"El 11 de agosto nos jugamos mucho más que diputados nacionales, nos estamos disputando nuestro futuro y dos modelos de país: república o populismo", dijo el gobernador Gustavo Valdés en un acto que realizó en la localidad correntina de Santa Rosa. Ayer, desde Twitter, siguió con la misma línea, asegurando que "como provincia discriminada por el kirchnerismo debemos apoyar la reelección de Mauricio Macri, que con visión de crecimiento y desarrollo, hace obras para que la provincia continúe progresando".
Con esos fuertes pronunciamientos, Valdés preparó la bienvenida al Presidente, que llegará a última hora desde Jujuy para cenar con el gobernador. En la residencia oficial, ubicada sobre la avenida Costanera, Macri y Valdés estarán acompañados por el titular del Plan Belgrano, Carlos Vignolo, y el ex gobernador Ricardo Colombi.
En la mañana del viernes está prevista una serie de actividades, entre las que se destacan una recorrida por obras terminadas o en construcción, como el caso de la autovía de la Ruta 12 y del nuevo Centro Administrativo del Instituto de Previsión Social que también integrará la futura sede del Banco de la Provincia.
Al mediodía, finalmente, se realizará como acto político un encuentro con los dirigentes y candidatos de Juntos por el Cambio en las provincias del NEA, Formosa, Chaco, Misiones y Corrientes, que seguramente será un evento 360º donde hablarán el Presidente y el gobernador.
Corrientes es quizás la única provincia donde la figura del Presidente no tuvo caídas de imagen, y se descuenta que ganará holgadamente las presidenciales. El Presidente nunca tuvo menos del 50% de valoración positiva, quizás empujado por la altísima imagen de Valdés, que supera el 70% y en las últimas elecciones casi llega al 60%. Pero en la empatía de los correntinos con Macri hay un vínculo excepcional, seguramente asentado en la nula relación que el gobierno provincial tuvo con el kirchnerismo durante 12 años.
Aunque la provincia solo aporta el 2,53% al padrón electoral nacional, la prácticamente segura victoria del oficialismo es un dato significativo, porque sería la primera vez, desde el 2003 -con la llegada de Néstor Kirchner-, que las elecciones presidenciales podría ganarlas un candidato no peronista. "Esta elección será histórica", dijo un funcionario del equipo del gobernador a Infobae.
Macri viajó ya 12 veces a Corrientes y específicamente en varias ocasiones a los Esteros del Iberá, impactado por la belleza y potencialidades turísticas del área, a la que impulsó a través de distintas iniciativas, desde leyes hasta créditos, pasando por infraestructura y diálogos con líderes extranjeros recomendando la visita a la zona.
Tanto es así que, aun en los momentos más difíciles del Presidente en las encuestas, los correntinos solían abrazarlo al terminar su discurso cantándole "sí, se puede", viéndolo que estaba apagado o con poca fuerza anímica, según está relatado en varias crónicas locales.
Después de ser cuatro años diputado nacional, Valdés ganó la gobernación de su provincia en el 2017 con el 54% de los votos, seguido por el senador Carlos "Camau" Espínola, que compitió con el Frente Justicialista, con el que obtuvo el 45,17%. Valdés sucedió al también radical Ricardo Colombi, un caudillo que estuvo a cargo del ejecutivo provincial por 12 años, de los cuales los últimos dos fueron consecutivos.
En junio de este año Valdés revalidó el respaldo de los correntinos en las legislativas al obtener el 59% de los votos, contra 19% que alcanzó el Frente para la Victoria. Actualmente controla los dos tercios de ambas cámaras legislativas, aproximadamente 20 de los 30 diputados y 10 de los 15 senadores.