"-¿Tiene saldo la SUBE del candidato? -Es una buena pregunta", se divertían los miembros del equipo de prensa de Matías Lammens cuando estaban por comenzar la última actividad de campaña del Frente de Todos porteño.
La idea era hacer algo diferente y una volanteada en el subte les permitiría "estar en contacto con la gente y al mismo tiempo hablar de la problemática del transporte".
Todos los candidatos de la lista se repartieron las líneas: Lammens y su vice Gisela Marziotta, junto a la joven Ofelia Fernández y Claudio Morresis, recorrieron la D desde 9 de Julio hasta Pueyrredón; Victoria Donda, Paula Penacca e Itai Hagman, fueron a la B; a Mariano Recalde y Lucía Cámpora les tocó combinar la D y la E; y Claudia Neira y Claudio Ferreño viajaron hasta Retiro.
Antes de empezar, los organizadores dejaron en claro que lo más importante era "no molestar a la gente" que salía de sus trabajos. Los candidatos debían presentarse, entregar volantes, conversar con los pasajeros y tratar de cubrir la mayor cantidad de vagones posibles. Sin embargo, la actividad implicaba cierto riesgo dado que siempre es difícil prever cómo pueden llegar a reaccionar algunas personas.
Infobae siguió la recorrida del candidato a jefe de Gobierno que pasó sonriente el molinete tras comprobar que la SUBE efectivamente estaba cargada. Pero tuvo que prestarle a tarjeta a Ofelia Fernández que ya venía con saldo negativo.
En el primer vagón arrancó con el pie derecho: se cruzó con un socio de San Lorenzo y con un hombre que le dio ánimo para las elecciones de este domingo: "Grande Matías, ojalá que se vayan estos". Tras un par de estaciones todo parecía perfecto hasta que se escuchó un comentario en tono de reproche: "Te va a ir como a Almirón", le recriminó un pasajero en referencia al DT que se despidió sin los mejores resultados. Ante la consulta de este medio, el hombre dijo que le gustaría la "anarquía" y se mostró favorable al economista liberal Javier Milei.
Llegando a Tribunales, la formación se detuvo unos momentos en el medio del túnel. Entre risas, Lammens bromeó con sus colaboradores: "Sería genial que se quede". El subte siguió viaje y otro hombre se acercó al candidato para pedirle una foto. Luego lo puso a prueba: "¿Cuántas líneas tiene el subte?", interrogó. "Seis", fue la respuesta que lo dejó satisfecho. "Macri no lo sabía antes de asumir", dijo recordar el hombre.
Durante el trayecto de vuelta un periodista de televisión encontró a un indeciso y le planteó a Lammens el desafío de convencerlo. Juan Pablo, que trabaja en Recursos Humanos y resultó ser hincha de Racing, dijo que nadie "hablaba de economía". El candidato le comentó que una de sus propuestas es implementar un "plan de desarrollo económico" para que la Ciudad tenga su propio "proyecto productivo". Finalmente, el tren llegó nuevamente a 9 de Julio, aunque Juan Pablo no se mostró del todo convencido con las propuestas del Frente de Todos.
Tras cuarenta minutos, muchas selfies y algunos intercambios de opiniones, la actividad estaba concluida. "El balance fue positivo", dijo Lammens a Infobae. Lo cierto es que no tuvo que ponerle la cara a ninguna situación incómoda.
Pasadas la cuatro, todos los candidatos se tomaron una foto de campaña con carteles que resumían las principales propuestas del Frente de Todos y grabaron algunos videos con drone para difundir en las redes sociales.
"En términos futbolísticos, el domingo nos jugamos el pase a la Copa Libertadores", resumió Lammens ante los curiosos que se acercaron a conversar. Luego siguió con su raid mediático. El miércoles estará junto a Alberto Fernández y Cristina Kirchner en Rosario para el cierre de la campaña nacional.