Alberto Fernández tiene 2.740 mensajes de whatsapp sin contestar. El número se advierte apenas saca su teléfono del bolsillo del saco que colgó en el respaldo de uno de los asientos del auto en el que viaja de Zárate a San Nicolás. Hace un llamado, lo atienden y saluda. "Hola Norma. Alberto Fernández habla. Ah ¿no podés hablar ahora? Bueno hablemos cuando salgas". Corta y mientras espera el aviso de la mujer le muestra a tres periodistas, entre los que está Infobae, la foto de cuatro cachorros de collie. "Son los hijos de Dylan" revela el precandidato presidencial del Frente de Todos que está contento, tranquilo y confiado de ganar la PASO del próximo domingo.
Es el primer momento de distensión desde que salió a las 10.15 de Puerto Madero con Zárate como primer destino y San Nicolás en segundo lugar antes de pasar la noche en Rosario donde junto a Sergio Massa tendrá reuniones con empresarios y representantes de la Bolsa de Comercio. La agenda rosarina la organizó para ellos Omar Perotti, el gobernador electo del peronismo que con su triunfo empuja, aseguran en el Frente, positivamente a la fórmula presidencial. Hoy a la tarde Fernández y su compañera de fórmula, Cristina Kirchner, cerrarán en un acto su campaña aunque los dos tendrán un jueves intenso. Él en Córdoba otra vez junto a Massa y ella en Merlo, en el Conurbano bonaerense, junto a Axel Kicillof.
Los hijos de Dylan
Cuando la camioneta que maneja Daniel, colaborador y amigo de Fernández desde 2001 que en los viajes oficia de chofer, ingresa a San Nicolás, el precandidato recibe el aviso que estaba esperando y repite el llamado a Norma que acababa de salir del banco. En la voz levemente disfónica que alivia con caramelos y té con miel se percibe algo de ansiedad. De los cuatro hijos de Dylan, su perro, Alberto Fernández ya eligió: son dos hembras y dos machos y él le pide a Norma, la dueña de la perra que los dio a luz, quedarse con el único tricolor. "Prócer" , así lo piensa llamar por el perro de Los Simpson.
El cachorro sobresale en el cuarteto con su cabeza negra y el resto del cuerpo de los mismos colores que su papá. Fernández le comenta a Norma que esta semana está de viaje, que iría a Pilar pero que está complicado. Lo dice con naturalidad, la misma naturalidad con la que le pide permiso para pasarle su número a Giselle para que vaya a ver a los cachorritos cuando puedan ser separados de su mamá. A Fernández le corresponde sólo un perrito por lo que pide a Norma que no hable de plata con Giselle. "Se la quiero regalar" agrega en referencia a la preferencia por una hembra para su amiga que pagará él. Giselle también se apellida Fernández y es la hermana de Cristina.
Recién cuando se empieza a despedir de la criadora el precandidato le dice que vaya a votar y se lo nota entusiasmado con la respuesta que oye sobre qué votará la mujer y sus vecinos.
Dos visitas en la Segunda Sección Electoral
Fernández se define "feliz" con el desarrollo de la campaña. "Néstor me decía que la gente te da mucha energía", recuerda.
A Zárate llegó a las 11 y cuarto acompañado por Cecilia Gómez Mirada del Grupo Callao que se muestra satisfecha durante toda la tarde: el precandidato llegó a cada actividad en la Segunda Sección Electoral, últimas visitas bonaerenses antes de las PASO, con tiempo suficiente para arrancar puntual y cerró cada evento a la hora acordada. En su celular guarda los instructivos que envían a cada ciudad donde se indica el ideal para la disposición de banners, música, sonido, logística, espacio para fotos con precandidatos locales y otros detalles según las actividades que se programen.
Esta vez a Fernández lo acompañan tres integrantes del equipo de comunicación más dos fotógrafos y se le suma en Zárate el dirigente del Movimiento Evita, Fernando "Chino" Navarro. En la siguiente parada se agregará Santiago Cafiero que también destaca la puntualidad que lograron imponer.
En Zárate los recibió el intendente Osvaldo Cáffaro que en 2009 renunció al socialismo y volvió hace poco al partido que integra el Frente de Todos. Mientras tomaban el té Fernández se excusó por no haber llevado corbata pero Cáffaro ofreció quitarse la suya. Juntos recorrieron la Feria de Precios Municipales frente a la sede comunal en Rivadavia y 3 de Febrero.
En el primer puesto, de almacén y verduras, Fernández leyó en voz alta, sorprendido, los precios: "Un libro de aceite, una botella de tomate, un paquete de fideos, un kilo de arroz, medio kilo de polenta y media docena de huevos a 200 pesos" exclama. Delante suyo una mujer se queda quieta, parece congelada. Cuando él termina de hablar le pide una foto. "Esto es increíble, emocionante", repite dos veces. Fernández se toma la foto, saluda a los vendedores, les pregunta algo más y elogia el impulso del municipio a la venta directa de los productores a los consumidores después de resaltar el aumento de la mercadería a través de la cadena comercial. La mujer emocionada se llama Miriam y le aclara a Infobae: "Tengo una inmobiliaria. Pero no tengo trabajo. No es lo mismo tener una inmobiliaria que tener trabajo". Detrás suyo otra mujer le grita a Fernández que "los precios muy buenos van a volver cuando vuelvan ustedes".
"Venimos a molestar y no compramos nada, somos la peor visita", se disculpa ante Pablo y Gustavo, vendedores de un puesto de pescado que en cambio se alegran: "No, es un gusto".
