a mapear el municipio para reforzar la presencia de sus referentes en las zonas donde creen que el mensaje no llegó correctamente.

En La Plata, el escenario es similar. Julio Garro fue el postulante individual más votado, pero la interna del Frente de Todos –Florencia Saintout superó a otras cuatro listas- se impuso por 10 puntos de diferencia (45% a 35%).

"Ellos tuvieron una interna bastante reñida. De hecho, todavía se están peleando por los votos en la Justicia electoral. Quien termine ganando la primaria, va a tener que retener todo el caudal que logró el Frente de Todos en las PASO y nosotros vamos a tratar de ampliar nuestra base electoral con la incorporación de dirigentes y candidatos que se quedaron afuera", explicaron desde el entorno del jefe municipal.

Al igual que en otros distritos, apuntarán a discutir los problemas locales y pondrán el foco en las obras hidráulicas, el arribo del SAME y la instalación de 1.000 cámaras de seguridad.

Diego Valenzuela perdió en Tres de Febrero por más de 10 puntos (46,38% a 34,58%) frente a las cinco listas que compitieron en la interna del Frente de Todos. En octubre, la pelea será mano a mano contra Juan Debandi, que obtuvo 20 mil votos menos que él.

Esta semana se implementaron dos caminos de acción. Por un lado se organizó un cronograma de reuniones con vecinos para hacer hincapié en los logros de gestión y, principalmente, contrastar con la figura del ex intendente Hugo Curto, a quien señalan como armador de la lista de unidad K. "Mi único jefe político es el vecino y voy a trabajar para no volver al pasado", declaró recientemente Valenzuela.

A la par, dispuso un paquete de medidas destinado a pequeños comercios, familias vulnerables y jubilados. Incluye un plan de regularización de deudas, eximición de tasas y un aumento del 20% en la tarjeta de seguridad alimentaria "Más Familia".

Ramiro Tagliaferro, en Morón, competirá con su antecesor, Lucas Ghi. Además de segmentar la campaña, su equipo pondrá de manifiesto la "herencia recibida". "Vamos a explicar con mayor claridad todo lo que hizo el sabbatellismo en el Hospital Posadas", dicen por ejemplo.

Hay un denominador común en el bando amarillo: reconocen que el escenario es muy complejo pero creen que tienen herramientas como para dar vuelta las elecciones. Se sienten liberados para prescindir de la discusiones nacional y provincial. Y repiten que dependerán de sus habilidades políticas y territoriales sus chances de surfear la ola azul y escapar del tsunami.