En la recta final para la campaña rumbo a las PASO del 11 de agosto, el precandidato presidencial por el Frente de Todos, Alberto Fernández, logró encauzar la discusión política hacia el rumbo de las políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri. Para su equipo de trabajo, el ex Jefe de Gabinete por primera vez marcó agenda al hablar de Leliq y tipo de cambio. Esta certeza está avalada por la rápida respuesta del arco oficialista, que no tardó en acusarlo de intentar desestabilizar la momentánea calma financiera.
Por eso, y hasta el momento de la veda electoral, Fernández insistirá el golpear al Ejecutivo en donde más le duele: el esfuerzo para mantener el tipo de cambio, la política monetaria del Banco Central, el ajuste presupuestario y situación del mercado interno, en particular de las Pymes. Abordará todos estos temas durante la jornada de hoy, en la cual tiene previsto reunirse con miembros de la comunidad científica en la Facultad de Ciencias Exactas y, más tarde, cuando recorra la localidad bonaerense de San Martín.
En la sede de Ciudad Universitaria, el candidato del kirchnerismo recibirá una solicitada, firmada por más de 5.000 científicos de todo el país, en la cual expresan su adhesión en la campaña y el apoyo para las elecciones del 11 de agosto. Entre los convocantes del encuentro se encuentran Adrián Paenza, Alberto Kornblihtt, Daniel Filmus, Dora Barrancos, Felix Requejo, Mirta Iriondo, y el diputado nacional Roberto Salvarezza, entre otros.
Está previsto que Alberto Fernández hable luego de recibir la solicitada, a partir de las 15.30, en el aula magna, en el pabellón 2 del complejo de altos estudios.
"Quienes firmamos la presente declaración, integrantes de la comunidad científica, tecnológica y universitaria argentina, manifestamos nuestro apoyo a la fórmula compuesta por Alberto Fernández (presidente) y Cristina Kirchner (vicepresidenta) para las elecciones del corriente año. Queremos contribuir, con nuestro voto y nuestra voz, a un contundente triunfo electoral que cierre definitivamente la etapa de restauración conservadora abierta en 2015, que condena a nuestro país al atraso, al endeudamiento y a la pobreza", reza el texto del documento.
Unas horas más tarde, a las 18.30, será recibido por el intendente Gabriel Katopodis, uno de los jefes comunales alineados al Frente de Todos y que busca su reelección, en San Martín para visitar, juntos, a empresarios y comerciantes en el Centro Miguelete, del Parque Yrigoyen. En este escenario, Fernández podría hacer una crítica sobre la parálisis productiva que sufren muchas empresas.
Katopodis ya tuvo una importante participación en la campaña. Hace pocos días recibió al postulante a la gobernación, Axel Kicillof, luego de sus comentados gestos de molestia hacia el presidente Mauricio Macri y la mandataria bonaerense, María Eugenia Vidal, durante la inauguración del metrobus que recorrerá San Martín.
Por otro lado, y según un informe del Centro de Economía Política (CEPA), el total de firmas con problemáticas de concursos o quiebras en los distritos de Córdoba, ciudad y provincia de Buenos Aires (que representaban en 2017 el 61% de las empresas registradas en el país) arrojó 292 casos en el primer trimestre de 2019, lo cual representó un 16% más respecto a igual período de 2018.
Los últimos días, el precandidato presidencial del kirchnerismo abrió la polémica al reinstalar el debate sobre si el tipo de cambio está atrasado. En sus últimas entrevistas, planteó que el actual precio del dólar "es una ficción" y pronosticó que la cotización se moverá para arriba, algo que "todo el mundo lo sabe". Además, prometió que, en caso de ganar las elecciones, aumentará un 20% las jubilaciones gracias al no pago de los intereses de las Leliq.
Y fue más allá: adelantó que en caso de ganar las elecciones impulsará un tipo de cambio alto "para promover las exportaciones y generar las divisas necesarias para pagar la deuda".
La respuesta del Gobierno no se hizo esperar. Para los principales funcionarios del Casa Rosada, tanto de manera pública como en off the record, estas declaraciones tienen una finalidad puntual: que haya una suba abrupta del dólar para que afecte políticamente al presidente Macri.
"Alguien que dice cosas tan poco serias, que van a llevar a una situación de total y absoluta inestabilidad, o que podrían llevar, porque por suerte estamos fuertes y hoy eso no pasa, tiene mala intención", afirmó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en diálogo con radio La Red.
La funcionaria, además, comparó el tono de la campaña del Frente de Todos con el ataque del peronismo a Raúl Alfonsín en el último tramo de su gestión, en 1989, previo a las elecciones que consagraron presidente a Carlos Menem.
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