Mientras a pocos metros un grupo de gente empieza a cantarle "a volver a volver vamos a volver" se oye la voz de Fernández que al abrazar a una mujer rubia le responde: "Va a salir todo bien". Mercedes Afonso, así se llama la mujer, cuenta cuando él se aleja qué fue lo que habló: "Le dije que nos va a devolver la dignidad y a restituir los derechos de los discapacitados como mi hermano". "Con el corazón te lo dice una radical" agrega Mercedes cuando un integrante del equipo de imagen del precandidato se acerca rápido a grabar su testimonio. Ella termina de hablar con los ojos llenos de lágrimas mientras su hermano Leandro, en silla de ruedas, agradece a los periodistas que estemos allí.
Las selfies siguen con chicos, mujeres, militantes. Una mujer se para junto a Fernández y le pide una foto con su pañuelo celeste. El lo toma y lo mira y le pregunta qué es a lo que de inmediato la señora lo despliega y muestra la imagen y leyenda impresas: "La jefa vuelve".
Cuando los colaboradores del intendente le marcan el camino hacia la camioneta se acerca un señor con una niña pequeña a upa y grita que lo lleven a los barrios donde hay barro y no entran las ambulancias. "No le muestren solo lo lindo" alza la voz y luego grita que "Cristina vaya presa" mientras otra persona le piden que no falte el respeto. "Yo no le falto el respeto pero no soy partidario como ustedes" se molesta en el único momento de tensión de la tarde. Dos mujeres, mate y termo en mano, le dicen: "Vote el domingo señor".
Una promesa para los zarateños
Diez minutos después Alberto Fernández ya entra al Centro Pluriuniversitario de Gestión del Conocimiento en Ruta 9 y Panamericana un lugar donde, convenio mediante, se dictan 24 carreras con respaldo de universidades nacionales. Los alambrados que cercan el predio están tapados con pasacalles con el nombre del intendente y el del precandidato.
En el camino de tierra esperan trabajadores de SMATA, UOCRA y HONDA. Lo esperan con tambores y trompetas y le cantan "se siente se siente Alberto Presidente". Adentro Fernández saluda y felicita a los alumnos de segundo y tercer año de Medicina que cursan una tutoría de Fisiología. Varios lo filman con sus celulares. Cuando les propone que continúen la clase porque como profesor no le gustan las interrupciones una alumna pide un aplauso. Cuando llega a la planta baja varios de esos alumnos lo alcanzan y se toman una selfie en grupo. Lo mismo las mujeres que salen del baño que estaban limpiando y algunos otros integrantes de la organización del acto que está por comenzar.
Cáffaro que busca su reelección en un distrito en el que en 2015 ganó hasta Aníbal Fernández como candidato a gobernador y donde Daniel Scioli quedó 14 puntos arriba de Mauricio Macri, lo espera con un proyecto de ley en la mano. Le pide que si es presidente cree la Universidad Nacional de Zárate. "Cuál es el problema", cuenta Fernández que le respondió cuando telefónicamente le comunicó la propuesta. "Mi problema es que me propongan cerrar una universidad, abrirla no es un problema" tras lo cual cuatro veces reivindicó la gestión del intendente y en línea con el discurso acordado entre su equipo y los jefes comunales hace un par de semanas en una cumbre en San Telmo reivindica iniciativas como la feria que acaba de visitar impulsada "para morigerar las políticas del gobierno nacional" .
El precandidato a presidente le apunta por igual a Mauricio Macri ("que sigue pensando que la inflación es un problema del Banco Central, póngase las pilas presidente y dese cuenta que es otro el problema") como a la gobernadora María Eugenia Vidal que "dice que no hay que abrir universidades porque los pobres no llegan". En ese momento pide no silbar a los que comienzan a hacerlo y reclama que "se entienda la diferencia, jamás se me ocurrió pensar que la educación fuera un gasto. Es la plata mejor invertida. Ellos le plantearon a la gente que los maestros eran enemigos de nuestros hijos".
Una chicana para Pichetto
No hay en todo el discurso mención a ningún otro nombre para las críticas (si elogios a CFK, Massa, Pino Solanas, Victoria Donda) pero a todos los presentes les quedó claro que una de las frases del discurso tenía como destinatario al precandidato a vicepresidente por Juntos por el Cambio, Miguel Angel Pichetto: "A veces uno se encuentra con un compañero y se pregunta si es un compañero. A veces se encuentra con un correligionario y dice éste sí es un compañero".
Casi una hora después Fernández llegó a San Nicolás, la ciudad de la Virgen, donde gobierna Cambiemos.
Tal vez por jugar de visitante la reunión del precandidato fue a puertas cerradas en un salón donde alrededor de una larga mesa estuvieron diputados provinciales como Sergio Berni y Marcos Di Palma, intendentes como Cáffaro y Francisco Durañona y precandidatos a intendentes como la dirigente local de La Cámpora Cecilia Comerio; Agustina Propato, la mujer de Berni que es precandidata a senadora provincial; Leonardo Grosso, precandidato a diputado nacional y entre muchos otros el precandidato a intendente de Areco Mariano Pinedo, hermano de Federico Pinedo que al tomar la palabra no habló prácticamente del gobierno nacional sino de lo que tienen que hacer en Todos. Después de tomarse la foto para la que cada precandidato hizo fila se mostró convencido de que Fernández le ganará a Macri y será el próximo presidente.
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