Alberto Fernández y Cristina Kirchner eligieron el silencio frente al ofensivo ataque de Aníbal Fernández a la gobernadora Vidal

A dos días de las declaraciones del excandidato a gobernador bonaerense reivindicando al femicida Barreda, la fórmula presidencial del Frente para Todos se mantuvo en silencio. El único que se expresó fue Axel Kicillof. "La comparación con un femicida me resultó penosa", dijo

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Alberto Fernández. Hasta el momento no cuestionó las declaraciones ofensivas de Aníbal Fernández
Alberto Fernández. Hasta el momento no cuestionó las declaraciones ofensivas de Aníbal Fernández

Alberto Fernández mantuvo ayer reuniones políticos en Puerto Madero y evitó comentar las declaraciones de Aníbal Fernández que disparó para cuestionar la capacidad materna de María Eugenia Vidal, su exadversaria en las elecciones a gobernador bonaerense que perdió en 2015. Como candidato a presidente del Frente de Todos, Fernández optó por el silenzo stampa pese a que el descalificado ataque de su excompañero de gabinete ocupó un sitio de privilegio en los portales más influyentes de la Argentina.

Cristina Fernández de Kirchner presentó su libro Sinceramente en Mendoza. Fue un éxito: participó muchísima gente, ella estuvo ácida y su discurso de campaña duró casi una hora. Cristina siempre estuvo contra el femicidio y desde sus dos gobiernos impulsó políticas activas en contra la violencia de género. Por eso, llamó la atención su silencio frente a las declaraciones de su excandidato a gobernador, que uso al asesino Ricardo Barreda para cuestionar a la gobernadora Vidal.

Axel Kicillof estuvo casi todo el sábado grabando spots publicitarios para la campaña electoral. El candidato de gobernador bonaerense del Frente de Todos tiene un pasado irreprochable respecto a la defensa de la igualdad de género y al castigo irreductible para los femicidas. No es una posición que se inventó para la carrera proselitista: mantiene una idéntica línea de conducta desde que llegó al Nacional Buenos Aires y egresó de la Facultad de Economía de la UBA.

En esta línea, fue uno de los pocos que cuestionó las declaraciones del ex jefe de Gabinete, que apeló al dentista Barreda -que asesinó a su esposa Gladys y a sus hijas Cecilia y Adriana- para cuestionar la capacidad materna de la gobernadora bonaerense. "Antes de dejar a mis hijos con María Eugenia Vidal, se los dejo a Barreda", señaló Fernández en declaraciones periodísticas.

Cristina Fernández de Kirchner estuvo presentando su best seller en Mendoza. Habló casi una hora: no hizo mención al ataque ofensivo de Aníbal Fernández. (Frente de Todos)

Contactos telefónicos

Cuando Alberto Fernández conoció las declaraciones de Aníbal Fernández estuvo varios minutos puteando en voz baja. El candidato a presidente cree que hay límites en la campaña electoral y no tiene dudas que Aníbal cruzó la frontera y se acercó a Herminio Iglesias, Dady Brieva y Mempo Giardinelli. 

Kicillof piensa igual que Fernández y llamó por teléfono al candidato presidencial para fijar una línea política. Fernández cortó la comunicación y apretó el número de CFK que tiene en la memoria de su celular. Cristina estaba en Mendoza: trataron el tema y no se pusieron de acuerdo.

Los voceros de Fernández y Kicillof juraron a Infobae que antes de terminar el sábado habría una respuesta formal al ataque ofensivo de Aníbal Fernández. Esos voceros del Frente de Todos agregaron que la toma de posición se haría a través de las redes sociales. 

Cristina cerró su acto en Mendoza, Fernandez completó su agenda en Puerto Madero y Kicillof ya había concluido sus avisos de campaña, cuando este medio envió un nuevo whatsApp a los voceros de los principales candidatos del Frente de Todos.

Eran cerca de las 20.20 del sábado. Y a esa hora ya se sabía que Fernández de Kirchner no quería cruzar las declaraciones de su excandidato a gobernador bonaerense. Alberto Fernández y Kicillof pensaban lo contrario, pero se mantuvieron en silencio hasta el pronunciamiento público del ex ministro de Economía.

Manda Cristina.

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