El silencio de Alberto Fernández, el llamado que no recibió y un pedido de calma a la militancia

El candidato a presidente del Frente de Todos por ahora descarta un viaje a los Estados Unidos y pide cautela cuando se comenta sobre la actual situación económica

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Alberto Fernández habló el primer día tras las PASO y ahora se resguarda en prudente silencio. A quien le pregunte responde en privado que no recibió ningún llamado del Gobierno. E insiste en que no es quien debe resolver la suba del dólar, del riesgo país y la incertidumbre de esta semana que Mauricio Macri atribuyó al triunfo kirchnerista, responsabilidad que en el Frente de Todos cargaron sobre las espaldas del Presidente. Es una realidad y a la vez una estrategia.

Fernández también había asegurado que si Macri lo convocara, solo o junto a otros candidatos a presidente que superaron las PASO, aceptaría la invitación, diría lo que piensa y aplaudiría si le hicieran caso y se solucionaran los problemas. 

Sin embargo no dará el puntapié inicial. No lo dijo pero cabe especular que sobre el peronismo pesa el estigma de ser una fuerza que no deja gobernar a quien no sea de su condición partidaria. Alberto Fernández no quiere ser quien quede en ese lugar.

Evitará, sostienen cerca suyo, gestos público. No reunirá a economistas, no hablará con el Fondo, ni hará convocatorias de ningún tipo por el momento. Nada que pudiera generar "intranquilidad", sostienen en su entorno.  "Todos estos problemas los generó el Gobierno, el que los tiene que resolver es el Gobierno. Que deje de hacer campaña, que se ocupe de gobernar y que nos saque del estrago en el que nos metió" repitió varias veces en estos días Fernández. Así se lo oyó, y coincidieron con él, frente a Cristina Kirchner y Axel Kicillof el lunes en una reunión de más de dos horas en el Instituto Patria.

Fernández lo dijo claramente en el programa de María O'Donnell y Ernesto Tenembaum: "¿Qué puedo hacer yo si sólo soy candidato y ni siquiera pasó la primera vuelta?". Y recordó que antes de las PASO se reunió con representantes del Fondo Monetario Internacional, que se comprometió a pagar la deuda pero en otras condiciones y a cada sector con el que se reúne le repite lo mismo en forma reservada. Buscó mostrarse tranquilo, racional y a la espera de las decisiones que tomo el presidente Macri.

En esa línea ya la semana pasada en la Bolsa de Cereales en Rosario, por ejemplo, Fernández había intentado junto al gobernador electo Omar Perotti persuadir a productores y empresarios y generar confianza. Si ganan las elecciones, prometieron, estimularán la producción para garantizar crecimiento y el ingreso de divisas para pagar la deuda.

El Festejo de Aníbal Fernández,
El Festejo de Aníbal Fernández, tras los resultados en las PASO 2019

Lo repiten dos de los 'voceros' con peso en el entorno albertista, el candidato a diputado nacional en primer término en la lista bonaerense, Sergio Massa; el diputado nacional Felipe Solá, e incluso algunos gobernadores que hablaron desde sus provincias, el pampeano Carlos Verna entre ellos. Massa estaría charlando vía teleconferencia con algunos Fondos de Inversión mientras que junto con Solá coincidieron al aconsejar en diversas entrevistas que Macri se siente "ya" con el Fondo Monetario Internacional a renegociar condiciones. "Tendría que tomarse un avión para hablar con el FMI", apuntó el candidato a diputado.

"Creo que va a perder en octubre, pero hay que esperar", repitió Solá esta mañana y al mismo tiempo se mostró prudente y destacó la diferencia entre Macri y María Eugenia Vidal. "Ella achicó los daños e hizo como debía hacer. Necesitamos que Macri haga lo mismo, que reconozca lo que pasó. Estamos dispuestos a que nos llame pero no podemos opinar", repitió. "Nos dicen que salgamos a decir que vamos a pagar la deuda y nunca dijimos lo contrario. Hay un prejuicio grande" subrayó el diputado nacional que expresó su preocupación por la remarcación de precios.

Mauricio Macri y María Eugenia
Mauricio Macri y María Eugenia Vidal tras conocerse los resultados electorales de las PASO. (Nicolas Stulberg)

En ese marco, a través de redes sociales y de canales de comunicación internos el Frente de Todos transmitió un mensaje a su militancia: desincentivar la participación en cualquier protesta, no reenviar mensajes en ese sentido, mantener la "tranquilidad", esperar a que arranque la campaña nuevamente para movilizarse y salir a buscar más votos camino a octubre y no fomentar mensajes que pudieran interpretarse como 'destituyentes'.

Axel Kicillof apenas habló el lunes por la mañana al salir de su casa en Parque Chas. Se corrió de la escena a riesgo de desaprovechar el impulso que le dio un resultado electoral en el que se impuso con holgura sobre la dirigente 'mimada' en el macrismo, Vidal. La razón es casi una obviedad: como ex ministro de Economía su voz pesa y en campaña el Gobierno le apuntó por sus ideas económicas. "Comunista" y "da miedo", fue lo menos que dijeron sobre el candidato a gobernador para Buenos Aires.

"Nada puedo hacer", se excusó Fernández. "Nada puede hacer", repitieron los demás dirigentes que insisten en que el domingo la elección primaria estableció candidatos pero falta la elección del 27 de octubre en la que esperaría imponerse y evitar el balotaje de noviembre. Hasta entonces no son ganadores ni presidente ni diputados electos.

El único que se comunicó con Alberto Fernández, porque fue su alumno y porque tiene buen trato con la oposición, fue Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados de la Nación. Monzó mantiene una relación personal con Sergio Massa que ya lo convocó públicamente pero ni él ni Nicolás Massot, que está cursando una beca en Estados Unidos, harán ningún movimiento. Para diciembre tienen planeado su retiro y la apertura de una consultora tras ser excluidos de las mesas chicas de su propio Gobierno.

El único opositor que recibió un llamado de su adversario fue Matías Lammens: se comunicó Horacio Rodríguez Larreta, el  único ganador de Juntos por el Cambio.

Algunos empresarios habrían frenado decisiones o llamados, a la espera de un panorama más claro. Y varios prefieren no hacer declaraciones en este contexto. Desde la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina  (AmCham), su CEO Alejandro Díaz señaló que estuvieron conversando con Guillermo Nielsen, uno de los economistas que Fernández escucha en materia de deuda, y que le plantearon al propio candidato presidencial una gira por Estados Unidos.

Según Díaz, previo a las PASO del domingo, quedó la promesa de volver a conversar sobre el tema. "Estamos esperando si se confirma una visita a Estados Unidos. Estamos trabajando como con cualquier candidato a presidente", reveló Díaz en una entrevista radial.

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