The Washington Post puso la lupa sobre las elecciones argentinas y eligió un foco particular: el impensado regreso de Cristina Kirchner en medio de la larga lista de acusaciones por corrupción que afronta.
El prestigioso diario de los Estados Unidos realizó un repaso de los movimientos políticos que atravesó el país durante los últimos años, planteó que las elecciones serán muy reñidas en un contexto de una aguda crisis económica y conjeturó cuál será el rol de CFK en un eventual mandato de Alberto Fernández. En esta nota, la traducción de los principales párrafos del artículo firmado este lunes 29 de julio por Simeon Tegel.
Cuando la presidente Cristina Fernández de Kirchner terminó su segundo mandato en 2015, hubo una sensación de que había concluido una era en la Argentina. Extraordinaria y divisoria, personificó la política populista del peronismo arraigada en el intervencionismo económico y el nacionalismo que dominaron el país durante gran parte de los últimos 80 años.
Su sucesor, Mauricio Macri, un empresario de centro derecha, no sólo se presentó como la antítesis personal a CFK, sino que prometió abolir ese modelo de gestión, modernizar la economía y las instituciones públicas. Esas políticas -aseguró- darían como resultado una "pobreza cero".
Pero ahora, Cristina Kirchner, que enfrenta casi una docena de acusaciones por sobornos, malversación de fondos y lavado de dinero durante el tiempo que estuvo en el cargo, quedó al borde de un impensado regreso al poder.
La ex Presidente de 66 años es senadora y se presenta como compañera de fórmula de Alberto Fernández, el moderado ex jefe de Gabinete de su difunto esposo y predecesor presidencial, Néstor Kirchner, en las elecciones que se realizarán en octubre.
Durante la recorrida que realiza por el país para presentar sus memorias, "Sinceramente", Cristina Kirchner atacó la agenda de Macri amigable para los hombres de negocios.
"Entiendo cada vez menos a esos capitalistas, que se llaman a sí mismos capitalistas pero quieren que la gente muera de hambre y no consuman ni gasten", aseguró recientemente.
La ley argentina prevé que un Presidente no puede asumir más de dos mandatos consecutivos, pero puede volver a postularse nuevamente después de quedarse sin el cargo. El movimiento inusual de Cristina Kirchner, que reapareció como vice y no en el lugar principal de la boleta, fue interpretado por algunos analistas como un reconocimiento a su techo electoral.
Las encuestas muestran a los Fernández en una paridad con Macri, cuyo compañero de fórmula, Miguel Ángel Pichetto, es un influyente senador peronista conocido por afirmaciones racistas sobre migrantes bolivianos y peruanos porque están causando una ola de delitos.
Macri pide a los gritos que se mantenga el rumbo y no se retorne a lo que él califica como un populismo económico irresponsable. Los argentinos, dijo, necesitan dejar atrás a quienes "durante años creyeron que era una estrategia inteligente endeudarse y luego culpar a la persona que les dio el dinero y no pagarle a nadie".
Ambas fórmulas registran alrededor del 40% de respaldo, lo que significa que hay muchas probabilidades de que haya una segunda vuelta electoral en noviembre. En caso de que Fernández y CFK ganen las elecciones, pocos en la Argentina esperan que la ex Presidente tome un asiento trasero en el nuevo gobierno.
Lo que les abrió las puertas a Fernández y CFK fueron las reformas económicas impulsadas por Macri, que llevaron a la Argentina a otra de sus crisis periódicas que se repitieron frecuentemente durante más de un siglo.
Se espera que la inflación de 2019 supere el 40 por ciento. El desempleo alcanzó el 10 por ciento, el más alto desde 2006. El Producto Bruto Interno se contrajo casi 6% en el primer trimestre. Macri tomó un préstamo de USD 57 mil millones del Fondo Monetario Internacional, el más grande de la historia de la organización. El efecto fue aplastante, especialmente para los más pobres.
"Históricamente, en Argentina, cuando la economía es tan mala, el gobierno está terminado", dijo Carlos De Angelis, sociólogo de la Universidad de Buenos Aires. "Pero esta será una carrera cerrada. La mayoría de los argentinos están decepcionados con Macri, pero muchos también creen que estas reformas llevan tiempo. No quieren volver al pasado ".
Todo ese pasado provocó una sociedad polarizada por el peronismo, el movimiento ideológico amorfo fundado por el general Juan Perón en la década de 1940. Para explicar su política, los argentinos hacen una broma sobre diferentes líderes mundiales que conducen un automóvil. Perón se va indicando para la izquierda, pero gira a la derecha.
Los críticos dicen que esas divisiones se profundizaron durante la presidencia de Kirchner, entre 2007 y 2015. Ella lideró con éxito la larga recuperación de Argentina después de que incumplió en 2001 su deuda externa, la más grande de la historia en ese momento, y lanzó programas contra la pobreza. También dispuso que los partidos de fútbol se transmitan por la Televisión Pública, una iniciativa costosa que Macri desechó posteriormente.
Fue acusada de falsificar cifras de inflación, forjó alianzas con el líder venezolano Hugo Chávez y el presidente ruso Vladimir Putin y le dio a Irán un control significativo de la investigación sobre el no resuelto ataque a la AMIA en 1994.