En Casa Rosada aún no salen del shock. La contundente derrota electoral en las primarias de este domingo quedó en evidencia en los rostros de las principales figuras del gabinete, en especial en el de Mauricio Macri, que volvió a hablar en conferencia de prensa por segunda vez en menos de 24 horas para tratar de llevar tranquilidad a los mercados y alejar fantasmas de debilidad en medio de rumores sobre la gobernabilidad.
Pero tras el golpe inicial, inesperado, en el Gobierno empezaron este lunes a desmenuzar los datos de las elecciones de este domingo, en apuntalar la figura del Presidente, visiblemente golpeado, y en tratar de llegar con la mejor performance posible a las generales de octubre, que después de la derrota asoman mucho más lejanas que antes.
El día después de las PASO, Macri confirmó en su contacto con la prensa que habló con los candidatos a presidente que fueron revalidados por las primarias, pero evitó dar precisiones de a quiénes se refería y cuál fue el contenido de los llamados.
Según pudo reconstruir este medio, el Presidente intentó comunicarse con Alberto Fernández, que este domingo lo derrotó por 15 puntos y que quedó posicionado con inmejorables chances de cara a octubre.
Así lo confirmaron desde el entorno presidencial. Explicaron que el candidato del Frente de Todos no respondió a los llamados.
"Puede ser, lo llaman dos millones de personas", contestaron desde el círculo del ex jefe de Gabinete K.
Un rato antes de que Macri empezara la conferencia de prensa, en el salón de los Pueblos Originarios, en la planta baja de Casa Rosada y en compañía de Miguel Ángel Pichetto, el candidato del Frente de Todos había asegurado en la puerta del Instituto Patria que el único llamado que había recibido desde el oficialismo había sido del ministro Rogelio Frigerio. En rigor, fue un intercambio breve a través del WhatsApp.
Fernández estuvo reunido con Cristina Kirchner durante varias horas. La ex presidente, que estuvo el fin de semana en Santa Cruz, había llegado a Buenos Aires por la mañana.
En Casa Rosada hay temor en lo que llaman la "responsabilidad" de la oposición en un momento de delicadeza política y económica. Desde el kirchnerismo no recogen el guante: dicen que la única "responsabilidad" es de la administración nacional, que debe capear la crisis.
Con quién si habló el jefe de Estado fue con Roberto Lavagna, el candidato de Consenso Federal que terminó tercero en las primarias con el 8,2% de los votos. Y con José Luis Espert, de Unite, que superó las PASO con el 2,1%.
No hubo, en cambio, intercambio telefónico con Juan José Gómez Centurión, el ex funcionario macrista que se abrió del oficialismo y arañó un 2,6% de los votos en base a un discurso de derecha y en contra del aborto.
"Para nada", contestaron desde su entorno ante la consulta sobre algún tipo de llamado de Casa Rosada.
"Roberto está muy preocupado por la situación económico y social. Ve que el Gobierno no hace nada", explicaron por su parte desde el entorno del ex ministro de Economía de Néstor Kirchner.
En ese sentido, y si bien desde Consenso Federal remarcaron que "no habrá apoyo" a la candidatura de Macri de cara a octubre, sí agregaron que podría haber un encuentro entre el ex ministro y el Presidente en estos días. "Institucional", aclararon.
Este lunes por la mañana, las primeras reacciones oficiales daban cuenta de un temor generalizado en torno a la gobernabilidad de las próximas semanas. Incluso varias de las preguntas de los medios apuntaron en ese sentido y a la eventual transición con el próximo Gobierno, aún cuando los comicios de ayer solo definieron candidaturas.
Es que, tras las primarias, el dólar tuvo en la city porteña una escalada de más del 30%, la devaluación más marcada desde la salida del cepo.
Con Espert, Macri habló este lunes dos veces. Según colaboradores del economista, el mandatario le pidió "prudencia". "Le aclaró que había mucho en juego en esta elección", abundaron. El candidato de Despertar le trasladó al Presidente que su planteo iría en la misma dirección: "Propuestas coherentes y sensatas, criticando lo mismo que hace 25 años y las cosas que hizo mal el Gobierno", remarcaron.
No hubo tiempo para hablar de eventuales acuerdos electorales.
Parece utópico a la luz de la contundencia de los resultados de este domingo, pero desde los despachos oficiales empezaron a dejar trascender a partir del mediodía que Juntos por el Cambio podía dar vuelta el resultado en octubre. Días antes de la elección, aseguraban que el escenario era de extrema paridad.
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