La apabullante victoria de Alberto Fernández sobre Mauricio Macri en las Primarias del 11 de agosto cambiará el escenario político a partir del 10 de diciembre en caso de que se repitan estos resultados. El candidato del Frente de Todos superó el 47% de los votos -el Presidente apenas pasó los 32%-, lo cual lo dejaría en un triunfo en primera vuelta en octubre.
Si esto sucediera, también será un sacudón importante para la conformación del Congreso Nacional, en donde durante estos cuatro años Cambiemos, aún siendo primera minoría, siempre estuvo mejor posicionado que el kirchnerismo. Ahora, de repetirse estos números, la historia cambiará. Si bien el ahora oficialismo seguirá teniendo una presencia interesante, el Frente de Todos, en alianza con los gobernadores, podría conformar un importante interbloque que lo acerca a la mayoría en ambas Cámaras.
En Diputados, Juntos por el Cambio renovará 45 de 107 escaños y con estos resultados renovaría solo 43. Es decir, perdería dos y quedaría en 105. Nada despreciable pero resta ver cómo reaccionará el bloque y si hay alguna ruptura, lo cual lo debilitaría aún más.
Por su parte, el kirchnerismo propiamente dicho, que pondrá en juego 39 de 65 bancas, obtendría 74 lugares, quedando en 100. Si bien es menor que Cambiemos, probablemente haya alianzas con los otros bloques peronistas que quedaron muy disminuidos.
Por ejemplo, Argentina Federal, el bloque de los gobernadores que se formó cuando todavía existía la posibilidad de que una tercera vía se presente a disputar la presidencia, se reduciría de 33 a 18. Lo mismo con el Frente Renovador, que perdería 10 diputados y quedaría en 3, y con Red por Argentina, que se irían 8 de 10. La suma de estas bancadas con el kirchnerismo daría 123 -el quórum es 130- lo cual podrían alcanzarlo con bloques menores como Unidad Justicialista, Hacemos por Córdoba, Juntos Somos Río Negro u otros monobloques.
En el recinto habrá más presencia de kirchnerismo duro, aportado por la provincia de Buenos Aires, en donde el Frente de Todos se alzaría con 20 de los 35 escaños en juego.
Uno de los ganadores de la jornada fue Sergio Massa, que encabezó la lista en la Provincia y probablemente se convertirá en el presidente de la Cámara en reemplazo de Emilio Monzó.
Consenso Federal, la bancada formada luego de que Massa y Lavagna no formaran una alianza, realizaría una buena performance si logra repetir. Pone en juego sus 4 lugares y obtendría 5. Por su parte, la Izquierda retendría sus tres lugares ya que conseguiría renovar la banca que pone en juego en territorio bonaerense.
Senado
Podría haber novedades interesantes, aunque la incertidumbre sobre cómo actuará el peronismo es mayor, debido a que la Cámara alta no suele comportarse como Diputados. Aquí lo senadores responden más a sus gobernadores y es poco probable que los del PJ decidan cerrar filas detrás del kirchnerismo. Probablemente sí actúen como interbloque en ciertas discusiones, pero será tema por tema.
A pesar de esto, el Frente de Todos sería un bloque importante. Hoy son 9 y arriesgarán 3, pero, con estos resultados, ganarían 14, lo que los haría quedar en 20. A esto hay que sumarle que Cristina Kirchner sería la presidente del cuerpo, reemplazando a Gabriela Michetti.
Cambiemos no quedaría disminuido, de hecho, con la conformación de hoy, se agrandaría de 25 a 27. Pero, al igual que en la Cámara baja, habrá que ver qué sucede con los partidos que lo conforman.
A favor del kirchnerismo, con esta renovación se irán nombres importantes como Miguel Ángel Pichetto, Pedro Guastavino y Rodolfo Urtubey, que en el último tiempo se mostraron más alineados a lo que era Argentina Federal que al Frente para la Victoria.
Como contra partida, aparecerían dirigentes más del riñón K como Matías Rodríguez en Tierra del Fuego, Mariano Recalde en la Ciudad, Oscar Parrilli en Neuquén y Jorge Capitanich en Chaco.