Alfredo Cornejo, titular de la Unión Cívica Radical (UCR), espera que hoy Mauricio Macri lo reciba en la quinta de Olivos para mantener una reunión a solas destinada a evaluar los resultados electorales y debatir medidas institucionales para frenar la crisis económica y financiera que erosiona al gobierno después del apabullante triunfo de Alberto Fernández.
Cornejo aguarda su encuentro con Macri para proponer una jugada política que el Presidente ya rechazó en la intimidad del poder. Se trata de iniciar negociaciones con el Frente de Todos para desembocar en una cónclave protagonizado por el Presidente y el candidato presidencial Fernández.
Desde la posición partidaria de Cornejo, ese cónclave debería servir para aprobar un "pacto de estabilización de la economía" que se extendería hasta los comicios generales del 27 de octubre, una fecha clave para definir el nombre del futuro presidente del país.
El titular de la UCR cree que una probable pinza de los mercados convulsionados y la gente con sus cacerolas por la situación económica puede condicionar la estabilidad del Gobierno Y ante este posible devenir propondrá en Olivos un acuerdo político entre el presidente Macri y el candidato presidencial Fernández.
Ese acuerdo político, insistirá Cornejo en la reunión con Macri, tendría un contenido económico destinado a "tranquilizar" los mercados, que en las últimas horas han duplicado el riesgo país y devaluado el peso en casi un 30 por ciento.
Cornejo sostuvo anoche durante una cena con sus correligionarios más cercanos que el pacto con Fernández debe incluir la situación de las Leliqs, las retenciones que caerían en 2020 y la negociación con el Fondo Monetario Internacional, tres asuntos que fueron eje de campaña antes de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).
En principio, Macri no tiene intenciones de tomar un café a solas con Fernández y menos aún firmar un pacto bipartidario hasta los comicios generales de octubre. Para el presidente ese pacto sería el principio del fin, casi una variable generosa del helicóptero de Fernando de la Rúa.
A su turno, Fernández asegura que no tiene problemas "en ayudar" a Macri para que termine su mandato, pero que no está obligado a consensuar políticas que, desde su perspectiva, implicarían un tácito cogobierno.
Morales conoce qué sucedió con Raúl Alfonsín y con De la Rúa, y considera que es un error suicida perder tiempo y enfrentar los embates de los mercados sólo con el dólar futuro, las leliqs y la venta de divisas autorizadas por el Fondo Monetario Internacional.
Macri respeta a Cornejo pero no coincide con su mirada de la política y el poder. Sin embargo, el titular de la UCR se plantó en dos oportunidades -con la crisis de las tarifas y en el reclamo de ampliar la base política de Cambiemos-, y el tiempo y las circunstancias ratificaron su perspectiva de la política y el poder.
La presión de Cornejo -sustentado por Rogelio Frigerio y Elisa Carrió- logró frenar el esquema tarifario de Juan Jose Aranguren y permitió que Miguel Ángel Pichetto se transformara en un aliado incondicional del gobierno. Ahora, el líder de la UCR exige que se abran las negociaciones con Fernandez, un mecanismo que considera de preservación política y que Macri rechaza de plano.
El presidente anunciará hoy las medidas económicas y sociales destinadas a "paliar" la crisis económica y a transmitir una señal directa a la clase media, que votó en contra de Juntos por el Cambio y su plan de ajuste diseñado por Nicolás Dujovne y Christine Lagarde.
Cornejo sabe que mirará los anuncios presidenciales por televisión, que seguirá la reacción de los mercados a través de su celular inteligente y que, si no hay cambios de último momento, llegará a Olivos antes de la reunión de gabinete. Espera con ansiedad su encuentro con Macri, entiende que será difícil, y asume que no tendrá una respuesta definitiva.
En este caso, como ya están haciendo María Eugenia Vidal en Buenos Aires y Horacio Rodríguez Larreta en Capital Federal, Cornejo tomará un atajo político y jugará sus cartas a favor de un pacto bipartidario apoyado por la UCR y un puñado de miembros del gabinete nacional, aunque Macri piense lo contrario.
Seguí leyendo: