Alberto Fernández insiste en que por ahora "sólo" es candidato a presidente. Sin embargo, en menos de 24 horas conversó 15 minutos telefónicamente con Mauricio Macri, se vio dos veces con el gobernador electo de Santa Fe, Omar Perotti, charló a solas con el mandatario sanjuanino Sergio Uñac, visitó en forma reservada a su compañera de fórmula Cristina Kirchner y se sentó a analizar la situación y las medidas con el economista Guillermo Nielsen. En su entorno plantean que la campaña para las elecciones del 27 de octubre aún no comenzó, que retomará, como legalmente se establece, el 7 de septiembre.
Entre el domingo y la mañana de este miércoles Fernández pasó de mostrarse abierto al diálogo a plantear que nada aportaría un encuentro con Mauricio Macri porque ambos tienen una visión distinta de país. Aseguró que no cambió de opinión sino que lo que cambió fue el mensaje que le envió el Presidente.
Contado desde México 337, la oficina de Fernández en San Telmo, la 'génesis' de la comunicación entre el candidato del Frente de Todos y el Presidente arrancó con una comunicación del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, con Felipe Solá y Eduardo 'Wado' de Pedro. Después Frigerio le mandó un mensaje a Fernández: "Te felicito por las elecciones. Un fuerte abrazo". Fernández agradeció la felicitación. El lunes por la tarde hubo una comunicación de su ex alumno, el presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó, ex intendente peronista. Se conocen desde hace años y tienen buen diálogo. Pero Monzó ya está casi fuera del ala política del Gobierno y su llamado fue más personal que institucional. El resto de las comunicaciones, aseguran, fueron a través de terceros y sin una invitación al diálogo concreta.
Después de desayunar, Fernández volvió a dar clases a la Facultad de Derecho donde lo esperaba un móvil de radio. Ahí dijo que no veía el sentido de reunirse con Macri cuando tienen visiones del país muy diferentes. En el aula de Derecho, a Fernández lo recibieron con un aplauso y en algún momento, mientras daba clase o cuando se subió a su auto y comenzó a manejar hacia su oficina, recibió el mensaje de Mauricio Macri. Lo vio en alguna parada con su auto, lo que explica las dos tildes celestes que marcaron que el mensaje fue 'visto'. Al llegar a San Telmo y tras estacionar, habló con periodistas que estaban de guardia frente a la puerta de sus oficinas de campaña. Cuando entró y se sentó tomó el teléfono y respondió, por primera vez, al jefe de Estado. Por escrito lo trató de "usted" y lo llamó "Presidente". Cuando finalmente hablaron empezó a tutearlo.
Juran él y su entorno que siempre estuvo dispuesto a conversar y que no lo hizo antes porque el Presidente no lo había planteado en concreto. De todos modos consideraron que no es necesario que se vean personalmente. "Hemos dado un paso", evaluó después Fernández, y se mostró permeable a seguir conversando.
Alberto Fernández hizo algunos cambios. Quiere bajar el perfil pero la comunicación presidencial, la suba del dólar, la inflación, los anuncios de medidas y el fuerte impacto del resultado electoral sobre los mercados no lo dejaron. Cambió sí su actitud: por primera vez ofreció una conferencia de prensa en una sala de reuniones con mesa cuadrada en el centro de campaña de México al 300. No está en campaña pero detrás suyo sobre una pantalla se proyectó el nombre del Frente: Todos. Tanta prolijidad preanuncia un cambio acorde al porcentaje de votos que obtuvo.
Hubo una parte de la charla con Macri que no contó. Es su pedido para que no se desfinancie el Estado y su preocupación por la caída de reservas.
Después de la charla con el Presidente, Fernández dejó su oficina. A los periodistas en guardia les avisó: "Hablamos a mi regreso". No contó adónde iba: fue a charlar nuevamente con Cristina Kirchner. Cuando volvió evitó hacer comentarios al respecto pero seguramente habrán analizado la comunicación con Macri y las medidas que anunció.
Fernández habló de los riesgos de los anuncios del Presidente aunque se mostró tranquilo y amigable: "Si me pongo a mirar para atrás voy a seguir viendo diferencias. No soy yo el que tiene que juzgar". Esa fue su respuesta a los cuestionamientos que el lunes hizo Macri sobre el kirchnerismo y la pérdida de credibilidad del país frente a los mercados que le atribuyó a los ganadores de las PASO.
Encuentro con gobernadores e intendentes
Esta tarde, a Fernández lo esperaban en su oficina, contigua a aquella donde dio la conferencia de prensa, el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, y el economista Guillermo Nielsen.
Nielsen, especialista en deuda, se mostró en público tan prudente como Fernández. Ambos coinciden en que no hay que opinar sobre economía y que el silencio es el mejor gesto para "ayudar" a llegar con tranquilidad al 10 de diciembre. Sólo expresó su preocupación por el anuncio del congelamiento del precio de la nafta, la forma fue lo que consideró un tema de cuidado y el mensaje que eso transmite. Su explicación: el futuro de la economía argentina y del desarrollo del país está atado a las energías, renovables y alternativas. Por eso su advertencia vespertina: "Muy impresentable la presentación del congelamiento petrolero. Hay que cuidar YPF que tiene entre sus accionistas a unos 130 fondos de inversión que van a ser necesarios para el desarrollo del sector en los próximos años. No se le fija el precio desde el gobierno. Congelamiento y quita en el precio del Petróleo: pensar que Lopetegui me chicaneaba en IDEA Neuquén cuando yo hablaba de nuestra propuesta para VM. Me pregunto capciosamente si la propuesta incluía llevarla a cabo en el sistema capitalista!"
Cuando Nielsen se retiró, Alberto Fernández conversó con el gobernador electo de Santa Fe Omar Perotti que acababa de llegar. Con el senador coincide en que deben esperar un triunfo el 27 de octubre para conversar más en concreto sobre lo que el Gobierno debe o no hacer con la economía. Perotti consideró además que desde el domingo los ojos del mundo están puestos sobre Argentina y que es Mauricio Macri quien tiene que gobernar y extremar los recaudos a la hora de hablar. Tal vez hayan charlado también sobre el desayuno de Fernández con María Eugenia Bielsa, ex precandidata a gobernadora y ex adversaria de Perotti, a quien recibió temprano en su departamento. El candidato a presidente del Frente de Todos la "valora" tanto que la habría invitado a sumarse a sus equipos.
En ese contexto, otras figuras se vieron ir y venir durante el día en las oficinas de México: los intendentes Juan Zabaleta y Gabriel Katopodis, Mariano Cascallares y Juan Pablo de Jesús, entre otros. ¿De qué hablaron? Analizaron los resultados finos del domingo, los futuros pasos para cuando se retome la campaña y la estrategia para subir votos allí donde creen que no se alcanzó el techo o donde confían en poder ampliar aún más la diferencia.
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