Las elecciones primarias del 11 de agosto sorprendieron tanto a la población como a los analistas políticos, conocedores y expertos en la materia. La abultada victoria del candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, sobre el presidente Mauricio Macri con el 47% de los votos contra el 32% sacudió el mapa político y las expectativas de cara a los comicios generales del 27 de octubre.
A continuación, los puntos salientes de las PASO:
1. Los cinco principales distritos
Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Ciudad de Buenos Aires y Mendoza son las cinco provincias de mayor peso electoral y concentran el 66,08% del padrón, con dos de cada tres electores. Alberto Fernández se impuso en tres de ellas; Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza. Y en los bastiones macristas, Córdoba y la Capital Federal, el Frente de Todos logró resistir haciendo muy buenas elecciones, con el 30,39 y 33,16 por ciento de los sufragios, respectivamente.
Mauricio Macri logró triunfar en la capital mendocina y buena parte del área metropolitana de la provincia cuyana, en Córdoba capital y CABA, que es distrito único. La boleta del Presidente logró imponerse en otras capitales provinciales, como Corrientes y San Juan.
2. El Conurbano
El Frente de Todos ganó en 25 de los 27 municipios del Conurbano, con excepción de Vicente López y San Isidro. En esa región, obtuvo el 54,66% de los votos y le sacó una ventaja de más del doble a Macri, que promedió el 26,13 por ciento. En la tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires, donde está localizado en La Matanza y el sur del Conurbano -histórico núcleo duro peronista-, Alberto Fernandez logró imponerse con 56,66 puntos, unos 1.888.496 votos, lo que implicó una diferencia de alrededor de un millón de votos con María Eugenia Vidal.
3. Arrasar, resistir, disputar
Si la clave de cualquier elección es explotar al máximo los núcleos duros propios, resistir en los ajenos y pelear los territorios swing, el Frente de Todos lo ha cumplido a rajatabla. Pudo explotar sus núcleos duros del Conurbano, la Patagonia, el Noroeste y Noreste argentino, resistió con creces los territorios de Cambiemos, como Córdoba y CABA, y disputó, ganando, varios territorios swing como Santa Fe, Rosario, La Plata, Mar del Plata y Mendoza.
4. Massa, la llave del peronismo
No caben dudas de que la coalición, en un sentido de diversidad y no de una sola cosa, fue la clave para salir del empate de los tres tercios que se dividían en 2015 entre el macrismo, el kirchnerismo, y el peronismo "no K".
Si se suman los votos que obtuvieron Daniel Scioli y Sergio Massa en las PASO de 2015, la suma da unos 11.951.647 votos. Es decir, son apenas 329.627 votos menos de lo que obtuvo ayer Alberto Fernández, que fueron 11.622.020 boletas en su favor. En virtud de ello, se puede decir que Sergio Massa aportó nueve de sus diez votos de 2015, alcanzando un 89,79% de fidelización.
5. Espert y Gómez Centurión o la irrupción de la derecha "hard"
El Cambiemos del 2015, que aglutinaba a todas las expresiones y sensibilidades de la derecha argentina, no existe más. La buena elección de las derechas hard en lo económico, como José Luis Espert, y en lo social, con la figura de Juan José Gómez Centurión, expresan las fugas del macrismo de los últimos dos años y dos de los grandes temas que estuvieron presentes en la agenda pública: la crisis económica y el aborto.
Que hoy Espert sea parte del tablero de juego político argentino refleja a aquellos sectores que pedían un ajuste más duro en 2015. Por su lado, que Gómez Centurión sea parte del mapa está vinculado con aquellos sectores enojados con Macri por habilitar la discusión parlamentaria sobre el aborto. La decepción, en todo caso, es la variable común para entender estos dos fenómenos. De esta manera, la derecha argentina se configura en una versión light con Macri, y en una versión hard con Gómez Centurión y José Luis Espert.
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